Caso de implantación de tecnología
España
La tecnología de Realidad Virtual (RV) se utiliza cada vez más en la terapia psicológica e incluso en el campo de la psicología forense. La RV proporciona una poderosa herramienta que permite a las personas experimentar diferentes entornos y situaciones con validez externa, lo que resulta en una experiencia presencial con la ilusión de estar en un lugar real (ilusión de lugar) y la ilusión de que el escenario realmente es de verdad (ilusión de verosimilitud) (Slater, 2009).
El uso de la RV en el ámbito de la violencia doméstica se ha estudiado con dos propósitos principales: reducir los factores de riesgo clave para la perpetración, como la falta de habilidades empáticas, y comprender los mecanismos subyacentes al uso exitoso de la RV en este ámbito (Seinfeld et al., 2018, 2021).
La definición de empatía es controvertida, pero Davis (1980) distingue dos componentes de la empatía: un componente afectivo relacionado con la capacidad de experimentar los estados emocionales de los demás y un componente cognitivo relacionado con la capacidad de comprender los procesos mentales de los demás.
Aunque la empatía es un constructo multidimensional, los déficits en el reconocimiento de las emociones son los que se encuentran más consistentemente relacionados con el comportamiento antisocial, los delitos violentos y la violencia doméstica (Mariano et al., 2017; Seidel et al., 2013). Por lo tanto, la mayoría de los programas para agresores se centran en la mejora de las capacidades empáticas, así como en otros factores de riesgo o de protección, como la reducción de las distorsiones cognitivas y otras necesidades criminógenas.
El uso de la tecnología de RV en estos entornos pretende concienciar a los hombres violentos de su papel activo en el uso de la violencia, acercándoles a las sensaciones y emociones que puede experimentar la víctima (Seinfeld et al., 2021).
Al sumergirlos en un entorno virtual que simula la experiencia de la víctima y adoptar la perspectiva de la víctima en primera persona (Gonzalez-Liencres et al., 2020), los agresores pueden aprender a identificar las emociones de la víctima y responder de una manera más empática.
El uso de la RV en la terapia de la violencia doméstica tiene el potencial de reducir los factores de riesgo clave para la perpetración y, en última instancia, disminuir el riesgo de reincidencia.
Este artículo se basa en nuestra propia experiencia investigando el uso de la RV inmersiva en diferentes prisiones y centros de rehabilitación de Cataluña (España), con el objetivo de destacar su potencial para abordar los factores de riesgo de los autores de violencia de género e integrarla en los programas de tratamiento tradicionales. Nos centramos en las consideraciones prácticas y en las oportunidades y retos de introducir esta potente herramienta en las prisiones.
Nuestro trabajo sugiere que la RV es un método prometedor para reducir los factores de riesgo específicos de perpetración en los delincuentes y mejorar el reconocimiento emocional como precursor de la empatía (Barnes, 2020; Johnston, 2021; Seinfeld et al., 2018), al tiempo que proporciona una forma eficiente en costos de personalizar el tratamiento a las necesidades de los participantes a través de diferentes escenarios.
Superar los desafíos en la implementación de la RV inmersiva en entornos penitenciarios
Habilidades cognitivas
En nuestra investigación que involucra la RV inmersiva en entornos penitenciarios para agresores de violencia doméstica (Barnes et al., 2022), hemos observado diferencias individuales que deben tenerse en cuenta en el diseño del programa de tratamiento. Un área de interés son las habilidades cognitivas, que hemos evaluado mediante pruebas psicológicas y de empatía.
Algunos de los agresores participantes han tenido dificultades para comprender y completar estas pruebas debido a sus habilidades lingüísticas y de lectura, de abstracción y de concentración. Para solucionar este problema, sugerimos utilizar técnicas de evaluación alternativas, como las medidas conductuales, indirectas o implícitas.
La RV puede facilitar las evaluaciones conductuales, que ofrecen una respuesta más realista de los participantes y pueden superar los déficits de habilidades cognitivas y los problemas de deseabilidad social. Estudios anteriores en el campo de la violencia y violencia doméstica han demostrado que este enfoque es prometedor (Johnston, 2021; Rovira et al., 2009; Seinfeld et al., 2018; Slater et al., 2013). Es necesario adaptar las evaluaciones a las características de la población penitenciaria tanto en contextos de investigación como aplicados.
Ajuste psicológico
Puede ser necesario excluir a determinados delincuentes de las sesiones de intervención de RV si muestran signos de inadaptación o presentan altos niveles de estrés.
Estar en la cárcel puede tener repercusiones sociales, psicológicas y biológicas negativas, incluidos altos niveles de estrés y la exacerbación de trastornos mentales preexistentes.
La RV inmersiva tiene el potencial de provocar fuertes respuestas emocionales y promover el cambio psicoterapéutico, pero es crucial evaluar el momento óptimo para que los participantes sean receptivos a la intervención y estar atentos a su estado psicológico situacional.
Los clínicos de rehabilitación deben evaluar cuidadosamente la idoneidad de los participantes para las intervenciones de grupo y no involucrar a aquellos con trastornos psicológicos preexistentes que puedan afectar a sus percepciones de la realidad.
Además, la intervención con RV debe integrarse en un programa de rehabilitación con seguimiento para maximizar sus beneficios.
Perfiles individuales
Se han comparado los perfiles delictivos de los autores de actos de violencia doméstica entre poblaciones penitenciarias y en libertad condicional en lo que respecta a los constructos psicológicos y la eficacia de las intervenciones inmersivas de RV.
En los delincuentes violentos se observa sistemáticamente un menor reconocimiento de las emociones, que es peor en las poblaciones penitenciarias que en las que están en libertad condicional. Las intervenciones de RV pueden beneficiar más a los presos con perfiles delictivos menos graves que a los que tienen perfiles más graves. Las investigaciones futuras deberían tener en cuenta otros factores psicológicos y conductuales, como los rasgos de personalidad, de disposición y actitud, y las comorbilidades.
Se exploró la posibilidad de personalizar las experiencias de RV para los agresores de violencia doméstica, añadiendo una retroalimentación interoceptiva falsa que representara el miedo, pero no se encontraron cambios significativos en los resultados.
Se observó que la misma intervención virtual no funciona de la misma manera para todos los individuos, lo que sugiere la necesidad de seguir investigando para comprender mejor las respuestas individuales a las intervenciones de RV en función de los perfiles delictivos.
Deseabilidad en contextos penitenciarios
Otro reto a la hora de aplicar la RV como herramienta de rehabilitación para los agresores de violencia de género podrían ser los factores actitudinales y emocionales, como los estereotipos de género y las distorsiones cognitivas. La forma en que los agresores encarcelados relatan su experiencia de las sesiones de RV y del proceso de rehabilitación podría verse influida por estos factores, lo que podría obstaculizar la eficacia del tratamiento.
El propio contexto carcelario conlleva una capa adicional de normas sociales y de género, que podrían influir en las evaluaciones de los participantes de las escenas de RV y en sus descripciones de su experiencia de RV inmersiva.
Esto puede dar lugar a respuestas socialmente deseables, en las que los agresores representen una imagen de sí mismos que se considere deseable en el entorno penitenciario. Para evaluar las experiencias genuinas de los agresores en la RV, deberían preferirse medidas más implícitas o indirectas, como las respuestas conductuales y fisiológicas.
En conclusión, la realidad virtual puede ser una valiosa herramienta de apoyo a los métodos convencionales en la evaluación y el tratamiento del maltrato doméstico, si se integra adecuadamente en los programas de rehabilitación.
Sin embargo, es importante señalar que la tecnología de RV por sí sola no puede resolver el problema de la violencia de género. Debe considerarse como una metodología suplementaria que complementa un programa de tratamiento integral, y requiere sesiones y entrevistas previas con profesionales.
Es necesario seguir investigando para comprender plenamente los beneficios y mecanismos de la incorporación de la RV al tratamiento convencional, así como su impacto en la experiencia única de cada
participante
Referencias:
Barnes, N. (2020). El proyecto V-Respect.Me en el Programa de violencia de género en los centros penitenciarios. Centre d’Estudis Jurídics i Formació Especialitzada (CEJFE)
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Davis, M. H. (1980). A multidimensional approach to individual differences in empathy. JSAS Cat. Sel. Doc. Psychol. 10:85
Gonzalez-Liencres, C., Zapata, L., Iruretagoyena, G., Seinfeld. S., Pérez-Mendez, L., Arroyo-Palacios, J., Borland, D., Slater, M., Sanchez-Vives, M.V. (2020). Being the victim of intimate partner violence in virtual reality: first-versus third-person perspective. Frontiers in psychology. 11:820. doi:10.3389/fpsyg.2020.00820Johnston, T. (2021). Assessment, prevention and rehabilitation of intimate partner violence through immersion in virtual reality. Modifying Cognitions, Emotions and Behaviours through Embodied Perspective Taking. Doctoral dissertation. University of Barcelona, Spain.
Mariano, M., Pino, M. C., Peretti, S., Valenti, M., and Mazza, M. (2017). Understanding criminal behavior: empathic impairment in criminal offenders. Soc. Neurosci. 12, 379–385. doi: 10.1080/17470919.2016.1179670
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Seidel, E. M., Pfabigan, D. M., Keckeis, K., Wucherer, A. M., Jahn, T., Lamm, C., et al. (2013). Empathic competencies in violent offenders. Psychiatry Res. 210, 1168–1175. doi: 10.1016/j.psychres.2013.08.027
Seinfeld, S., Arroyo-Palacios, J., Iruretagoyena, G., Hortensius, R., Zapata, L., Borland, D., et al. (2018). Offenders become the victim in virtual reality: impact of changing perspective in domestic violence. Sci. Rep. 8:2692. doi: 10.1038/s41598-018-19987-7
Seinfeld, S., Zhan, M., Poyo-Solanas, M., Barsuola, G., Vaessen, M., Slater, M., Sanchez-Vives, M.V., de Gelder, B. (2021). Being the victim of virtual abuse changes default mode network responses to emotional expressions. cortex. 135, 268–284. doi: 10.1016/j.cortex.2020.11.018
Slater, M. (2009). Place illusion and plausibility can lead to realistic behaviour in immersive virtual environments. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences. 364, 3549–3557. doi: 10.1098/rstb.2009.0138
Slater, M., Rovira, A., Southern, R., Swapp, D., Zhang, J. J., Campbell, C., et al. (2013). Bystander responses to a violent incident in an immersive virtual environment. PLoS One 8:e52766. doi: 10.1371/journal.pone.0052766
Nicolas Barnes es psicólogo forense en la Dirección General de Asuntos Penitenciarios, Departamento de Justicia, Cataluña (España). Supervisa la rehabilitación en áreas como la violencia de género o la radicalización violenta. Actualmente está realizando un doctorado centrado en la realidad virtual inmersiva en programas de rehabilitación penitenciaria en violencia de género, con el Instituto de Investigación Biomédica August Pi i Sunyer (IDIBAPS) y la Universidad de Barcelona. Es miembro del proyecto de investigación VR per GENERE.
Dra. Tania Johnston es una psicóloga clínica e investigadora. Completó su doctorado en 2021 con su tesis centrada en el uso de VR para la evaluación, prevención y rehabilitación de la violencia de pareja. Realizó un programa postdoctoral sobre el mismo tema en VR per GENERE. Actualmente trabaja como psicóloga clínica en una empresa que utiliza la tecnología para mejorar la accesibilidad de la salud mental.
Dr Ana Gallego es una investigadora postdoctoral en la Universidad de Jyväskylä en Finlandia, especializada en el potencial de las intervenciones de VR como herramienta para mejorar las intervenciones psicológicas, con un interés particular en la violencia de género. Su investigación tiene el potencial de tener un impacto significativo en la psicología al contribuir a la prevención y tratamiento de la violencia de género.
Dr Mavi Sanchez-Vives es profesora de investigación ICREA en el Instituto de Investigación Biomédica August Pi i Sunyer en Barcelona, y lidera el grupo de Neurociencia de Sistemas. Licenciada en medicina y doctora en neurociencia, es miembro del consejo científico del Proyecto Cerebro Humano. Ha sido pionera en la investigación de la personificación virtual a través de la VR en psicología y medicina, incluyendo como miembro del proyecto VR per GENERE.