Caso de implantación tecnológica
Nueva Gales del Sur
En junio de 2019, el anterior primer ministro de Nueva Gales del Sur (Australia) anunció un nuevo conjunto de prioridades que incluía el objetivo de reducir la reincidencia entre la población penitenciaria adulta.
En respuesta, el Servicio Penitenciario de Nueva Gales del Sur (CSNSW, por su sigla en inglés) desarrolló un programa dividido en cuatro flujos de trabajo que constaba de más de 70 proyectos individuales. El ambicioso objetivo era reducir la reincidencia, de los delincuentes de alto riesgo que cometieron delitos graves, en un 5% hasta el año 2023.
Una de las líneas de trabajo tenía por objeto “Transformar la rehabilitación de los reclusos mediante la tecnología digital”. Para respaldar su ejecución, CSNSW presentó con éxito un estudio de viabilidad al Digital Restart Fund (DRF), administrado por el Servicio de Atención al Cliente de Nueva Gales del Sur. La oferta de financiación, de 40,42 millones de dólares australianos, incluía propuestas para ampliar la tecnología de tabletas en las celdas de las prisiones de Nueva Gales del Sur y mejorar el uso de las tecnologías actuales para aumentar las oportunidades de rehabilitación.
Las personas detenidas en Nueva Gales del Sur pueden pasar hasta 16 horas al día en sus celdas. Este tiempo en la celda suele ser improductivo, por lo que el CSNSW buscó formas de aumentar las oportunidades de actividades constructivas y la participación durante este periodo. La introducción de la tecnología digital en este entorno ofrecía una solución a este reto. En concreto, la posibilidad de aumentar el contacto con la familia y los amigos mediante el despliegue de canales de comunicación digital seguros, como la conexión audiovisual, la telefonía y los mensajes de texto, ofrecía ventajas tangibles e inmediatas.
Sin acceso a la tecnología, es poco lo que las personas tienen a su disposición, mientras están en las celdas, para apoyar el cambio de comportamiento, participar en actividades significativas o mejorar la experiencia de estar bajo custodia. El personal sólo tiene acceso a los reclusos cuando están fuera de la celda, lo que deja poco tiempo para interacciones positivas.
Durante el tiempo fuera de la celda hay una competencia significativa por los diversos servicios, programas, trabajo y actividades de que disponen. Van De Steene y Knight (2017) informan que: “Sostener estos esfuerzos digitales para mantener a los reclusos ‘al día’ se alinea con las aspiraciones de evitar y minimizar la interrupción de su trayectoria vital. La tecnología permite la modernización y la normalización”.
El CSNSW se ha comprometido a lograr un aumento de la dosificación de atención. Esto se define como el número de horas que una persona participa en intervenciones de cambio de comportamiento basadas en pruebas. Los datos disponibles sugieren que las personas con mayor riesgo de reincidencia necesitan al menos 160 horas de este tipo de intervención para mejorar los resultados en términos de reincidencia.
Proporcionar tecnología en las celdas y mejorar las oportunidades de acceso a los servicios y programas a través de soluciones digitales tienen el potencial de aumentar significativamente la dosis de tratamiento. Las prisiones han sido descritas como desiertos digitales. El actual panorama de acceso digital para las personas encarceladas no está en consonancia con las expectativas de la comunidad y del gobierno en cuanto a la preparación de todos los ciudadanos para prosperar en el mundo digital.
La creación del DRF es una buena oportunidad para mejorar las opciones digitales de los reclusos. Es un requisito esencial para garantizar que quiénes salen de prisión estén bien preparados para una vida prosocial tras su puesta en libertad.
A la complejidad de los esfuerzos del CSNSW por reducir la reincidencia se añade el hecho de que nuestros centros penitenciarios y correccionales comunitarios abarcan zonas extensas y geográficamente dispersas, con más de 12 000 personas detenidas y unas 35 000 bajo seguimiento en la comunidad en todo el Estado. La tecnología tiene el potencial de permitir soluciones digitales de prestación de programas y servicios a pesar de los retos de la ubicación geográfica.
El programa Transformar la rehabilitación de los presos a través de la tecnología digital contribuirá a mejorar la seguridad de la comunidad gracias a su impacto en la cantidad de delitos. El programa pretende utilizar tabletas (“tablets”) y otras tecnologías digitales para mejorar la prestación de servicios penitenciarios. El objetivo principal es contribuir a la prioridad del primer ministro, de reducir la reincidencia de los adultos, tras la puesta en libertad de los delincuentes de alto riesgo. Además, habrá beneficios colaterales para todas las personas detenidas, independientemente de su estado de condena o nivel de riesgo.
La nueva tecnología permitirá a los detenidos asumir una mayor responsabilidad en su propia rehabilitación. La experiencia penitenciaria de las personas detenidas mejorará al aumentar la eficacia de los servicios y ofrecer oportunidades de normalización, teniendo en cuenta que la mayoría de las personas encarceladas regresarán en algún momento a la comunidad.
CSNSW debe cumplir el Marco de Priorización de Inversiones del DRF y demostrar la rentabilidad de la inversión, de acuerdo con los criterios definidos. Esto incluye garantizar que el proyecto cumple sus objetivos y demostrar su viabilidad económica. El proyecto también debe producir un beneficio económico neto para el Estado y mejorar el crecimiento económico y la productividad.
Con el apoyo de la inversión del DRF, el CSNSW ha diseñado y aplicado una estrategia digital que incorpora una serie de soluciones tecnológicas. Entre ellas se incluyen tabletas para el uso de los reclusos en las celdas, ordenadores para su uso fuera de las celdas en aulas y cabinas/salas de videoconferencias para conectar a los reclusos entre prisiones y con servicios internos y externos. La transformación digital comenzó con un proyecto piloto limitado, de tabletas en las celdas, que se extendió a doce centros penitenciarios entre 2020 y 2021.
El estudio de viabilidad propuso implantar el proyecto piloto de transformación digital en todo el estado, con unos beneficios económicos estimados de aproximadamente 209 millones de dólares australianos en diez años. El CSNSW comenzó a aplicar las inversiones financiadas por el DRF en noviembre de 2021 y, en febrero de 2023, se habían proporcionado tabletas en las celdas a 22 prisiones. A finales de junio de 2023, casi todas las prisiones de Nueva Gales del Sur dispondrán de esta tecnología.
La solución digital del CSNSW prevé una proporción de una tableta por persona, a diferencia de otras jurisdicciones en las que el acceso a esta tecnología viene determinado por la clasificación de seguridad del recluso. Pridham (2020) observó, en las prisiones de Tasmania, “que a los reclusos con clasificaciones de seguridad adecuadas se les permitía utilizar ordenadores.” Dado que la tecnología se está convirtiendo en parte integrante de la prestación diaria de servicios y las comunicaciones, CSNSW considera que el acceso a las tabletas es un derecho y, por lo tanto, no está sujeto a la retirada total como sanción por mal comportamiento.
No obstante, el sistema es totalmente configurable, por lo que el acceso puede restringirse en cualquier momento a componentes individuales. La persona detenida reconoce que si daña intencionadamente las tabletas, se le cobrará el importe íntegro en concepto de recuperación de costes. La experiencia reciente es que los usuarios cuidan bien los dispositivos. Esto da fe de la utilidad de las tabletas y reconoce que se han convertido en una herramienta esencial de comunicación de la que los presos se resisten a prescindir.
Bardelli, Zarook y Derick (2022) señalan que: “El preso es tratado cada vez más, no como ‘alguien bajo el cuidado del Estado’ sino como un “consumidor de servicios institucionales (…) El cambio hacia una mayor dependencia de la tecnología probablemente transformará la vida de las personas encarceladas”.
Aunque en esta fase del programa los datos empíricos disponibles para el análisis son limitados, el CSNSW está colaborando con académicos y proveedores para comprender cómo pueden coexistir la capacidad digital, los marcos de desistimiento y los indicadores de evolución de la reincidencia para obtener mejores resultados para los reclusos.
La estrategia digital del CSNSW ofrece una solución integrada, accesible para todas las personas detenidas, independientemente del tipo la duración de la condena. El CSNSW está orientando cuidadosamente la solución para garantizar que sea permanente y evolucione constantemente, acorde con las mejores prácticas. El éxito a este respecto depende de que el programa sea impulsado por el organismo y se base en las necesidades individuales, en lugar de en las ofertas empaquetadas de los proveedores que, comprensiblemente, buscan rentabilizar las tecnologías basadas en las prisiones.
Thaler, Barkworth y Howard (2022) completaron un estudio tras la implantación en los dos primeros centros piloto de tabletas en celda del CSNSW. Este trabajo puso de relieve los posibles efectos en el bienestar de los reclusos, incluida la reducción de las fricciones entre ellos y las mejoras percibidas en la autonomía y la comunicación con los seres queridos.
Los autores señalaron que “los reclusos entrevistados informaron sistemáticamente de niveles extremadamente altos de uso de tabletas, tanto entre ellos como entre sus compañeros. Por lo general, veían las tabletas como una parte importante de su experiencia actual de la vida en prisión, y a menudo afirmaban echarlas mucho de menos cuando no estaban disponibles o no funcionaban (…). Casi todos los entrevistados señalaron que el acceso a las tabletas ha tenido un impacto positivo sustancial en sus relaciones con la familia y los amigos en la comunidad.”
A lo largo de un periodo de tres años, el CSNSW ha realizado una importante inversión en tecnología digital. Esto va acompañado de grandes expectativas de que la inversión aumente la accesibilidad, sea un elemento facilitador y mejore el potencial rehabilitador del sistema. El CSNSW desea medir el éxito y comprender mejor cómo la tecnología puede cambiar la experiencia de la prisión, tanto para las personas encarceladas como para los funcionarios. Se ha desarrollado un marco completo de seguimiento y evaluación con socios académicos.
El marco identifica 14 áreas de interés para analizar cómo la tecnología puede rehabilitar e influir en las personas detenidas (Lulham et al., 2021). Los centros penitenciarios de todo el mundo están adoptando progresivamente la tecnología digital con el objetivo general de mejorar la gestión de los delincuentes, la seguridad, la vigilancia y la eficacia. Transformar la rehabilitación de los reclusos es un objetivo importante y ambicioso para el Gobierno de Nueva Gales del Sur. Aunque la nueva tecnología digital puede proporcionar una plataforma, será la forma en que se despliegue y utilice la que determinará su eficacia.
Referencias
Bardelli, T., Ruqaiyah, Z. and McCarthy, D. (March 7, 2022). How Corporations Turned Prison Tablets into a Predatory Scheme.
Lulham, R. and Bradley, K. A; Wan, K. and C. McKay (2021). Research and Evaluation Strategy for the Transformation of Prisoner Rehabilitation through Digital Technology. Corrective Services NSW Strategic Document.
Pridham, B. (November 2022). Former inmates struggling to reintegrate into society due to minimal experience with digital technology.
Thaler, O., Barkworth, J., Howard, M. (2022). Implementing digital technologies in prisons: A qualitative study of inmate experiences. Corrections Research Evaluation and Statistics, Corrective Services NSW. NSW RESEARCH BULLETIN No. 58| NOVEMBER 2022 | ISSN 220708501
Van De Steene, S., and Knight, V. (2017). Digital transformation for prisons: Developing a needs-based strategy. Probation Journal, 64(3), 256–268
Renee Van Aaken es una líder experimentada en el sector de la justicia penal, con amplios y diversos conocimientos en los ámbitos operativo, de gestión y estratégico. Tras licenciarse en Criminología en 2001, Renee trabajó varios años en funciones operativas y de gestión de primera línea en centros penitenciarios, y fue ascendida a un puesto directivo en 2012. A continuación, Renee pasó a la gestión de proyectos, donde durante los últimos 6 años ha dirigido y gestionado múltiples iniciativas de agencias, reformas y reestructuraciones a gran escala, incluida la Estrategia del Gobierno de Nueva Gales del Sur para Reducir el Programa de Reincidencia y la Prioridad del primer ministro para Reducir la Reincidencia. En 2021 se graduó con honores en un Máster en Administración de Empresas (MBA). Una nueva y emocionante área de interés para Renee es la tecnología penitenciaria, liderando el desarrollo y la implementación de un caso de negocios para un programa de 40 millones de dólares para transformar la rehabilitación de prisioneros a través de la tecnología.