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Liderando la transformación: Una imperativa para los líderes correccionales

Artículo

Pedro das Neves

En solo unas pocas décadas, los sistemas de justicia penal, especialmente los servicios de prisiones y libertad condicional, han experimentado profundas transformaciones. Estos cambios han sido impulsados principalmente por cambios en las perspectivas sociales sobre la justicia y el castigo; a través de la implementación de reformas políticas integrales; como resultado de la introducción de servicios e intervenciones basadas en evidencia que apoyan el cambio individual; pero también impulsados por la adopción de nuevas tecnologías en los contextos de prisiones y libertad condicional. La mayoría de estos cambios tienen como objetivo mejorar la efectividad y la humanidad de los sistemas penitenciarios. 
 
Como líder, es imperativo que vislumbre, abrace y guíe las transformaciones penitenciarias. Su liderazgo es crucial para fomentar un sistema que priorice la rehabilitación, la seguridad pública y la dignidad humana. Este artículo y el panel de expertos exploran algunos de los principales impulsores de la transformación y discuten la necesidad de su liderazgo proactivo en este campo.

 

Todos reconocemos que, para bien o para mal, un impulsor significativo de la transformación es la perspectiva social cambiante sobre la justicia. Históricamente percibidos como instituciones de castigo, hay un creciente reconocimiento de que las medidas punitivas por sí solas no abordan las causas fundamentales del comportamiento delictivo ni contribuyen a la seguridad pública a largo plazo. 
 
Esta realización ha llevado a un mayor énfasis en la rehabilitación, la reintegración y las prácticas de justicia restaurativa. Mientras que la opinión pública en algunas jurisdicciones aún apoya la justicia dura y las prácticas penitenciarias, muchas otras favorecen cada vez más enfoques que priorizan la rehabilitación de los delincuentes. Este cambio está impulsado por una mayor conciencia y comprensión de los factores socioeconómicos que contribuyen al comportamiento delictivo.
 
Además, hay un creciente cuerpo de evidencia que muestra que los programas de rehabilitación pueden reducir significativamente las tasas de reincidencia, lo que lleva a comunidades más seguras. Los modelos progresivos de encarcelamiento, que se enfocan en gran medida en la rehabilitación individual y en abordar las necesidades de los reclusos con respeto y dignidad, han mostrado un notable éxito en la reducción de las tasas de reincidencia.

 

Impulsados por la opinión pública o como consecuencia de la ideología política partidista, las reformas de políticas publicas son otro impulsor crítico de la transformación. Hay un movimiento creciente para abordar los problemas de la sobreincarcelación y el hacinamiento y las preocupaciones asociadas de derechos humanos. La dependencia excesiva de la encarcelación ha llevado a prisiones superpobladas, cargas fiscales significativas e impactos sociales adversos. 
 
Los esfuerzos para reformar las leyes de sentencia, mejorar las evaluaciones previas a la sentencia, reducir las sentencias, limitar el uso del confinamiento solitario y mejorar las condiciones dentro de las instalaciones penitenciarias han ganado impulso en muchos países. 
 

Las alternativas basadas en la comunidad, como la libertad condicional, los programas de justicia restaurativa y la vigilancia electrónica, brindan opciones rentables y rehabilitadoras. Estas alternativas permiten a los delincuentes mantener lazos familiares, empleo y conexiones comunitarias, que son cruciales para la reintegración exitosa y la reducción de la reincidencia. Los estándares internacionales de derechos humanos y la supervisión externa de las prisiones también juegan un papel clave en la influencia de las políticas nacionales, presionando por un trato más humano de los reclusos.

El perfil demográfico cambiante de las poblaciones de reclusos requiere una re-evaluación de las estrategias y recursos penitenciarios. Hay un número creciente de mujeres, personas mayores e individuos LGBT+ en las prisiones, cada uno con necesidades y vulnerabilidades únicas. La atención médica específica de género, los servicios médicos apropiados para la edad y la protección contra la discriminación y la violencia para los reclusos LGBT+ son más urgentes que nunca. Además, el aumento de la actividad de pandillas, el crimen organizado violento y los reclusos extremistas plantea nuevos desafíos de seguridad que requieren capacitación especializada para el personal, capacidades mejoradas de recopilación de inteligencia y estrategias para prevenir la radicalización y la actividad de pandillas dentro de las prisiones.

Como consecuencia, los altos niveles de estrés, la posible exposición a la violencia y la carga emocional de trabajar en entornos penitenciarios plantean desafíos únicos para los oficiales correccionales y otros miembros del personal. La inversión en programas de capacitación integral que equipen al personal con las habilidades necesarias para manejar estos desafíos de manera efectiva es crucial. Promover el bienestar del personal a través de prácticas laborales de apoyo, recursos de salud mental y oportunidades para el avance profesional puede mejorar la satisfacción laboral, el rendimiento y la retención.

El diseño y la arquitectura de las prisiones son esenciales para crear entornos laborales y de vida saludables y apoyar los objetivos en evolución de su institución. Los diseños tradicionales de prisiones a menudo enfatizan la seguridad y el confinamiento sobre la rehabilitación, contribuyendo a entornos que pueden exacerbar el estrés y la violencia. Reimaginar las instalaciones penitenciarias, priorizando diseños que promuevan la rehabilitación, la salud mental y la integración comunitaria (incorporando más luz natural, espacios verdes y áreas para la actividad física y la interacción social, además de apoyar programas educativos y de capacitación vocacional con espacios dedicados para aulas, talleres y sesiones de terapia como ejemplo) debe ser una prioridad.

Los avances tecnológicos son poderosos impulsores del cambio. Las innovaciones en tecnología ofrecen nuevas oportunidades para mejorar la seguridad, mejorar la gestión de los reclusos y ofrecer programas de rehabilitación efectivos. Desde sistemas avanzados de vigilancia hasta plataformas de aprendizaje digital, comunicaciones para reclusos, sistemas de autoservicio y sistemas de gestión de delincuentes, la tecnología está remodelando las operaciones de las instalaciones penitenciarias. En las últimas tres décadas, los sistemas de monitoreo electrónico han permitido la supervisión efectiva de los delincuentes en la comunidad, reduciendo la necesidad de confinamiento físico. La realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) se están utilizando para proporcionar capacitación y sesiones de terapia inmersivas, ofreciendo a los reclusos habilidades valiosas y mecanismos de afrontamiento.

La integración de datos e inteligencia artificial (IA) en los sistemas de gestión de delincuentes es un paso crucial hacia un sistema penitenciario más eficiente y orientado al futuro. La analítica avanzada de datos y la IA pueden proporcionar profundos conocimientos sobre el comportamiento, los factores de riesgo y el progreso de la rehabilitación de los individuos en prisión. Estas tecnologías permiten la analítica predictiva que puede identificar problemas potenciales antes de que escalen, como predecir incidentes violentos o identificar individuos que pueden necesitar apoyo adicional de salud mental. 
 
Los sistemas impulsados por IA también pueden personalizar los programas de rehabilitación analizando las necesidades individuales y las respuestas a diferentes intervenciones, mejorando así la efectividad de estos programas. Además, los sistemas de datos completos mejoran la transparencia y la responsabilidad dentro de las instalaciones penitenciarias, asegurando que las políticas y prácticas estén informadas por datos y se optimicen continuamente.

 

Los desafíos ambientales y el cambio climático también pueden afectar los servicios penitenciarios, presentando nuevos riesgos y complejidades operativas. Los eventos climáticos extremos, como huracanes, inundaciones e incendios forestales, pueden interrumpir las operaciones de las instalaciones, requiriendo evacuaciones y poniendo en peligro la seguridad tanto de los reclusos como del personal. Muchas instalaciones, no diseñadas para tal propósito y a menudo viejas y mal mantenidas, están mal equipadas para manejar los impactos del cambio climático, lo que lleva a condiciones deterioradas que pueden exacerbar los problemas de salud entre los reclusos. 
 
Por otro lado, los servicios penitenciarios pueden capitalizar las percepciones sociales cambiantes del cambio climático al implementar fuentes de energía sostenible para reducir las huellas de carbono y los costos operativos. Promover la digitalización y reducir el uso de papel puede agilizar los procesos administrativos, mejorar la eficiencia y minimizar el desperdicio. Los métodos modernos de construcción de prisiones y los diseños que incorporan estándares de construcción ecológica, como iluminación eficiente en energía, ventilación natural y materiales sostenibles, pueden crear entornos de vida más saludables mientras reducen el impacto ambiental. 
 
Además, preparar a los reclusos para trabajos ecológicos a través de programas de capacitación vocacional enfocados en energía renovable, agricultura sostenible y conservación ambiental puede equiparlos con habilidades valiosas para la reintegración en una fuerza laboral cada vez más orientada hacia la sostenibilidad.

 

Como líder en el sector penitenciario, se le exige que defienda políticas y prácticas que se enfoquen en los impulsores de cambio mencionados anteriormente. Su influencia se extiende desde la defensa de políticas publicas hasta la implementación de nuevas tecnologías y el cultivo de la cultura institucional. Para liderar efectivamente este cambio, debe abrazar una mentalidad de visión de futuro y actuar como un defensor de la innovación y la reforma.

En primer lugar, debe abogar por prácticas basadas en evidencia. Mantenerse informado sobre las últimas investigaciones y tendencias en el setor es esencial para implementar enfoques que se ha demostrado que son efectivos. Al priorizar prácticas basadas en evidencia, puede asegurarse de que sus instituciones utilicen los métodos más efectivos para lograr sus objetivos.

En segundo lugar, la inversión en capacitación, desarrollo y bienestar del personal es crucial. La implementación exitosa de nuevas políticas y tecnologías requiere una fuerza laboral saludable, bien entrenada y adaptable. Debe priorizar el desarrollo profesional continuo y crear una cultura que valore el aprendizaje y la mejora continuos, basándose en las evidencias y la experiencia de múltiples organismos, así como en el intercambio de buenas prácticas entre países.

Por último, involucrarse con la comunidad penitenciaria es esencial para una reforma integral. Construir asociaciones con otras agencias de justicia penal, organizaciones comunitarias y grupos de defensa puede ayudar a desarrollar estrategias holísticas que aborden las causas fundamentales del comportamiento delictivo y apoyen la reintegración exitosa de los delincuentes en la sociedad. Al fomentar estas colaboraciones, puede crear un enfoque más integrado y efectivo.
 
El sistema penitenciario no se encuentra simplemente en una encrucijada metafórica; está viendo surgir nuevas vías de desarrollo de todos estos diversos campos de progreso, que conducen tanto a territorios conocidos como desconocidos.
 
Como líder a nivel nacional, estatal o local, una orientación informada y visionaria es esencial para navegar en este viaje, fomentando las conexiones dentro de la comunidad penitenciaria para comprender y evaluar mejor qué caminos conducen a resultados sociales positivos, y cimentando los avances tecnológicos para pavimentar autopistas hacia el éxito.
 

Aproveche esta oportunidad para forjar un futuro que dé prioridad a la rehabilitación y la dignidad. Atrévase a extender su influencia más allá de los muros de sus instalaciones y conviértase en un catalizador del cambio social.

Es un trabajo difícil y tiene usted el privilegio de hacerlo. Felicidades.

Lea el punto de vista de expertos y responsables de la toma de decisiones.

 

 

Pedro das Neves

Pedro das Neves es el director ejecutivo de IPS Innovative Prison Systems / ICJS Innovative Criminal Justice Solutions Inc. Pedro ha trabajado en la reforma de la justicia penal durante más de veinte años, participando en proyectos en más de 40 países. Es licenciado en Sociología y tiene un máster del Colegio de Europa en Brujas, Bélgica, con varias experiencias internacionales de educación en temas como liderazgo, innovación, transformación digital e Inteligencia Artificial (Univ. de Virginia, MIT, Univ. de Chicago). Pedro fue galardonado con el Premio a la Excelencia Correccional (Gestión y Formación del Personal) de la Asociación Internacional de Correccionales y Prisiones (ICPA) en 2017 y es miembro de la Junta Directiva de ICPA desde octubre de 2018. Es miembro de los grupos de expertos de la Comisión Europea (‘DG JUST’) sobre la Implementación de la Estrategia Europea de Formación Judicial y sobre la Implementación de la Orden de Detención Europea (como miembro suplente). Pedro colabora con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en Oriente Medio y Asia Central. En América Latina y el Caribe trabaja con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en varios proyectos de seguridad ciudadana y penitenciaria en diversos países.

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