Entrevista
Ioana Morar
Subdirectora General, Administración Penitenciaria de Rumanía
La Dra. Ioana Morar es subdirectora general de la Administración Penitenciaria de Rumanía y una figura clave en el apoyo a la transición del país hacia unos servicios penitenciarios centrados en la rehabilitación. Con formación en psicología y más de dos décadas de liderazgo en los servicios de reinserción penitenciaria, ha contribuido de manera significativa a la elaboración de las estrategias nacionales y a orientar las reformas de todo el sistema. En esta entrevista, reflexiona sobre los avances de Rumanía, las lecciones aprendidas y las prioridades que marcarán los próximos años.
Echando la vista atrás, ¿cómo caracterizaría la evolución de la rehabilitación en el servicio penitenciario rumano? ¿Qué iniciativas reflejan mejor este cambio centrado en la rehabilitación?
IM: A lo largo de dos décadas de experiencia en el sistema penitenciario rumano, he tenido la oportunidad de presenciar e inspirar la transformación institucional progresiva a todos los niveles. Desde esta perspectiva, la reintegración social es uno de los ámbitos de cambio más prometedores.
Por eso, una de nuestras prioridades clave siempre ha sido reforzar las políticas penitenciarias con acciones cívicas que tengan un impacto positivo y sostenible más amplio en la sociedad. Al pensar en los avances en este ámbito, mencionaría las medidas necesarias para consolidar el enfoque de reintegración social del sistema, mediante el desarrollo y la adopción de políticas y normas centradas en la rehabilitación y la reducción de la reincidencia.
He tenido el honor de poder comprometerme y aportar mi experiencia profesional al servicio de un objetivo superior, que es mejorar el trato a las personas bajo condena mediante el desarrollo y la puesta en práctica de políticas, programas, metodologías y directrices, así como experiencias y enfoques humanitarios que conduzcan a una base más sólida y duradera para un cambio positivo.
Entre las iniciativas emblemáticas que se han puesto en marcha en el sistema penitenciario rumano figura la primera estrategia del país centrada en la reintegración social.
La Estrategia Nacional para la Reintegración Social fue un documento programático aprobado a nivel nacional que, por primera vez, promovió un mecanismo de conexión interinstitucional sólido y articulado, cuyo objetivo era garantizar una intervención continua y eficaz de todas las instituciones comunitarias responsables durante todas las etapas del proceso de reintegración. A lo largo de dos ejercicios estratégicos consecutivos (2015-2019, 2020-2024), esto ha tenido un impacto en el interés común de estas instituciones por ayudar adecuadamente a las personas que corren el riesgo de exclusión social.
Otro importante paso adelante fue la primera normativa dedicada a las actividades y programas de rehabilitación para personas encarceladas.
Esta normativa, que proviene directamente del Ministerio de Justicia, reunió en un único documento normativo las reglas para la prestación de actividades educativas, psicológicas y de asistencia social estandarizadas. Estas normas y reglas se aplican ahora en todas las unidades penitenciarias, así como en los centros educativos o de detención de toda Rumanía, lo que contribuye a garantizar un apoyo más coherente a cada persona. Asimismo, cabe mencionar la adopción de un instrumento innovador diseñado para fomentar el comportamiento prosocial de las personas privadas de libertad, el sistema de créditos.
Este mecanismo motivacional se basa en el condicionamiento psicológico del comportamiento humano, partiendo de la premisa de que la intervención directa en los factores motivacionales crea condiciones favorables para el cambio de comportamento.
JT: Recientemente se han realizado inversiones en investigación, entre las que se incluyen un análisis en profundidad de las causas de la reincidencia en Rumanía (Proyecto SECURE) y la creación de una estructura de estudio, análisis e investigación dentro de la Administración Penitenciaria (Proyecto 4NORM-ality).
¿Qué conclusiones destacaría de esta investigación y cómo se aplicarán en la práctica?
IM: El estudio realizado en el marco del proyecto SECURE, financiado por Norway Grants, representa el diagnóstico más reciente y completo de los fenómenos delictivos en Rumanía, así como el conjunto más completo de conclusiones y recomendaciones actualizadas sobre este ámbito de interés.
El análisis del proyecto SECURE se basó en una metodología multifacética para abordar las causas de la reincidencia, basada en tres componentes principales: una encuesta cuantitativa realizada a 1300 personas de la población reclusa y personas que han salido de prisión, una encuesta cuantitativa basada en una muestra representativa a nivel nacional de 1023 encuestados de la población general y una investigación cualitativa basada en tres pares de grupos focales, con miembros de varios grupos profesionales relevantes y 50 entrevistas individuales.
Los resultados obtenidos son originales y de gran interés nacional. El estudio reveló una serie de conclusiones sobre el perfil de las personas que reinciden en la conducta delictiva. El factor más importante para predecir la reincidencia delictiva en Rumanía es la disfunción familiar: uno de cada ocho reincidentes procede de menores que en algún momento fueron objeto de una medida de protección especial, concretamente el internamiento; el 31 % de los reincidentes tenía al menos un progenitor con problemas de drogas o alcohol y el 26 % tenía al menos un progenitor con antecedentes penales. El abandono escolar es el segundo factor más importante para determinar el riesgo de reincidencia.
Según los resultados del Estudio Integrado sobre las Causas de la Reincidencia, la mitad de los reincidentes son antiguos menores que abandonaron la escuela.
La edad en la que se comete el primer delito es otro factor importante que predice la reincidencia, ya que el estudio muestra que el 24 % de las personas encarceladas fueron privadas de libertad durante su minoría de edad y un tercio de los condenados reincidieron por primera vez entre los 18 y los 24 años.
Por lo tanto, la prevención y las intervenciones tempranas son las que pueden reducir el riesgo de reincidencia. Todos los programas de prevención de la delincuencia y la reincidencia en Rumanía deben centrarse en estos factores predictivos.
JT: Rumanía está aplicando una nueva Estrategia Nacional de Prevención de la Reincidencia basada en los planes de la Estrategia de Reintegración Social en curso desde 2015 y en los resultados del proyecto SECURE.
¿Cuáles son las prioridades principales de la estrategia 2025-2029 y en qué inversiones se traducirán durante los próximos cuatro años?
IM: La promoción de políticas penales que contribuyan a la seguridad de la comunidad mediante la reducción de la reincidencia sigue siendo una prioridad internacional importante. Como Estado europeo, Rumanía se ha esforzado por armonizar sus políticas nacionales con las recomendaciones internacionales y ha desempeñado un papel activo en la mejora de las actividades para los reclusos y el fortalecimiento de la colaboración interinstitucional mediante la aplicación de la Estrategia Nacional de Prevención de la Reincidencia.
Para el período 2025-2029, el objetivo estratégico es aplicar medidas de prevención primaria, secundaria y terciaria de la reincidencia, con un amplio alcance. Entre los grupos destinatarios, cabe mencionar: los menores en riesgo de cometer actos delictivos, las personas con trastornos mentales y trastornos por consumo de sustancias, las personas que han cometido actos de violencia doméstica y las personas sancionadas con medidas privativas o no privativas de libertad.
Además, el documento estratégico se centra en la identificación y el desarrollo de mecanismos de cooperación interinstitucional, así como en la colaboración con agentes sociales, organizaciones no gubernamentales, voluntarios y operadores económicos, con el fin de facilitar la reinserción socioprofesional de los exreclusos.
¿Qué medidas estratégicas ha adoptado el sistema penitenciario rumano para garantizar la gestión eficaz de los problemas de salud mental de las personas privadas de libertad?
IM: La administración penitenciaria participa activamente en los esfuerzos nacionales para proteger la salud mental y mejorar la calidad de la atención a las personas con trastornos mentales. Entre estos esfuerzos, una iniciativa importante es el Plan de Acción para la aplicación de las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en materia de salud mental (2024-2029).
Este plan tiene por objeto desarrollar servicios médicos y sociales comunitarios y servicios médicos psiquiátricos a nivel comunitario, en particular mediante la creación, ampliación y modernización de estructuras ambulatorias. También comprende medidas para mejorar las condiciones de alojamiento y otros elementos de infraestructura, incluidos los del sistema penitenciario. En este contexto, ya se han creado cuatro unidades especializadas para personas con trastornos mentales graves en las prisiones de Botoșani, Baia Mare, Galați y Craiova.
Otra medida importante es la introducción de una metodología para actividades multidisciplinarias que incluyen intervenciones en equipo, dirigidas específicamente a los comportamientos agresivos y el riesgo de suicidio. Las conclusiones extraídas de los fundamentos teóricos, junto con la necesidad de simplificar y mejorar la eficiencia de la gestión de los casos de autoagresión y heteroagresión en las prisiones, pusieron de relieve la necesidad de promover la gestión de casos mediante esta nueva metodología. Esto contribuye no solo a la participación directa del personal penitenciario en la gestión de los comportamientos agresivos, sino que también promueve una colaboración cohesionada entre los equipos multidisciplinarios.
En relación con la asistencia a estas categorías especiales de personas condenadas, también me gustaría señalar los recientes avances en el marco legislativo, cuyo objetivo es crear unidades especializadas para el tratamiento, la recuperación, la rehabilitación y la reinserción social de las personas adictas a sustancias psicoactivas en centros educativos y penitenciarios. Se ha elaborado una metodología para trabajar específicamente con menores y jóvenes en centros educativos y penitenciarios, que pronto se aplicará en todas las instituciones pertinentes. Las comunidades terapéuticas también desempeñan un papel importante. Estas comunidades, que operan en unidades penitenciarias seleccionadas, promueven la responsabilidad, la conciencia de uno mismo y la interacción social constructiva, lo que contribuye de manera significativa a la reducción de la reincidencia.
Aunque, según el informe SPACE I de 2023, Rumanía está clasificada como un país con una tasa de suicidios en prisión muy baja en comparación con otros Estados europeos, la prevención de este fenómeno sigue siendo una prioridad fundamental. Por ello, hemos dado pasos adelante para crear una línea telefónica de emergencia para la prevención del suicidio, denominada «Línea Azul: elige la vida». La línea de ayuda está destinada a reclusos que se enfrentan a crisis existenciales, sufren depresión moderada o grave, ansiedad u otras situaciones críticas que suponen un riesgo inminente de suicidio.
Aprovechar los avances tecnológicos también puede desempeñar un papel crucial en el apoyo a la salud mental y el bienestar emocional de las personas detenidas. Como ejemplo, hemos desarrollado la aplicación IMSChatbot. Esta herramienta funciona como un asistente virtual que ofrece acceso inmediato a orientación y respuestas. El chatbot ayuda a reducir la ansiedad, la confusión y los sentimientos de aislamiento que a menudo pueden surgir en los entornos penitenciarios, contribuyendo así a mejorar la estabilidad psicológica.
Además, la tecnología de realidad virtual (RV) se ha integrado en las actividades de reinserción social que se llevan a cabo con los delincuentes en cuatro prisiones rumanas: Iași, Oradea, București-Rahova y Baia Mare. Estas experiencias de RV no solo ayudan a desarrollar habilidades y preparan a las personas para la vida después de la puesta en libertad, sino que también proporcionan entornos seguros e inmersivos que pueden ayudar a gestionar el estrés, fomentar la empatía y promover un sentido de propósito, todos ellos elementos esenciales para mantener una buena salud mental durante el encarcelamiento.
De cara al futuro, ¿cuáles cree que son las prioridades más importantes para que los esfuerzos de rehabilitación tengan un mayor impacto?
IM: Yendo más allá, creo que debemos centrarnos más en hacer que los programas transformadores sean más eficaces y en aumentar la participación pública en la creación y revisión de las políticas relacionadas con la reinserción, incluida la vivienda asequible.
La atención informada sobre el trauma, las experiencias adversas en la infancia y, en general, todas las prácticas basadas en la evidencia son consideraciones fundamentales para afrontar los retos relacionados con el proceso de rehabilitación de las personas que han estado encarceladas. Es obligatorio, especialmente en nuestro campo, establecer y aplicar sistemas de investigación y medición del rendimiento que sirvan de base para la toma de decisiones organizativas.
Debemos mantener un enfoque progresista y ser innovadores, al tiempo que nos adaptamos continuamente a las características dinámicas y siempre cambiantes de la población reclusa y, lo que es igualmente importante, a la evolución del mundo exterior, garantizando que este esfuerzo sea progresivo y se lleve a cabo, no solo como una responsabilidad institucional, sino también como una responsabilidad que todos los especialistas que trabajan en el sistema penitenciario deben conocer y asumir.
Ioana Morar
Subdirectora General, Administración Penitenciaria de Rumanía
Ioana Morar, Ph.D., es subdirectora general de la Administración Penitenciaria de Rumanía. Cuenta con más de 21 años de experiencia en la gestión y rehabilitación penitenciaria, habiendo ocupado los cargos de directora general interina, directora de Reinserción Social y jefa del Servicio de Asistencia Psicosocial. Es profesora asociada de la Universidad de Bucarest. Tiene un doctorado en Psicología y un máster en Derecho y Ciencias Sociales. Antigua becaria Fulbright (Universidad de Minnesota, 2022-2023), es también miembro de la junta directiva de EuroPris (2022-2025) y antigua representante regional de la EPEA. Ha contribuido a trabajos de expertos para las Naciones Unidas y el Consejo de Europa sobre cuestiones relacionadas con las prisiones.
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