Entrevista
Rita Alarcão Júdice
Ministra de Justicia, Portugal
Para la ministra de Justicia, Rita Alarcão Júdice, el sistema de justicia debe verse desde la perspectiva del ciudadano, garantizando que cada institución, desde los tribunales hasta las prisiones, sirva eficazmente a la sociedad. En esta entrevista, analiza cómo esta visión se traduce en acciones dentro del sistema de justicia penal portugués.
Aborda los desafíos persistentes en el sistema penitenciario y expone los esfuerzos del gobierno para modernizar la infraestructura carcelaria, mejorar la atención sanitaria de las personas privadas de libertad e introducir soluciones digitales que refuercen la rehabilitación.
También destaca la compleja tarea de equilibrar seguridad y reinserción, y explica por qué el éxito de un sistema penitenciario no debe medirse solo por cómo aplica las penas, sino por cómo prepara a las personas para la vida más allá de los muros de la prisión.
¿Cuál es su visión del sistema de justicia en Portugal y cuáles son las áreas de mayor atención durante su mandato?
RAJ: Cuando hablamos de justicia, lo primero que nos viene a la cabeza suele ser el funcionamiento de los tribunales. Sin embargo, como ministra de Justicia, mis preocupaciones van más allá. Incluyen el sistema penitenciario y la reinserción, los centros de detención de menores, la protección de las víctimas, la Policía Judicial, los registros civiles, la medicina forense, la propiedad intelectual, la formación judicial, la tecnología y las infraestructuras de apoyo a la justicia y, por supuesto, la administración y gestión de los tribunales.
Los jueces son responsables de la aplicación de la justicia, pero es el gobierno quien define la política de justicia y el Ministerio de Justicia, en particular, quien gestiona los recursos de la justicia.
Una vez tenemos esto presente, todas las áreas merecen mi atención, pero el principal reto es ver la justicia desde la perspectiva del ciudadano, recordando siempre que el sistema judicial existe para servir a la gente. Espero que todas las instituciones y organizaciones judiciales lo tengan presente y que se comprometan a prestar servicios de alta calidad y en los plazos oportunos.
¿Qué progresos se han hecho en el sistema penal portugués y cuáles son los cambios que considera esenciales para su mejora?
RAJ: El sistema penal portugués se basa en principios humanistas y progresistas, pero esto no siempre queda reflejado en la práctica, especialmente con las penas de prisión.
Existen problemas persistentes y bien conocidos, sobre todo en relación con las condiciones de detención y la disponibilidad de recursos materiales y humanos. Estos problemas han suscitado las críticas de organismos internacionales de derechos humanos, y son consecuencia de la falta de inversión a lo largo de los años.
Apesar de ello, se han dado pasos positivos. Nuestros servicios penitenciarios y de reinserción han desarrollado una serie de iniciativas de rehabilitación y reinserción que se distinguen como buenas prácticas. Por medio del arte, proyectos como Ópera en la Prisión y Corpos em Cadeia (Cuerpos Encadenados) han tenido un impacto significativo en muchos jóvenes encarcelados. En el ámbito de los deportes, un programa diseñado para promover la práctica regular del rugby en las prisiones como herramienta de educación, formación y reinserción social, fue reconocido con un premio European Fair Play.
Existen también varios proyectos centrados en la sostenibilidad y la responsabilidad social. Horticultura Vertical, Solidaridad Horizontal combina técnicas agrícolas innovadoras con una nutrición más sana para las personas encarceladas, al tiempo que suministra productos frescos a familias desfavorecidas.
Freedom Crickets forma a jóvenes reclusos en la producción sostenible de proteínas mediante la cría de grillos para consumo humano. Otra iniciativa importante, Pelos 2, es un programa de terapia con animales en el que personas encarceladas de varias prisiones del norte adiestran perros, fomentando la rehabilitación a través de la responsabilidad y el cuidado.
La modernización de la asistencia sanitaria dentro de las prisiones ha sido también una prioridad. La transición digital de los historiales clínicos, integrándolos dentro del Servicio Nacional de Salud, está a punto de concluir, lo que garantizará una continuidad y una mejor atención médica de las personas que se encuentran bajo nuestra custodia. Al mismo tiempo, estamos transfiriendo gradualmente al Ministerio de Sanidad la responsabilidad de la gestión de la sanidad penitenciaria.
En materia de reinserción social y mejora de las condiciones laborales de las personas detenidas, trabajamos con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para introducir una nueva legislación que regule el trabajo en prisión. El objetivo es aproximar al máximo las condiciones de trabajo en prisión a las del exterior —adaptándolas a las limitaciones concretas existentes— y garantizar el acceso a la protección social.
En cuanto a la dotación de personal, hemos dado pasos importantes para mejorar el marco de la carrera profesional de los funcionarios de prisiones. Igualmente, estamos mejorando las instalaciones penitenciarias y reforzando los sistemas de seguridad, porque sin seguridad y orden la rehabilitación resulta mucho más difícil.
Se ha hecho mucho desde que asumimos el cargo, pero sabemos que aún queda mucho por hacer.
Nuestro objetivo sigue siendo mejorar las condiciones de las prisiones, valorar a los profesionales que trabajan en el sistema e invertir en programas de trabajo y rehabilitación que apoyen verdaderamente la reinserción y reduzcan la reincidencia.
¿Cuál es el plan del Gobierno para modernizar las infraestructuras penitenciarias y mejorar las condiciones tanto de los reclusos como del personal?
RAJ: Hemos acelerado la inversión en instalaciones penitenciarias, con proyectos de mejora que abarcan las 49 prisiones del país. Estos esfuerzos se orientan también por las recomendaciones de una auditoría de seguridad que encargamos a la Inspección General de Servicios de Justicia, finalizada a finales de 2024.
El informe puso de manifiesto deficiencias críticas tanto en la infraestructura física como en la tecnológica, que ahora se están abordando mediante un plan de intervención estructurado y por fases gestionado por la Dirección General de Reinserción y Servicios Penitenciarios.
Existen algunos casos, no obstante, que requieren medidas más urgentes. Así, en la prisión de São Miguel, en las Azores, donde se construirá un nuevo centro desde cero, y en la prisión de Lisboa, que está a punto de cerrarse, ya se están realizando obras urgentes de mantenimiento para garantizar unos niveles mínimos de dignidad y seguridad. No podemos permitir que continúen las condiciones de deterioro grave de estas instalaciones mientras sigan en uso.
En septiembre de 2024, el Comité de Ministros del Consejo de Europa destacó la falta de una estrategia global para reducir el hacinamiento en las cárceles, que afectaba a más de la mitad de las prisiones portuguesas. ¿Cuál es su valoración de este problema? ¿Existe la necesidad de ampliar el uso de penas alternativas?
RAJ: A escala nacional, el hacinamiento en las prisiones no es un problema sistémico, pero algunos centros funcionan por encima de su capacidad. Esto se debe, en gran medida, a factores como la necesidad de colocar a las personas detenidas más cerca de sus familias, redes sociales o de los tribunales que llevan sus casos.
Dicho esto, debemos examinar más de cerca las razones subyacentes de la tasa de encarcelamiento relativamente alta de Portugal, así como la duración de las penas de prisión, que según los datos del Consejo de Europa está por encima de la media.
El marco jurídico portugués ofrece ya una amplia gama de penas no privativas de libertad y medidas alternativas, y los tribunales recurren a ellas con frecuencia.
El verdadero desafio consiste en garantizar que todas las penas (de cumplimiento carcelario o en la comunidad) sean realmente eficaces. El apoyo y la intervención deben ser lo suficientemente sólidos como para poder cumplir su objetivo principal: prevenir la reincidencia .
Portugal ha impulsado la modernización del sistema judicial, incluido el sector penitenciario. ¿En qué fase se encuentran las iniciativas en curso, como la instalación de teléfonos en las celdas? ¿Qué otros proyectos de modernización destacaría?
RAJ: La tecnología está desempeñando un papel fundamental en la humanización y la eficacia del sistema penitenciario. Como ya se ha mencionado, la digitalización de los historiales médicos y su integración en el sistema del Servicio Nacional de Salud comenzó el año pasado y se encuentra ahora en su fase final.
Tras el éxito de un programa piloto en varias prisiones, la instalación de teléfonos en las zonas comunes se está extendiendo a todo el país, y se espera que esté terminada a finales de este semestre.
Otro proyecto piloto actualmente en curso permitirá que las personas detenidas puedan acceder a una plataforma digital segura para la presentación de solicitudes y poder consultar de manera segura recursos en línea. Esta iniciativa, que ya se está probando en tres centros, pretende mejorar la alfabetización digital, facilitar el acceso a la información y agilizar los procesos administrativos.
Estas dos medidas no sólo refuerzan la comunicación externa de forma estructurada y segura, sino que también contribuyen a dotar a las personas de competencias digitales esenciales.
Además, estamos modernizando los sistemas informáticos de la Dirección General de Reinserción y Servicios Penitenciarios para garantizar una mejor integración e interoperabilidad de los datos, lo que redundará en un sistema de gestión más eficiente.
¿Qué papel cree que puede jugar en la mejora del sistema penitenciario portugués la adopción de buenas prácticas, ya sea a través de innovaciones nacionales o de referencias internacionales?
RAJ: Observar lo que hacen otros países y comprender el impacto de las distintas políticas es siempre valioso. Siempre que introducimos reformas, ya sean legislativas u operativas, examinamos a fondo las leyes y prácticas de otras jurisdicciones, así como las recomendaciones de organizaciones internacionales.
En la Dirección General de Reinserción y Servicios Penitenciarios, esta perspectiva está integrada en el trabajo del Centro de Estudios, Investigación y Planificación. Esta unidad se encarga de desarrollar investigaciones y estudios aplicados en áreas clave como la reincidencia, la protección de las víctimas y el impacto de las medidas de rehabilitación.
También desempeña un papel central evaluando la eficacia de los programas de intervención y garantizando que las metodologías utilizadas en los sistemas penitenciarios y educativos tutelares se revisan y mejoran continuamente. Colabora activamente con instituciones homólogas y organismos de investigación, tanto en Portugal como en el extranjero, fomentando el intercambio de buenas prácticas y garantizando que se mantengan informados y actualizados los enfoques utilizados en nuestro sistema penitenciario.
Portugal ha contribuido también con iniciativas que han obtenido reconocimiento, como algunos de los proyectos que he mencionado anteriormente. Varios de ellos han sido distinguidos internacionalmente dentro del sector penitenciario, como Horticultura Vertical, Solidaridad Horizontal, que ganó el Prison Achievement Award de EuroPris. Esperamos que algunos de los progresos que estamos consiguiendo puedan servir, a su vez, de inspiración para otras jurisdicciones.
Rita Alarcão Júdice
Ministra de Justicia, Portugal
Rita Alarcão Júdice es ministra de Justicia de Portugal desde abril de 2024. Es licenciada en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Portuguesa y cuenta con más de 25 años de experiencia como abogada especializada en Derecho Inmobiliario. Entre 2013 y 2023, fue socia de PLMJ, uno de los principales bufetes de abogados de Portugal. Rita Júdice ha sido también coordinadora de vivienda del Consejo Estratégico Nacional del Partido Socialdemócrata y ha sido elegida diputada en las elecciones de 2024.
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