Artículo
Pedro das Neves
Las alternativas basadas en la comunidad, como la libertad condicional, los programas de justicia restaurativa y la vigilancia electrónica, brindan opciones rentables y rehabilitadoras. Estas alternativas permiten a los delincuentes mantener lazos familiares, empleo y conexiones comunitarias, que son cruciales para la reintegración exitosa y la reducción de la reincidencia. Los estándares internacionales de derechos humanos y la supervisión externa de las prisiones también juegan un papel clave en la influencia de las políticas nacionales, presionando por un trato más humano de los reclusos.
El perfil demográfico cambiante de las poblaciones de reclusos requiere una re-evaluación de las estrategias y recursos penitenciarios. Hay un número creciente de mujeres, personas mayores e individuos LGBT+ en las prisiones, cada uno con necesidades y vulnerabilidades únicas. La atención médica específica de género, los servicios médicos apropiados para la edad y la protección contra la discriminación y la violencia para los reclusos LGBT+ son más urgentes que nunca. Además, el aumento de la actividad de pandillas, el crimen organizado violento y los reclusos extremistas plantea nuevos desafíos de seguridad que requieren capacitación especializada para el personal, capacidades mejoradas de recopilación de inteligencia y estrategias para prevenir la radicalización y la actividad de pandillas dentro de las prisiones.
Como consecuencia, los altos niveles de estrés, la posible exposición a la violencia y la carga emocional de trabajar en entornos penitenciarios plantean desafíos únicos para los oficiales correccionales y otros miembros del personal. La inversión en programas de capacitación integral que equipen al personal con las habilidades necesarias para manejar estos desafíos de manera efectiva es crucial. Promover el bienestar del personal a través de prácticas laborales de apoyo, recursos de salud mental y oportunidades para el avance profesional puede mejorar la satisfacción laboral, el rendimiento y la retención.
El diseño y la arquitectura de las prisiones son esenciales para crear entornos laborales y de vida saludables y apoyar los objetivos en evolución de su institución. Los diseños tradicionales de prisiones a menudo enfatizan la seguridad y el confinamiento sobre la rehabilitación, contribuyendo a entornos que pueden exacerbar el estrés y la violencia. Reimaginar las instalaciones penitenciarias, priorizando diseños que promuevan la rehabilitación, la salud mental y la integración comunitaria (incorporando más luz natural, espacios verdes y áreas para la actividad física y la interacción social, además de apoyar programas educativos y de capacitación vocacional con espacios dedicados para aulas, talleres y sesiones de terapia como ejemplo) debe ser una prioridad.
Los avances tecnológicos son poderosos impulsores del cambio. Las innovaciones en tecnología ofrecen nuevas oportunidades para mejorar la seguridad, mejorar la gestión de los reclusos y ofrecer programas de rehabilitación efectivos. Desde sistemas avanzados de vigilancia hasta plataformas de aprendizaje digital, comunicaciones para reclusos, sistemas de autoservicio y sistemas de gestión de delincuentes, la tecnología está remodelando las operaciones de las instalaciones penitenciarias. En las últimas tres décadas, los sistemas de monitoreo electrónico han permitido la supervisión efectiva de los delincuentes en la comunidad, reduciendo la necesidad de confinamiento físico. La realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) se están utilizando para proporcionar capacitación y sesiones de terapia inmersivas, ofreciendo a los reclusos habilidades valiosas y mecanismos de afrontamiento.
Como líder en el sector penitenciario, se le exige que defienda políticas y prácticas que se enfoquen en los impulsores de cambio mencionados anteriormente. Su influencia se extiende desde la defensa de políticas publicas hasta la implementación de nuevas tecnologías y el cultivo de la cultura institucional. Para liderar efectivamente este cambio, debe abrazar una mentalidad de visión de futuro y actuar como un defensor de la innovación y la reforma.
En primer lugar, debe abogar por prácticas basadas en evidencia. Mantenerse informado sobre las últimas investigaciones y tendencias en el setor es esencial para implementar enfoques que se ha demostrado que son efectivos. Al priorizar prácticas basadas en evidencia, puede asegurarse de que sus instituciones utilicen los métodos más efectivos para lograr sus objetivos.
En segundo lugar, la inversión en capacitación, desarrollo y bienestar del personal es crucial. La implementación exitosa de nuevas políticas y tecnologías requiere una fuerza laboral saludable, bien entrenada y adaptable. Debe priorizar el desarrollo profesional continuo y crear una cultura que valore el aprendizaje y la mejora continuos, basándose en las evidencias y la experiencia de múltiples organismos, así como en el intercambio de buenas prácticas entre países.
Aproveche esta oportunidad para forjar un futuro que dé prioridad a la rehabilitación y la dignidad. Atrévase a extender su influencia más allá de los muros de sus instalaciones y conviértase en un catalizador del cambio social.
Es un trabajo difícil y tiene usted el privilegio de hacerlo. Felicidades.
Lea el punto de vista de expertos y responsables de la toma de decisiones.
Pedro das Neves es el director ejecutivo de IPS Innovative Prison Systems / ICJS Innovative Criminal Justice Solutions Inc. Pedro ha trabajado en la reforma de la justicia penal durante más de veinte años, participando en proyectos en más de 40 países. Es licenciado en Sociología y tiene un máster del Colegio de Europa en Brujas, Bélgica, con varias experiencias internacionales de educación en temas como liderazgo, innovación, transformación digital e Inteligencia Artificial (Univ. de Virginia, MIT, Univ. de Chicago). Pedro fue galardonado con el Premio a la Excelencia Correccional (Gestión y Formación del Personal) de la Asociación Internacional de Correccionales y Prisiones (ICPA) en 2017 y es miembro de la Junta Directiva de ICPA desde octubre de 2018. Es miembro de los grupos de expertos de la Comisión Europea (‘DG JUST’) sobre la Implementación de la Estrategia Europea de Formación Judicial y sobre la Implementación de la Orden de Detención Europea (como miembro suplente). Pedro colabora con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en Oriente Medio y Asia Central. En América Latina y el Caribe trabaja con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en varios proyectos de seguridad ciudadana y penitenciaria en diversos países.