¿En qué punto de la transición/transformación digital se encuentra su sistema penitenciario?

Los días inciertos de la pandemia y las limitaciones impuestas a la circulación de personas privadas de libertad, visitantes y personal generaron oportunidades para que los servicios penitenciarios se replantearan sus prácticas y pensar formas alternativas de cumplir su misión. Los cambios que hemos presenciado no tienen precedentes.

Muchas jurisdicciones implementaron tecnológicas de “uso general” o profesionales para contexto penitenciario, que permiten a los reclusos estar en contacto frecuente con sus familias, permiten las visitas por vídeo y las soluciones de audiencias judiciales virtuales, y el uso de la telemedicina y el aprendizaje electrónico, entre otras. La mayoría de nosotros experimentamos o fuimos testigos de las ventajas del uso de estas herramientas como parte de la “nueva normalidad”.  

Infelizmente para varias jurisdicciones, al levantarse las restricciones de la pandemia, la ventana de oportunidad abierta por las respuestas políticas a COVID-19 fue abandonada por las agencias penitenciarias (no sólo en el uso de la tecnología sino también en lo relativo a la adopción de medidas alternativas al encarcelamiento).

En la era digital, si no avanzamos, nos quedamos atrás, lo que hace que la brecha digital entre jurisdicciones sea cada vez más evidente.

Las tecnologías digitales presentan oportunidades para las instituciones penitenciarias, tanto para mejorar la propuesta de valor tradicional como para crear nuevas propuestas. Tanto si se centran en la mejora de la excelencia operativa como en el apoyo a la rehabilitación, las tecnologías digitales son fundamentales para garantizar que la columna vertebral de las operaciones penitenciarias esté preparada para afrontar los retos presentes y futuros.

¿En qué punto de la transición/transformación digital se encuentra su jurisdicción?¿Cómo imagina su organización dentro de diez años? ¿Quién participa en esta reflexión estratégica?