Los sistemas penitenciarios como motor de la sociedad: en defensa de la modernización

Artículo

Simon Bonk

Coautores:
Arun Vanapalli, Director – Estrategia y Consultoría, Accenture
Laura McManus, Coordinadora de programa estratégico, Servicio Correccional de Canadá

¿Por qué la modernización? ¿Por qué ahora?

Han emergido diversos factores que agudizan la necesidad de introducir la modernización en el sector penitenciario. Desde el punto de vista tecnológico, los avances en realidad virtual, la distribución digital, la inteligencia artificial y la tecnología ponible (por ejemplo, los dispositivos de monitoreo electrónico y las cámaras corporales) están emergiendo y afectan a los procesos de la actividad.

Desde el punto de vista social, la disrupción digital y el ritmo del cambio, el valor de la inversión del contribuyente y la necesidad de sostenibilidad son, entre muchos otros, factores que inciden en la toma de decisiones.

En paralelo con la reacción continua ante la COVID-19 y la gestión de esta, el entorno operativo de los servicios penitenciarios modernos está repleto de elementos competidores que influyen en el camino a seguir.

Teniendo todo esto presente, el Servicio Correccional de Canadá (CSC, por sus siglas en inglés) está explorando dos espacios que pueden ayudarnos a trazar nuestro itinerario estratégico.

En primer lugar, la modernización holística, que en términos generales puede definirse como una evolución de la organización desde un punto de vista empresarial, ha devenido tema de conversación constante a nivel ejecutivo.

 Nuestras discusiones con respecto a la modernización son una ampliación de las discusiones que mantenemos entorno a la cuestión digital. Significa que la modernización incluye la digitalización, además de considerar otros aspectos clave de la actividad, entre los cuales se encuentran la cultura, la propiedad inmobiliaria, las políticas y otros aspectos.

En segundo lugar, informando el pensamiento de la modernización, el CSC observa los resultados deseados y determina de qué modo estos podrían redundar en beneficios sociales y económicos más sólidos. Es decir, ¿de qué modo podría el sistema correccional de Canadá aprovechar los esfuerzos invertidos en modernización para mejorar la seguridad y la prosperidad de las comunidades canadienses?

Crear asociaciones entre los resultados deseados del sistema penitenciario y los beneficios económicos y sociales potenciales puede proporcionar el espacio para trabajar en la causa de la defensa del interés económico de la inversión en un sector que, por tradición, ha presentado dificultades para generar compromiso financiero o fomentar el interés del sector político.

Pensando en un enfoque de resultados ambicioso, las jurisdicciones penitenciarias pueden empezar a explicar un relato que ejemplifica el valor de un sistema robusto en el que las instituciones puedan contribuir al crecimiento económico y al avance de la comunidad, en lugar de ser consideradas componentes “indeseables pero necessários” de una sociedad segura y cívica.

Hacer que estos resultados más ambiciosos sean algo arraigado y específico para la cultura en el sector penitenciario es esencial para el éxito. Hay una oportunidad de desarrollo interno para los empleados del sector, consistente en la posibilidad de pensar y actuar de un modo empresarial en lugar de continuar aislados y actuando en «silos».

En la jurisdicción canadiense, las prioridades gubernamentales federales incluyen también consideraciones fundamentales con respecto a investigar y planificar los centros penitenciarios del futuro. El reciente discurso de la Corona destacó las prioridades federales que modelarán la toma de decisiones para el gobierno actual; si bien hay prioridades tradicionales que van en la línea de la seguridad pública en relación con la creación de comunidades más seguras, creo que el tema penitenciario pueden ser un motor para avanzar en la agenda más amplia del gobierno.

En particular, creo que hay margen para que los centros penitenciarios contribuyan a la economía, la diversidad y el clima sin dejar de cumplir los objetivos esenciales en materia de seguridad pública desde el punto de vista de la modernización.

Comprender la forma en que la modernización puede ayudar a impulsar el progreso en relación con estas otras áreas prioritarias y al mismo tiempo crear asociaciones con resultados ambiciosos, puede describirse a través de una serie de ejemplos ilustrativos.

Debe tenerse en cuenta que es posible que ahora mismo las acciones necesarias para materializar estos ejemplos no estén en curso, pero la exploración de los fundamentos tecnológicos para su materialización está empezando.

Sector penitenciario y economia

Empezando por la economía, el sector penitenciario puede emprender la defensa de la inversión estructurando la trayectoria de los delincuentes como un análisis de costes.
 
El cuidado y la custodia de los delincuentes conlleva una carga de costes, desde los básicos como la alimentación y el alojamiento hasta la atención sanitaria, la impartición de programas, la seguridad y la infraestructura.
 
Si se añaden a ello los costes asociados a los servicios de libertad condicional, incluidos sus quebrantamientos, y el coste total de la atención al delincuente durante todo el procedimiento judicial penal, la suma es importante.
 
En materia de correcciones, existe consenso general en que el éxito se mide en términos de reducción de la reincidencia. Sin embargo, sugiero que un argumento de más peso, si cabe, para invertir dólares del contribuyente es el que resulta de extrapolar nuestro análisis más allá de la reincidencia y pensar en la aportación al PIB.
 
El trayecto más directo para llegar a este cálculo es a través del empleo viable posterior al período de encarcelamiento. Para hacer posible el paso de la pertenencia a la población reclusa a la integración en la población activa, el sistema penitenciario debe replantearse la forma en que imparte los programas.
 
La programación modernizada de la rehabilitación y la educación debe poder adaptarse a las necesidades de una población delincuente cada vez más compleja y diversa, y a las demandas de la población activa, fomentando al mismo tiempo una cultura de empatía y compasión entre todas las partes interesadas del ecosistema del sector penitenciario.

Hacer que nuestra ambición trascienda la cuestión de la reincidencia también significa crear continuidad y coherencia en el conjunto del sistema de la justicia penal, para asegurar que la experiencia del delincuente, desde el tribunal, durante el período de encarcelamiento y también durante la libertad condicional, se oriente a dejar en libertad a una persona que pueda ser un miembro que aporte a la sociedad.
 

Además, hacer de cualquier parte de esta noción una realidad exigiría un ecosistema de colaboración y alianza entre el sistema penitenciario, proveedores, investigadores y organizaciones profesionales.

Sector penitenciario y diversidad

Adentrándonos más en la complejidad de la población delincuente, normalmente llegaremos a la prioridad gubernamental de la diversidad.

La variación entre la población delincuente ha evolucionado superando las cuestiones de raza, credo o religión. Para mantener un entorno respectuoso e inclusivo, deben tenerse en cuenta la identidad de género, la situación del colectivo LGBTQ+ y multitud de otros factores.

Se trata de consideraciones que también van más allá de los muros de la institución penitenciaria, y deben ser componentes del establecimiento de una cultura de acogida para empleados, clientes y partes interesadas del sistema penitenciario.

Hay diversas modificaciones simples que pueden hacerse desde la perspectiva tecnológica para iniciar una trayectoria inclusiva; por ejemplo, la inclusión de campos relativos a la identidad de género en los formularios para delincuentes puede ser más amable.

Sin embargo, la auténtica oportunidad para los funcionarios penitenciarios reside en el desarrollo de una mentalidad favorable a la diversidad, para que las decisiones de diseño y las interacciones conductuales reflejen los objetivos descritos por el gobierno.

Desde la perspectiva de las ventajas, una mentalidad favorable a la diversidad, cuando se aplica a los delincuentes, puede ayudar a estas personas a definir y explorar sus identidades y a conectar con sus comunidades. Los resultados finales de dicha conexión con la comunidad pueden ser un mayor sentido de titularidad en una sociedad en funcionamiento, con la posibilidad de reducir el riesgo de reincidencia.

Para los empleados, una mentalidad favorable a la diversidad puede resultar en un entorno de trabajo respetuoso e inclusivo y, probablemente, en una mejor impartición de programas a los delincuentes gracias a la creación de un espacio de trabajo seguro.

Sector penitenciario y medio ambiente

El medio ambiente se considera una prioridad a escala mundial, y el contexto canadiense no es una excepción. El CSC es uno de los departamentos del Gobierno canadiense que genera una mayor huella de carbono.

Para cumplir con nuestro mandato, debemos disponer de una estructura física capaz de albergar a delincuentes diversos, y a todos ellos deben prestarse servicios; es necesario contar con personal para atender las instituciones tanto in situ como a distancia; y los servicios tecnológicos son esenciales para que la actividad pueda funcionar.

Sin embargo, la modernización brinda la oportunidad de replantear la actividad, y es imperativo tener presente la agenda ecológica en la toma de decisiones futuras.

Existen maneras ya definidas centradas en la tecnología para hacer que la actividad sea más ecológica; por ejemplo, la migración a la nube y la utilización del edge computing, con lo que se eliminaría la necesidad de una infraestructura altamente exigente en consumo energético como son los centros de datos.

Sin embargo, aleccionamientos recientes, de la pandemia, pueden proporcionar una inspiración más centrada en el medio ambiente. ¿Pueden los servicios penitenciarios aprovechar plataformas de reunión en línea para prestar servicios y así reducir el número de empleados que deben desplazarse para trabajar presencialmente y, en consecuencia, las necesidades inmobiliarias? ¿Pueden utilizarse redes 4/5G robustas para que ya no sean necesarias las conexiones a internet por cable, y así el desarrollo del sitio físico sea más ágil y eficiente?

La modernización facilita un punto de vista que permitirá replantear la actividad penitenciaria, con factores como el medio ambiente que contribuirán a la obtención de resultados más ambiciosos.

Formación y desarrollo para materializar el futuro

En este contexto, las nociones mencionadas en torno a materializar la modernización son amplias, pero se encuentran en el terreno de lo posible. Sin embargo, la necesidad de modernización cultural o, más concretamente, de desarrollo de los empleados con respecto a la modernización, es subyacente a cualquier posible éxito.
 

Formación y desarrollo son componentes esenciales de la modernización, y esta constituye un cambio organizativo que abarca todas las áreas de la actividad y tiene potencial para intensificar los resultados del sector penitenciarios de modo que devengan resultados sociales y económicos.

Simon Bonk

Simon Bonk es el Director de Tecnologías de la Información en el Servicio Correccional de Canadá. En su cargo, Simon se ocupa de colaborar con sus socios para identificar oportunidades en las que la activación de los servicios de gestión de la tecnología y la información puedan resolver dificultades propias de la actividad. Actualmente, Simon explora el terreno de la estrategia digital y la modernización del sector. Mediante tecnología, datos y procesos modernos, ve que hay oportunidades para seguir revolucionando la actividad y los resultados sociales.

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