El apoyo familiar a los reclusos y los lazos sociales se refieren a menudo, en las teorías criminológicas, como elementos importantes de la prevención y la deserción del crimen. Según la teoría del control social de Hirchi (1969), la existencia de vínculos sociales que unen a los individuos a la sociedad, a sus instituciones, valores y actividades convencionales, es el principal factor de disuasión del comportamiento desviado, evitando la reincidencia. Varios estudios ponen de relieve que las personas encarceladas que mantienen relaciones de apoyo con los miembros de su familia tienen más probabilidades de cesar su carrera criminal y, por tanto, menos probabilidades de volver a ofender (Duwe, 2011; Shinkfield & Graffam, 2009).
Durante la detención, los contactos regulares, como las visitas en persona, el contacto telefónico y escrito con las familias, ayudan a mantener o reforzar redes vitales de apoyo social. Este fortalecimiento de los lazos sociales no sólo impide que las personas bajo custodia establezcan una identidad criminal (Clark, 2001; Rocque, Bierie y MacKenzie, 2010), sino que también proporciona al individuo las condiciones esenciales para evitar la reincidencia tras su liberación, a saber: apoyo familiar y alojamiento o apoyo financiero. Estudios recientes realizados en establecimientos penitenciarios en Florida (Bales & Mears, 2008) y Canadá (Derkzen, Gobeil & Gileno, 2009) sugieren que el contacto familiar, en particular con visitas regulares, se asocia con menores tasas de reincidencia.
Otros estudios (Shanahan & Agudelo, 2012) sugieren que los reclusos no sólo dependen de sus familias para facilitar el proceso de ajuste al sistema penitenciario, sino también para aumentar las oportunidades de reintegración efectiva. Estas conclusiones son corroboradas por el estudio de Martínez y Christian (2009), que demuestran que mantener un mayor contacto entre los reclusos y sus familias, y mantener relaciones pro-sociales entre ellos, conduce a menores tasas de reincidencia. Igualmente importante, como complemento de la acción familiar o de su ausencia, es el contacto con las instituciones públicas y los servicios públicos. Estos servicios, que tienen una creciente presencia digital, apoyan la transición de la prisión a la sociedad. Ejemplos probados de tales servicios son asistencia en vivienda o búsqueda de empleo, ambos elementos fundamentales para la reinserción eficaz del delincuente.
En Telio creemos que, si bien la necesidad humana de un contacto frecuente con la familia o con otras personas significativas es clave para reducir la reincidencia, estas actividades proporcionan una oportunidad y motivación para el tráfico de teléfonos móviles ilegales en los establecimientos penitenciarios. Cuando el contacto y el acceso a una llamada telefónica son difíciles o no existen, esta motivación es aún mayor. Un recluso que tenga acceso a un teléfono móvil ilegal puede enfrentar acciones disciplinarias que, en algunos casos, pueden aumentar la duración de la detención. Además, se ha comprobado que, en un pequeño porcentaje de casos, el uso ilegal de teléfonos móviles ha facilitado actividades delictivas tanto dentro como fuera de los establecimientos penitenciarios.
Nuestra experiencia demuestra que un mayor acceso a un teléfono seguro gestionado y el aumento de la longitud de esas comunicaciones permiten reducir y controlar los teléfonos móviles ilegales. Esto, en combinación con otras medidas, como prácticas más avanzadas de búsqueda y detección e inhibición selectiva, resultan en un establecimiento correccional más seguro, al mismo tiempo que fomenta la reintegración social de los reclusos.
Con presencia y experiencia en más de 680 prisiones en 16 países, Telio apoya a los servicios correccionales para hacer frente a estos desafíos.
Referencias:
Bales, W. D., & Mears, D. P. (2008). Inmate social ties and the transition to society: Does visitation reduce recidivism? Journal of Research in Crime and Delinquency, 45,287-321.
Clark, T. (2001) The relationship between inmate visitation and behavior: Implications for African American families. Journal of African American Men, 6(1), 43-58.
Derkzen, D., Gobeil, R., & Gileno, J. (2009). Visitation and post-release outcomes among federally-sentenced offenders. Research report. Ottawa, Ontario: Correctional Service of Canada.
Duwe, G. (2011). Evaluating the Minnesota Comprehensive Offender Reentry Plan (MCORP): Results from a randomized experiment. Justice Quarterly, 28, 1-37.
Hirschi, T. (1969). Causes of Delinquency. Berkeley, CA: University of California Press.
Martinez, D. & Christian, J. (2009). The familial relationships of former prisoners: Examining the link between residence and informal support mechanisms. Journal of Contemporary Ethnography, 38 (2), 201–224.
Rocque, M., Bierie, D. and MacKenzie, D. (2010) Social bonds and change during incarceration: testing a missing link in the reentry research. International Journal of Offender Therapy and Comparative Criminology, 52, 673-685.
Shanahan, R. & Villalobos Agudelo, S. (2012). The Family and Recidivism. American Jails, September/October pp 17-24.
Shinkfield, A. & Graham (2009) Community Reintegration of ex-prisoners: Type and degree of change in variables influencing successful reintegration. International Journal of Offender Therapy and Comparative Criminology, 53, 29-42.
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Oliver Drews recibió su título en Ciencias Empresariales después de completar su educación como banquero.
Empezó su carrera en Telio como Director de Gestión y accionista, en 2004. Actualmente es responsable, entre otras áreas, de las Ventas y Relaciones Internacionales de Telio. Ha contribuido de manera significativa a hacer crecer la empresa y la representa con una pasión incansable en eventos y otras ocasiones, siempre centrándose en la responsabilidad social. Desde 2003, es miembro voluntario del consejo de administración de la asociación comercial más grande de Alemania.
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