Reintegración planificada: Detención centrada en la persona y basada en datos en los Países Bajos

Entrevista

Toon Molleman

Subdirector de la División de Prisiones y Detención de Extranjeros de la Agencia de Instituciones Penitenciarias de los Países Bajos

En esta entrevista, el subdirector de Prisiones, Toon Molleman, comparte su visión sobre la evolución de los Países Bajos en materia de detención y rehabilitación. Hablamos sobre cómo el sistema penitenciario neerlandés aborda retos actuales, como la escasez de personal y las limitaciones de capacidad, manteniendo al mismo tiempo un fuerte compromiso con unas condiciones humanas.

También explica el papel de los programas de trabajo dentro de prisión y del apoyo para acceder a empleos externos en las fases previas a la liberación, así como la importancia de evaluaciones tempranas para construir itinerarios de rehabilitación eficaces y centrados en la persona.

¿Cuáles son los retos más acuciantes a los que se enfrenta actualmente el sistema penitenciario neerlandés y qué prioridades están determinando su enfoque para gestionarlos?

TM: Actualmente nos enfrentamos a varios retos urgentes. Entre los más acuciantes se encuentran los relacionados con la capacidad de las celdas y la escasez de personal. Creo que estos retos son comunes a muchos países del mundo occidental. Aquí, en los Países Bajos, los retos consisten en crear suficiente capacidad de detención, atraer y retener a suficiente personal, responder de manera eficaz a las personas de alto riesgo bajo custodia, mejorar la reintegración en la sociedad y hacer frente a una población penitenciaria cada vez más compleja.

Hasta 2018, se cerraron varios centros penitenciarios en los Países Bajos debido al descenso de los índices de criminalidad. Los Países Bajos se hicieron bastante conocidos por ello durante varios años. Sin embargo, ahora estamos tratando de aumentar la capacidad creando más celdas, ampliando el uso de celdas compartidas cuando sea apropiado, introduciendo opciones de libertad anticipada para las personas de bajo riesgo e identificando centros de reinserción social adecuados para apoyar una transición estructurada y supervisada de la prisión a la sociedad.

La cuestión de la escasez de personal está estrechamente relacionada con la presión sobre la capacidad de detención. Cuando la dotación de personal es inferior a nuestros niveles mínimos para un ala, estamos obligados a vaciar y cerrar dicha ala hasta que podamos restablecer la dotación adecuada.

La detención humanitaria es fundamental en nuestro enfoque. Otro principio que defendemos firmemente, y del que me siento muy orgulloso, es que nunca superamos la capacidad prevista.

Apesar de la presión actual sobre la capacidad y la dotación de personal, seguimos dando prioridad a unas condiciones seguras y dignas tanto para el personal como para las personas detenidas.

 

Por ejemplo, solo permitimos que dos personas compartan celda si el ala cuenta con servicios y comodidades adecuados, incluido el acceso a espacios al aire libre, talleres, cocinas u otras instalaciones necesarias.

Hemos evaluado todas las celdas de los Países Bajos para determinar si las comodidades y servicios disponibles son suficientes para permitir su uso compartido. Esto incluye evaluar la ventilación y la calidad del aire, y garantizar que la infraestructura del edificio pueda satisfacer las necesidades físicas y ambientales de dos ocupantes por celda. Este enfoque refleja nuestro compromiso con el mantenimiento de la calidad de la detención, y el servicio penitenciario no está dispuesto a aceptar un deterioro de las normas. Nadie duerme en un colchón en el suelo.

También estamos trabajando intensamente para que en los próximos meses se pueda poner en práctica la liberación anticipada de personas de bajo riesgo. Nuestro enfoque se guía siempre por el principio de hacer justicia y ofrecer una segunda oportunidad. Este lema, que proviene del ámbito político, lo ponemos en práctica cada día combinando una reclusión humana con una preparación significativa para la vida después de la prisión.

Además del trabajo de producción en empaquetado y montaje, PI Vught ofrece formación profesional en metalurgia, carpintería y aplicación de pintura en polvo.

¿Cómo ve la importancia de In-Made y Ex-Made como modelos de rehabilitación basada en el trabajo, especialmente en comparación con los programas de trabajo penitenciario más tradicionales de otros países?

TM: Los Países Bajos han desarrollado un enfoque basado en el trabajo para la reintegración y la rehabilitación, que se lleva a cabo a través de dos iniciativas: el programa In-Made, que ofrece oportunidades de trabajo significativas dentro de las prisiones, y la iniciativa más reciente Ex-Made, que se centra en la inserción laboral externa para personas que están a punto de salir de prisión.

Estos programas abarcan ahora docenas de unidades de producción en prisiones y itinerarios de formación profesional certificados. Como parte de mi función de supervisión del sistema penitenciario neerlandés, también controlo el rendimiento de cada prisión en la aplicación de sus actividades In-Made y Ex-Made.

En el programa In-Made, evalúo cada prisión en función de la capacidad de los talleres, los niveles de participación y los resultados. Si bien los talleres contribuyen modestamente a compensar los costes operativos, ese no es su objetivo principal. El objetivo principal es proporcionar a las personas encarceladas una experiencia laboral significativa que se ajuste a sus planes de reinserción individuales.

Tienen la oportunidad de desarrollar habilidades en áreas como la metalurgia, la carpintería o los servicios de limpieza, y obtener diplomas y certificados pertinentes. Estas certificaciones no son opcionales, sino que constituyen un importante indicador de rendimiento en nuestra evaluación.

Este enfoque en el desarrollo de habilidades y la certificación constituye una parte central de la relación de gestión entre la sede central de la prisión y las instalaciones individuales. Refleja nuestro compromiso de garantizar que los esfuerzos de reinserción sean prácticos y se adapten a las perspectivas de futuro de cada recluso.

 

 JT: El enfoque centrado en la persona de los Países Bajos incluye la elaboración de un Plan de Detención y Reintegración (D&R) para cada persona privada de libertad, basado en los datos del cribado ISS (Ingreso, Cribado y Selección) y actualizado a lo largo de la condena.

¿Podría explicarnos cómo funcionan estas herramientas en la práctica y cómo contribuyen a configurar vías de rehabilitación más individualizadas y eficaces?

TM: Todas las personas detenidas reciben un plan individual durante la primera fase de su estancia, basado en la evaluación inicial. Esta selección se centra en lo que denominamos las cinco necesidades básicas para la reinserción: ingresos, vivienda, eliminación de deudas, atención, y disponer de una identificación válida. Las investigaciones criminológicas han demostrado que atender estas necesidades es fundamental para reducir la probabilidad de reincidencia.

Se lleva a cabo durante los primeros días y sienta las bases del plan de reinserción, que se actualiza a lo largo de la detención. De este modo, cada persona sigue un itinerario personalizado para reintegrarse en la sociedad.

Desde hace más de una década, todas las prisiones de los Países Bajos cuentan con un Centro de Reinserción. En él, las personas pueden obtener ayuda para empadronarse, gestionar sus deudas o encontrar trabajo. Estos servicios están directamente relacionados con las cinco necesidades básicas.

Tras seis semanas de detención, todos reciben un Plan Individual de Detención y Reinserción, en el que se describen sus objetivos personales y cómo alcanzarlos.

 

Estos objetivos se apoyan con asignaciones de trabajo, oportunidades educativas, talleres, deportes y otros componentes individualizados del programa diario de la prisión.

Cuando las personas se comprometen activamente con su plan de reinserción y muestran motivación y progresos, pueden optar a ser trasladadas a centros de menor seguridad, donde pueden trabajar fuera durante el día y acceder a los servicios y comodidades de la comunidad. Esto se asemeja al concepto de casas de transición en otros países. El objetivo es que puedan continuar con el mismo trabajo o red de apoyo tras su puesta en libertad.

Algunas prisiones neerlandesas están probando el uso de tabletas en las celdas como una alternativa parcial a la programación diaria. Las tabletas permiten un acceso limitado a contenidos supervisados, como películas, formación en línea y material de lectura.

¿Cómo se utilizan la información generada a través de estas herramientas para definir y hacer un seguimiento de la rehabilitación exitosa?

TM: Utilizamos varios sistemas digitales que nos permiten conocer la calidad y la exhaustividad de la información que recopilamos sobre cada persona detenida. Algunos de estos sistemas son bastante antiguos, ya que los Países Bajos fueron uno de los primeros países en adoptar la automatización y la digitalización en el sector penitenciario.

Aunque esto nos dio una ventaja en su momento, ahora supone un reto, ya que muchos de nuestros sistemas son más difíciles de integrar con otras soluciones, de actualizar o de sustituir. Otros países que han iniciado la digitalización más recientemente han podido empezar de cero con sistemas modernos. Aun así, contamos con un sólido sistema de seguimiento y con fuentes de datos para hcer un seguimiento de los avances en la reintegración y la rehabilitación.

La información sobre reintegración que recopilamos se comparte con nuestras organizaciones asociadas en la cadena de reintegración más amplia, incluidos el municipio de la persona y el servicio de supervisión en la comunidad. Este intercambio coordinado de datos permite a los socios ofrecer ayuda más rápidamente y de forma más eficaz, lo que mejora las posibilidades de reinserción en la sociedad y reduce el riesgo de reincidencia.

Hace unos años, una nueva ley hizo posible este tipo de intercambio de datos con fines de reintegración. Antes, necesitábamos el consentimiento explícito de cada persona detenida, y muchas se negaban, a veces por principios, a veces por desconfianza. Ahora, con esta base legal, podemos compartir información relevante entre las organizaciones autorizadas cuando ello contribuye a la rehabilitación de una persona. Esto ha facilitado mucho la coordinación del apoyo.

Incluso cuando alguien se muestra indeciso, podemos actuar en su mejor interés, porque algunas personas necesitan ayuda adicional, se den cuenta o no. Y eso, para mí, es la esencia de nuestro trabajo: guiar y ayudar a las personas hacia un camino mejor, incluso si no están preparadas para dar el primer paso por sí mismas.

Toon Molleman

Subdirector de la División de Prisiones y Detención de Extranjeros de la Agencia de Instituciones Penitenciarias de los Países Bajos

Toon Molleman, doctor, es subdirector de prisiones y centros de detención de inmigrantes de la Agencia Neerlandesa de Instituciones Penitenciarias (DJI). Anteriormente trabajó como director de prisiones en los centros penitenciarios de Arnhem y Leeuwarden. El Dr. Molleman se doctoró en 2014 en la Universidad de Utrecht (Metodología y Estadística) con la creación de un índice de referencia para prisiones. Durante su investigación doctoral, el Dr. Molleman trabajó en el Centro de Investigación y Documentación (WODC) del Ministerio de Justicia y Seguridad.

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