Artículo
Pedro das Neves
Las administraciones penitenciarias se encuentran en un momento crítico, ya que los Sistemas de Gestión de Ofensores (OMS, por sus siglas en inglés) heredados están llegando al final de su ciclo de vida. Estos sistemas, basados en tecnología obsoleta y diseñados para apoyar prácticas muchas veces desactualizadas, son cada vez menos capaces de responder a las demandas de las administraciones y profesionales. Los desafíos asociados al mantenimiento y la actualización de estas plataformas se han intensificado, lo que obliga a las jurisdicciones a considerar la transición hacia sistemas modernos, escalables y altamente configurables que satisfagan tanto las necesidades actuales como las demandas futuras. La necesidad de mejorar la eficiencia operativa, garantizar la seguridad de los datos y alinearse con prácticas basadas en evidencia ha llevado a las administraciones penitenciarias a explorar soluciones innovadoras. La decisión de modernizar una base de datos de ofensores, desarrollar sistemas personalizados internos o adoptar una plataforma comercial preconfigurada (COTS, por sus siglas en inglés) altamente configurable no es simplemente una elección técnica; es una determinación estratégica que moldeará el futuro de las operaciones penitenciarias durante décadas.
La transformación no se trata simplemente de actualizar la tecnología, sino de repensar fundamentalmente los procesos operativos y los objetivos organizacionales. En lugar de limitarse a equipos específicos de TI, la transformación digital debe considerarse como un mandato organizacional compartido, asegurando la alineación con las metas operativas y políticas más amplias. Es evidente que actualizar o crear una nueva versión de una base de datos no es suficiente para satisfacer las necesidades de las correcciones modernas. El almacenamiento y la recuperación de datos son esenciales, pero un OMS verdaderamente efectivo debe proporcionar funcionalidades avanzadas que respalden operaciones comerciales complejas y empoderen la toma de decisiones. Un OMS moderno es un habilitador de la transformación digital más amplia, impulsando la eficiencia, la transparencia y la efectividad en las operaciones correccionales. Sin esta perspectiva estratégica, estos proyectos corren el riesgo de ser percibidos como simples actualizaciones de TI, perdiéndose oportunidades para mejoras sistémicas.
Si bien los sistemas personalizados han atraído tradicionalmente a las jurisdicciones que buscan soluciones a medida, sus limitaciones se han vuelto cada vez más evidentes. Los equipos de desarrollo internos a menudo carecen de exposición a metodologías probadas en jurisdicciones comparables y pueden no tener la experiencia necesaria para incorporar los últimos avances tecnológicos o alinearse con estándares, normas o regulaciones penitenciarias internacionales. Este aislamiento puede resultar en sistemas que refuercen prácticas existentes en lugar de fomentar la innovación. Además, los costos ocultos del desarrollo personalizado son significativos. Más allá del gasto inicial, los sistemas personalizados requieren actualizaciones, mantenimiento y soporte continuos, lo que a menudo demanda un nivel de madurez organizacional, recursos y experiencia que muchas administraciones penitenciarias simplemente no poseen. Con el tiempo, estos sistemas frecuentemente se vuelven obsoletos, ineficientes y mal adaptados a los requisitos operativos en evolución. Por el contrario, las soluciones COTS, desarrolladas por proveedores con experiencia profunda en correcciones, ofrecen plataformas que se actualizan regularmente para reflejar tecnologías emergentes y mejores prácticas, mitigando estos riesgos y ofreciendo sostenibilidad a largo plazo.
Países como Canadá, Noruega y Bélgica, así como numerosas jurisdicciones en los Estados Unidos, han reconocido que las plataformas COTS reducen costos y ofrecen resultados superiores al alinear la eficiencia operativa con las prioridades contemporáneas de justicia penal, permitiendo a las agencias correccionales lograr objetivos tanto a corto como a largo plazo.
Una ventaja clave de las soluciones COTS modernas radica en su flexibilidad. Estas plataformas, construidas sobre marcos probados, pueden configurarse para cumplir con los requisitos legales, operativos y culturales específicos de cada jurisdicción. Esta adaptabilidad asegura que las agencias correccionales no se vean limitadas por un enfoque único, sino que puedan lograr soluciones personalizadas sin los riesgos financieros y operativos asociados con el desarrollo a medida. Asociarse con proveedores especializados de COTS también brinda acceso a investigaciones, innovación y experiencia profunda en el dominio. Proveedores especializados en OMS basados en I+D para correcciones, como IPS Innovative Prison Systems / ICJS Innovative Criminal Justice Solutions, diseñan soluciones COTS que combinan conocimiento del sector con tecnologías de vanguardia. Estas soluciones están fundamentadas en prácticas basadas en evidencia que promueven la rehabilitación, la desvinculación del delito y la reducción de la reincidencia.
La distinción entre los sistemas COTS tradicionales y las plataformas modernas y transformadoras es significativa. Los sistemas tradicionales a menudo priorizan el mantenimiento de los flujos de trabajo existentes en lugar de equipar a las administraciones penitenciarias para enfrentar desafíos futuros. En contraste, las plataformas COTS modernas, como el HORUS 360 iOMS, están diseñadas para permitir un cambio transformador, empoderando a las agencias para tomar decisiones basadas en datos.
Las jurisdicciones también deben prepararse para abordar imperativos sociales más amplios. Los sistemas penitenciarios están evolucionando hacia un modelo que equilibra la seguridad pública con un compromiso hacia la rehabilitación, la reintegración, la desvinculación del delito y la reducción de la reincidencia. Las plataformas modernas de OMS deben apoyar esta transición proporcionando a las agencias las herramientas necesarias para lograr estos objetivos, manteniéndose a la vez flexibles para adaptarse a demandas futuras.
Un OMS moderno va más allá de gestionar datos, transformándolos en información procesable que ayuda a optimizar operaciones, mejorar la seguridad y promover la rehabilitación de ofensores. Implementar un OMS con una visión de futuro requiere un enfoque anticipado que priorice la captura e integración de todas las variables de datos relevantes necesarias para habilitar la automatización, análisis avanzados y recomendaciones (impulsadas por IA) para respaldar la toma de decisiones. Estos sistemas deben ir más allá de simplemente registrar información estática sobre los ofensores; deben incorporar datos dinámicos que reflejen patrones de comportamiento, participación en programas, métricas de salud, evaluaciones de riesgo y factores ambientales. Al construir sobre arquitecturas de datos completas e interoperables, las administraciones penitenciarias pueden desbloquear el potencial de la analítica predictiva y el aprendizaje automático para anticipar riesgos, optimizar la asignación de recursos y personalizar estrategias de rehabilitación. Este diseño centrado en los datos asegura que el OMS no solo cumpla con las demandas operativas actuales, sino que también evolucione con las tecnologías emergentes y las necesidades políticas, creando una base para una gestión correccional más inteligente, eficiente y basada en evidencia en el futuro.
Aunque las consideraciones de costos a menudo dominan las discusiones sobre la modernización de los OMS, es crucial abordar los costos ocultos de mantener sistemas y procesos obsoletos o desarrollar sistemas personalizados. Las ineficiencias operativas, los largos tiempos de desarrollo y despliegue, las vulnerabilidades de seguridad y los procesos comerciales desalineados imponen un costo financiero y social mucho mayor que la inversión requerida para la modernización.
El camino a seguir radica en la adopción estratégica de soluciones comerciales modernas y configurables. Estas plataformas trascienden las limitaciones del desarrollo a medida, ofreciendo una flexibilidad, escalabilidad y capacidad incomparables para integrar prácticas basadas en evidencia que apoyen tanto objetivos operativos como rehabilitativos. Al adoptar estas soluciones, las jurisdicciones no solo están actualizando tecnología; están habilitando un cambio transformador en la forma en que los sistemas de gestión de ofensores respaldan procesos y estrategias que sustentan correcciones efectivas. Aprovechando las capacidades de las plataformas OMS modernas, las agencias correccionales pueden construir organizaciones resilientes, eficientes, maduras y preparadas para el futuro, cumpliendo con su mandato de proteger la seguridad pública, reducir la reincidencia y promover la justicia.
Para los CIO, administradores correccionales y responsables de políticas, este es un momento para liderar con visión y propósito. La decisión de invertir en sistemas OMS modernos no es simplemente una consideración financiera, sino un imperativo estratégico que dará forma a la trayectoria de las operaciones correccionales en las próximas décadas. Requiere un compromiso con la innovación, la colaboración con proveedores de OMS y la búsqueda de la excelencia, reconociendo que el costo de la inacción o de acciones mal informadas supera con creces la inversión en modernización.
Pedro das Neves es CEO de IPS Innovative Prison Systems y Director de ICJS Innovative Criminal Justice Solutions. Con más de 20 años de experiencia, ha liderado iniciativas de reforma de justicia en Europa, América del Norte, América Latina, Oriente Medio y Asia Central. Pedro ha trabajado extensamente con gobiernos, la UNODC, la Comisión Europea y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), enfocado en la gestión de ofensores, evaluación de riesgos, PCVE y la modernización de sistemas penitenciarios. Es experto en el diseño e implementación de herramientas digitales y soluciones basadas en inteligencia artificial, como el HORUS 360 iOMS, destinadas a mejorar la seguridad, la rehabilitación y reducir la reincidencia. Pedro es fundador y editor en jefe de la revista JUSTICE TRENDS y forma parte del consejo directivo de la International Corrections and Prisons Association (ICPA). Sus contribuciones le han valido reconocimientos prestigiosos, incluyendo el Premio a la Excelencia Penitenciaria de la ICPA. Pedro posee formación avanzada en instituciones de renombre, como el College of Europe, la Universidad de Virginia (Transformación Digital), el MIT (Transformación Digital) y la Universidad de Chicago (Inteligencia Artificial), consolidando su posición como líder en innovación y transformación digital en el sector de la justicia.
