De recluso a Innovador: La historia exitosa del recluso 289821 en la empresa tecnológica ViaPath

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Gad Tobaly

La trayectoria de Antonio Sadler, desde una década en prisión hasta contribuir a dar forma a la tecnología de tablets que una vez le proporcionó un salvavidas, ejemplifica el poder de la resiliencia y la redención. 
 
En la juventud, la vida de Antonio estuvo marcada por una serie de encontronazos con la ley que lo llevara a programas de rehabilitación, reformatorios y, en última instancia, a la cárcel. Fue detenido a los 20 años, cuando ya estaba casado y tenía dos hijas. “Me acusaron de delitos de los que no podía defenderme, lo que me llevó a declararme culpable y a recibir una condena de 15 años”, cuenta Antonio. “Cumplí 10 años de esa condena”. 
 
Dentro de los confines del Departamento Penitenciario de Carolina del Sur, Antonio participó en un programa del centro de reinserción que recreaba una jornada laboral típica, inculcándole disciplina y habilidades. “Empecé como un lavavajillas, que era lo peor, y fui ascendiendo hasta asistente del capellán”, recuerda. Fue allí donde la afinidad de Antonio por la tecnología floreció a medida que aprendía y luego enseñaba a otros a utilizar Microsoft Office, habilidades que más tarde serían inestimables en su carrera.
 
“La introducción de tabletas marcó un punto de inflexión”, afirma Antonio. Cuando la pandemia de COVID-19 provocó un encierro generalizado y el fin de todas las visitas familiares, el ambiente resultante estaba cargado de tensión y malestar. “Las tabletas contribuyeron a reducir la tensión y, por primera vez, pude sentarme en mi cama a hablar con mi mujer y no estar al lado de otro tío”, explica. “Los mensajes y las fotos me permitieron comunicarme con mi padre cuando la quimioterapia le impedía hablar”.
 
Antonio atribuye al impacto positivo y transformador de la tecnología en su vida en prisión lo haya orientado hacia su papel actual. 
 
Tras su puesta en libertad, Antonio se embarcó en una nueva misión con ViaPath Technologies, la empresa responsable de las tablets en que se habían convertido en la salvación de su salud mental en la cárcel. El entusiasmo de Antonio es contagioso cuando habla de su función, en la que gestiona el producto de mensajería digital de ViaPath y supervisa el envío de 500 millones de mensajes al año, incluidas tarjetas digitales de felicitación. 
 

“Intento que las tarjetas de felicitación tengan humor y expresen sentimientos que resuenen en las personas que están presas y sus familias”, explica Antonio.

Pero el viaje de Antonio también se ve matizado por las duras realidades a las que se enfrentan muchas personas tras la puesta en libertad. Ha sido testigo de todo tipo de experiencias de reinserción, desde las exitosas hasta las trágicas. 

Su voz se tornó sombría cuando reflexionó sobre el destino de dos amigos: uno que encontró la estabilidad y la felicidad tras 30 años de prisión, y otro que sufrió una sobredosis de drogas poco después de reunirse con su hijo.

No se trata solamente de una redención personal, sino también de contribuir a soluciones que marquen una verdadera diferencia en la vida de las personas encarceladas y sus familias.

Antonio Sadler

Estos resultados opuestos subrayan la importancia del trabajo que Antonio lleva a cabo: el desarrollo de tecnología y programas que apoyen la rehabilitación y reinserción de personas que han estado en prisión. Antonio cree profundamente en esta causa y afirma: “He observado una creciente atención a las segundas oportunidades, lo que me da esperanzas de que la cosas cambien.”

Antonio enfrentó grandes desafíos al adaptarse al mundo de la tecnología y las empresas, pero los superó con determinación. “El mayor reto fue familiarizarme con la terminología técnica y entender cómo funcionaba”, recuerda.

Ahora, cuando echa la vista atrás, Antonio lo hace con una mezcla de sorpresa y orgullo: “Es asombroso reflexionar sobre cómo una tableta en la cárcel no solo transformó mi trayectoria profesional, sino que también tuvo un profundo impacto en mi familia, mi salud mental y mi autopercepción.”

Su papel en ViaPath va más allá de lo que pone la descripción de su función en la empresa; es un lugar desde dónde puede servir y representar aquellos entre los que una vez estuvo. “Soy un verdadero defensor de quiénes están privados de libertad”, afirma. 

La historia de Antonio Sadler no es sólo una historia de redención personal; es un testimonio inspirador de la diferencia que puede marcar una persona cuando se guía por un propósito y aprovecha las oportunidades de transformación. Ha construido un puente entre el encarcelamiento y la reinserción, contribuyendo al mismo tiempo a soluciones que impactan vidas, tanto dentro como fuera de los muros de la prisión.

Gad Tobaly lidera las operaciones internacionales de ViaPath Technologies, un proveedor global de soluciones tecnológicas integrales para el sector penitenciario. La empresa respalda a más de 2500 centros penitenciarios y a dos millones de personas encarceladas en todo el mundo, operando tanto directamente como a través de socios locales. Con un máster en Sistemas de Información de Gestión y fluidez en cuatro idiomas, Gad Tobaly aporta una amplia experiencia en expansión global y gestión de software empresarial.

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