Contexto & Problema
Las investigaciones muestran que, si bien el número de delitos ha disminuido, el número de presos no. Los ciudadanos se sienten inseguros, vulnerables y no confían en los responsables políticos ni en las instituciones. Por lo tanto, es importante mirar las brechas de una manera más amplia y cuestionar nuestra responsabilidad en este proceso. Si observamos la situación resultante de los problemas de los flujos de inmigración, el terrorismo, la prevención y el control del crimen, etc. desde un punto de vista institucional público, podemos ver que, a pesar de ser multidimensional, no hay respuestas multidimensionales, dadas las brechas entre las instituciones públicas responsables de superarlas. Además, los actores públicos y privados a menudo se perciben remando en direcciones opuestas debido a sus intereses aparentemente diferentes.
Por lo tanto, como agencias gubernamentales, debemos crear relaciones sólidas entre los actores públicos y privados, buscando la complementariedad de los objetivos bajo los mismos valores.
En un análisis a nivel macro, nuestro objetivo sería recurrir a las tecnologías para disminuir la detención preventiva, humanizar el tratamiento de los presos y darles a ellos y a la sociedad un enfoque diferente de la justicia. Junto con esta visión, se necesita un análisis a nivel micro, comprometido con el diseño de nuevas estrategias y métodos que contemplen la presencia interactiva conjunta de las herramientas de seguridad tecnológica e innovación social más recientes. Es en este contexto donde se creó el Laboratorio Experimental de Penitenciaría Forense (ELPeF, por sus siglas en inglés).
Solución
El ELPeF se basa en pruebas para nuevas tecnologías operativas e innovadoras en entornos reales y en metodologías correccionales experimentales.
Pondrá a la Policía Penitenciaria a la vanguardia de las tareas de investigación, prevención y contraste de delitos, sobre todo los relacionados con el terrorismo y el crimen organizado, mediante el uso de tecnologías innovadoras que permiten la adquisición y el análisis de datos, el análisis forense móvil, el uso de drones y tecnologías 3D especiales para la reconstrucción de escenas de crimen y el análisis dinámico de grupos en prisión.
La ambición del ELPeF es la experimentación de métodos integrados que intensifiquen la seguridad de la sociedad junto con la seguridad específica de los establecimientos penitenciarios, al actualizar e implementar tecnologías que ya existen (tecnologías operativas) y, al mismo tiempo, ejecutar proyectos piloto tecnológicos innovadores con tecnologías disruptivas.
También tiene como objetivo probar y validar nuevas metodologías que van más allá del muro, con reclusos condenados por delitos relacionados con el terrorismo y/o pertenencia a organizaciones delictivas con los que trabajar conjuntamente, a través de actividades grupales de mediación penal, participación de la comunidad y potencialmente conducir a la mediación individual.
Estas actividades forman parte de un plan de cooperación público-privada. Se basan en entornos reales, son administradas por profesionales de primer nivel y se enmarcan en los valores éticos y legales de la UE, como parte de la legislación nacional.
Es un hecho que si, por un lado, la tecnología puede responder a problemas de seguridad, protegiendo al personal de conflictos violentos con los reclusos, por otro lado, la ausencia de una relación humana entre los trabajadores y los reclusos puede desembocar en un nivel mucho más alto de violencia. Por lo tanto, la idea detrás del uso de la tecnología es no inscribir al personal para tareas de monitoreo que puedan ser realizadas fácilmente por máquinas, sino beneficiarse de los recursos humanos pertenecientes a las fuerzas de seguridad que operan en la cárcel para tareas de investigación, adquisición y análisis de datos, análisis de dinámicas de grupo, y, por último pero no menos importante, para cooperar con el personal cuyo rol está directamente relacionado con la rehabilitación y la reinserción social de los delincuentes.
Las siguientes soluciones tecnológicas deben probarse dentro del ELPeF, gracias a las nuevas tecnologías y a los equipos proporcionados por socios privados y/o adquiridos por el Departamento de Tecnología de la Información del Ministerio de Justicia:
- Pruebas operativas de análisis Forense Móvil (incluyendo e-SIM) para investigaciones de múltiples agencias en prisiones y entornos relacionados (libertad condicional, medidas alternativas, contactos, etc.), bajo el control de agencias judiciales. Se ha actualizado un software LEA tradicional para las necesidades específicas de la prisión.
- Importancia del Análisis de Datos de Teléfonos Móviles para los datos generados dentro y alrededor de las prisiones, con los nuevos multi-SIM. Los nuevos horizontes de reconocimiento de voz y traducción forense están diseñados para explotar las primeras y cruciales 48 horas de investigación, en cooperación con las oficinas de los fiscales.
- Oportunidades conectadas a las nuevas soluciones de aviónica no tripuladas para: a) nuevas formas de vigilancia y protección de las cárceles (incluidas las soluciones anti-UAV); b) búsqueda de prisioneros fugitivos y prevención de disturbios; c) dinámica forense y reconstrucción navegable en 3D de escenas del crimen dentro de las cárceles; d) nuevos modelos de mantenimiento y diseño. El uso de drones y otras soluciones relacionadas se están probando actualmente.
- Nuevas cámaras integradas, sensores y soluciones TIC para la automatización de prisiones y para gestionar los movimientos de los internos mediante el reconocimiento facial, cuando se aplican restricciones legales específicas. La solución se está desarrollando en cooperación con varios socios privados en base a las pruebas implementadas.
- Global Security Manager (Administrador de Seguridad Global): un programa específico en desarrollo que incluye la capacitación y el reconocimiento del perfil profesional para la gestión integrada de la seguridad cibernética dentro de las cárceles.
Además de la necesidad de garantizar la seguridad mediante el uso de la tecnología, parece importante reconsiderar el sistema judicial, ofreciendo un nuevo modelo que involucre al delincuente, la víctima y la comunidad.
Con respecto a la mediación penal, el primer paso del proyecto piloto es establecer un entorno de confianza mutua entre el mediador y el grupo. Se espera que varios encuentros brinden una nueva perspectiva: los criminales no son sus crímenes, sino personas que deben asumir la responsabilidad de su comportamiento. El segundo paso es hacer que el grupo se reúna con una víctima «específica». «Una víctima específica» es alguien que no es la víctima directa de los internos a los que se enfrentará, pero es alguien que ha experimentado el mismo tipo de delito. Esta estimulación podría, con suerte, conducir a caminos de mediación penal individuales.
La mediación penal no solo ofrece la posibilidad de la reconciliación, sino también de reconstruir la relación entre las dos personas divididas por el conflicto, lo que hace que cada una de ellas participe activamente en el proceso y les ayude a encontrar una solución que sea conveniente para ambas.
Todo el proceso se llevará a cabo por mediadores penales cualificados. A lo largo de toda la prueba, algunos indicadores específicos revelarán la eficacia de todo el proceso y se crearán nuevos, junto con la experimentación del uso de tecnologías inmateriales.
Resultados
Se espera que los primeros resultados de estas experimentaciones se presenten en abril de 2019.
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Ministerio de Justicia de Italia, Departamento de la Administración Penitenciaria para el Triveneto