// Entrevista: Brigadier Ayman Turki AL Awaisheh
Director general de Centros Correccionales y de Rehabilitación, Jordania
JT: Según los datos disponibles en prisonstudies.org, en Jordania, la población carcelaria casi se ha duplicado en los últimos cinco años, llegando a 15 700 reclusos en marzo de 2018. Además, una tasa de encarcelamiento de más de 190 y el 40% de la detención preventiva presentan otros desafíos.
¿Qué estrategia se está adoptando, o debería adoptarse, para cambiar esta realidad por una más favorable?
B. AA: El hacinamiento en las cárceles tiene efectos negativos tanto en el proceso de rehabilitación, como en la propia infraestructura. Además, aumenta los problemas entre los reclusos y nos dificulta la prestación de servicios.
Este dilema puede abordarse mediante la participación de todas las instituciones de reforma penal, incluido el Departamento de Centros Correccionales y de Rehabilitación.
En este sentido, considero que deberían adoptarse las siguientes medidas:
– Iniciar la aplicación penas alternativas, como el servicio comunitario obligatorio determinado por el tribunal y la aplicación de un sistema de libertad condicional;
– Modificar la legislación relativa a los acusados, a fin de evitar las detenciones previas al juicio (alrededor del 40% del total de los reclusos en Jordania se encuentran en prisión previa al juicio o en prisión preventiva);
– Revisar las sanciones por delitos financieros, como la emisión de cheques no cubiertos y deudas impagadas, ya que aproximadamente el 30% de los reclusos están detenidos por delitos de esta naturaleza;
– Aumentar la concienciación y el nivel de educación jurídica de los ciudadanos a través de agencias especializadas de medios de comunicación, identificando los efectos negativos del cometer delitos, especialmente la exclusión social;
– Identificar las causas fundamentales y los motivos de los delitos, centrándose en métodos y procesos de investigación dinámicos y realistas.
El Departamento de Centros Correccionales y de Rehabilitación adopta varias medidas necesarias para reducir los efectos negativos del hacinamiento, mediante el aumento de los programas recreativos, deportivos y sociales, y la activación de iniciativas humanitarias dentro de los centros penitenciarios.
Además, hemos permitido visitas más regulares y privadas a los reclusos que, en la mayoría de los casos, pueden asistir a las celebraciones y eventos que organiza el Departamento. Asimismo, se les puede permitir asistir a eventos privados y personales, incluyendo funerales de familiares de primer grado. Además, a los condenados se les conceden visitas conyugales programadas, con disposiciones específicas.
Los elementos clave del proceso de reforma de los servicios penitenciarios en Jordania consisten esencialmente en elaborar una respuesta integrada para hacer frente al problema del hacinamiento (…)
JT: En septiembre de 2017, se aprobaron enmiendas a la Ley de Procedimiento Penal y el Ministro de Justicia ha señalado que “el encarcelamiento como única pena ha causado históricamente daños a las familias de los reclusos y a la sociedad en general (…) la introducción de otras medidas correctivas como alternativas a la prisión tiene por objeto rehabilitar a los reclusos, citando el servicio a la comunidad, la rehabilitación psiquiátrica y el marcado electrónico que se han introducido en la nueva versión del Código Penal” (Fuente: “Criminal Procedure Law amendments endorsed”, Jordan Times, 9 de septiembre de 2017).
¿Qué resultados prácticos se han obtenido de este cambio legislativo?
B. AA: Las sentencias alternativas vienen en varias formas, incluyendo el servicio comunitario para el interés público. Gracias a la firma de memorandos de entendimiento entre el Ministerio de Justicia y varios ministerios e instituciones oficiales, los condenados pueden realizar servicio comunitario en departamentos que dependen de esos organismos.
El ámbito de aplicación de estas sanciones es algo limitado; solo se aplican a las personas condenadas por actos delictivos simples, como infracciones de tráfico, abusos leves y robos, y de las que no se consideran autores principales o reincidentes.
Además, existe el control basado en la comunidad, que es determinado por el tribunal por un período no menor de seis meses y no mayor de tres años; otra sanción es la supervisión condicional en la comunidad, ya sea que la persona se someta a un programa de rehabilitación o que sea determinada por el tribunal con el fin de evaluar y mejorar el comportamiento del delincuente.
La aplicación de las penas no privativas de libertad se encuentra todavía en su fase inicial, dado que la enmienda legislativa que permite la aplicación de penas alternativas se aplicó por primera vez el 1 de marzo de 2018. Hasta ahora no ha habido cambios significativos en la realidad de los centros correccionales y de rehabilitación.
JT: ¿Cuáles son los principios fundamentales en que se basa el proceso de reforma penitenciaria en Jordania, y en qué medida se han alcanzado sus objetivos?
B. AA: Los elementos clave del proceso de reforma de los servicios penitenciarios en Jordania consisten esencialmente en elaborar una respuesta integrada para hacer frente al problema del hacinamiento, con el fin de mejorar el entorno penitenciario, la atención y los servicios que se prestan a los reclusos; reducir la tasa de reincidencia mediante la elaboración de programas de rehabilitación y reintegración dirigidos a los reclusos liberados, para ayudarles a ajustar sus comportamientos alejados de la norma y permitirles adquirir conocimientos y empleo, facilitando su posterior integración en sus comunidades; desarrollar programas de rehabilitación psicosocial y social para ayudar a los reclusos a integrarse en sus comunidades y permitirles superar lo que se conoce como “choque de admisión” y “trauma de liberación”.
Además, debemos trabajar en el fomento de la capacidad de nuestro personal penitenciario, haciendo hincapié al mismo tiempo en el respeto de los derechos humanos y el trato de conformidad con el derecho nacional e internacional.
Por supuesto, también es fundamental y necesario mantener el orden en los centros penitenciarios y reducir los posibles riesgos, así como establecer programas especializados para hacer frente a los nuevos delitos. Por último, es fundamental activar el papel de las partes interesadas, tanto gubernamentales como no gubernamentales e internacionales.
A través del trabajo continuo, ya hemos logrado varios objetivos. Con su impacto directo en la calidad de vida de los detenidos, nuestros éxitos incluyen la creación de consejos de reclusos en los centros correccionales y de rehabilitación; el lanzamiento, en septiembre de 2018, de un sitio web para recibir solicitudes de visitas privadas con los reclusos – se recibieron 2893 solicitudes, de las cuales 1628 han sido aplazadas, lo que ha supuesto un ahorro de tiempo, esfuerzo y gastos para las familias de los reclusos –; una revista para reclusos que ya se encuentra en su decimotercera edición, editada por el Departamento de Programas y Relaciones Públicas de los Centros Correccionales y de Rehabilitación, y cuyo contenido gira en torno a la gestión penitenciaria, los acuerdos con las organizaciones internacionales y las preocupaciones de los reclusos, que también incluye artículos, poemas y reportajes sobre acontecimientos; la mejora de las porciones de comida servidas a los reclusos, así como la mejora de la cafetería y el aumento de los productos del comedor; el aumento de los períodos de llamadas telefónicas, además del aumento del número de cabinas telefónicas; la ampliación de la duración de las visitas; y la actualización de los programas de televisión a los que tienen acceso los reclusos.
Otros aspectos igualmente importantes fueron la creación de comités para tramitar las solicitudes de ayuda humanitaria (ayuda financiera, traslado de presos y contribuciones a funerales) dentro de los centros penitenciarios; el fortalecimiento de los canales de interconexión y la comunicación con las contrapartes, en particular mediante el establecimiento de reuniones periódicas; la determinación y el tratamiento de las vulnerabilidades en materia de seguridad, en cooperación con otros departamentos, y la revisión en curso de los planes de seguridad.
La tecnología avanza rápidamente, por lo que es fundamental que el Departamento de Centros Correccionales y de Rehabilitación se mantenga al día con ese desarrollo.
JT: ¿Ha habido apoyo internacional en el proceso de reforma penitenciaria en Jordania?
B. AA: Contamos con el apoyo de algunas organizaciones internacionales relevantes, como la Fundación Alemana para la Cooperación Jurídica Internacional (IRZ), el Instituto Interregional de las Naciones Unidas para Investigaciones sobre la Delincuencia y la Justicia (UNICRI), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la Reforma Penal Internacional (PRI), la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Unión Europea. Con regularidad, recibimos llamadas para que nuestro personal participe en talleres, seminarios y conferencias internacionales.
Además, también contamos con el apoyo de organizaciones internacionales para la realización de talleres y seminarios de capacitación centrados en el proceso de reforma. Otras organizaciones, como la Cruz Roja, han prestado apoyo en materia de atención de la salud mediante equipos y suministros médicos.
JT: ¿Existe alguna tecnología que haya sido implementada y/o que vaya a ser implementada? ¿Y qué papel desempeñan los avances tecnológicos en el sistema penitenciario?
B. AA: La tecnología avanza rápidamente, por lo que es fundamental que el Departamento de Centros Correccionales y de Rehabilitación se mantenga al día con ese desarrollo.
El objetivo es que el uso de la tecnología se refleje positivamente en el desempeño del personal, así como en los servicios que proporcionamos a los reclusos y sus familias.
Nuestras acciones iniciales incluyen la solicitud electrónica de visitas privadas a los reclusos, el uso de un sistema de juicio a distancia y la audiencia de los testimonios de los internos a través de dispositivos tecnológicos directamente vinculados a las salas de audiencia.
Además, desde hace varios años, las órdenes judiciales se reciben electrónicamente, lo que evita las falsificaciones. En breve, las solicitudes de traslado de reclusos entre centros también se realizarán por medios electrónicos. Asimismo, planeamos implementar el uso de monitoreo electrónico para rastrear a los infractores.
Las razones que dan lugar al extremismo de los presos, independientemente de su afiliación religiosa, son una señal de la debilidad del proceso de reforma y del hacinamiento en las cárceles.
JT: ¿Cómo apoya la Administración Correccional y de Rehabilitación jordana los esfuerzos mundiales relacionados con la prevención y la lucha contra la radicalización y el extremismo?
B. AA: En general, los centros penitenciarios y de rehabilitación de todo el mundo se consideran un caldo de cultivo para el extremismo, especialmente como resultado de la influencia directa de otros presos.
Las razones que dan lugar al extremismo de los presos, independientemente de su afiliación religiosa, son una señal de la debilidad del proceso de reforma y del hacinamiento en las cárceles, que, a su vez, hace que se mezclen los partidarios de la ideología del takfirismo (que consideran legítimo el asesinato de no creyentes o infieles) con el resto de los reclusos.
Además, algunos reclusos recurren a esta ideología en busca de protección personal y beneficios por parte de los reclusos extremistas que pertenecen a organizaciones terroristas, debido a su ignorancia hacia la religión y sus creencias equivocadas sobre la expiación de los pecados.
La Dirección de Seguridad Pública (representada por el Departamento de Centros Correccionales y de Rehabilitación) ha alertado sobre el extremismo y está trabajando arduamente para contener la ideología del takfirismo en nuestros centros penitenciarios y de rehabilitación.
Por lo tanto, hemos estado ejecutando una serie de programas, que forman parte de planes a corto y largo plazo, destinados a cambiar la prevalencia de tendencias y creencias intelectuales erróneas entre el grupo de reclusos que profesan ideas extremistas.
Nuestros esfuerzos también están dirigidos a prevenir la propagación de estas ideologías tanto entre los demás reclusos como entre el personal de los centros que se ocupan de este grupo; por lo tanto, estamos tomando todas las medidas de precaución.
El primer paso es categorizar a este grupo, ubicándolo en habitaciones privadas, aislándolo del resto de los reclusos y estudiando sus casos. Es importante que realicemos evaluaciones personales de los reclusos, determinando la gravedad de su personalidad, su impacto en ellos mismos y en el resto de los presos.
Además, evaluamos el alcance de sus delitos. Este grupo debe ser objeto de una vigilancia de seguridad constante, y su estado de salud y psicológico debe ser objeto de supervisión y seguimiento.
Desarrollar programas de cambio intelectual, a la vez que se intenta que vuelvan a la senda correcta, también beneficia a esos reclusos. Esto se hace a través de lecciones y conferencias religiosas impartidas por la guía religiosa y psicológica de los Centros.
Asimismo, nos enfocamos en activar el papel de los guías o asesores religiosos, así como en revisar los libros de las bibliotecas para identificar aquellos que incitan y/o alientan el takfirismo y la exageración religiosa, para poner fin a su circulación entre los reclusos.
También es necesario asignar el personal de la policía que se ocupa diariamente de estos grupos de reclusos, aumentando su competencia mediante cursos de formación y cursos y conferencias especializados en este ámbito, y estableciendo programas preventivos y de sensibilización y educación dirigidos al personal de los centros penitenciarios con el propósito de luchar contra la ideología y el pensamiento extremistas.
Para comprender mejor en qué medida están influenciados por la ideología del takfirismo, es necesario hacer un seguimiento de las preguntas e indagaciones que los guías religiosos de los centros han recibido de los reclusos, para luego analizarlas desde el punto de vista de la seguridad y la religión, identificando las posibles características que determinan si estos presos todavía se rigen por la ideología del takfirismo o no.
Contamos con un programa cognitivo-conductual dirigido a lograr el equilibrio psicológico y social de los reclusos con opiniones extremistas, ya que suelen padecer diversos problemas psicológicos, cognitivos y conductuales adquiridos antes de ingresar a los centros penitenciarios o a su llegada. Así pues, este programa no solo proporciona tratamiento sintomático y asesoramiento psicológico y social a los reclusos, sino que también facilita una ejecución más fácil y sin contratiempos de otros programas, siempre con un enfoque integrado e integral.
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El Brigadier Ayman Turki Al-awaisheh se incorporó al servicio de policía en 1985 y desde entonces ha trabajado en diferentes departamentos, como el Departamento de Investigación Criminal, la Policía Metropolitana, la Policía Judicial Ejecutiva, la Oficina del Fiscal General y el Departamento de Centros Correccionales y de Rehabilitación. También administró los departamentos de policía de las ciudades de Zarqa, Irbid y Al Karak, y ha sido director de tres centros correccionales y de rehabilitación (Juwaidah, Gafgafah y Swaqa). Tiene una licenciatura en Derecho de la Facultad de Ciencias Policiales y un máster en Estrategias de Seguridad y Gestión, ambas de la Universidad de Mutah de Jordania.