Artículo
Craig Storer
En el ámbito de la gestión de los centros penitenciarios, cada vez se comprende mejor la importancia primordial de la rehabilitación. Aunque garantizar la seguridad pública sigue siendo el principal objetivo de las prisiones y los centros de detención, ha surgido un profundo reconocimiento del potencial de la educación, el desarrollo de habilidades y la reintegración social.
La educación y la adquisición de habilidades profesionales no son sólo herramientas para el crecimiento personal; son instrumentos vitales para capacitar a las personas encarceladas para construir un futuro mejor.
Los reclusos que reciben una educación y adquieren aptitudes profesionales durante su estancia en prisión están mejor preparados para reintegrarse en la sociedad tras su puesta en libertad. Es más probable que consigan un empleo estable, contribuyan a sus comunidades y rompan el ciclo de la reincidencia.
Reconociendo el poder transformador de la educación, el Método RISE (por sus siglas en inglés) de NCIC – Restauración a través de Incentivos, Capacitación y Educación – se encuentra en la vanguardia de una filosofía de rehabilitación dirigida a equipar a los reclusos con las herramientas que necesitan para reconstruir sus vidas y generar un impacto positivo. Este método es la base de la Plataforma de Aprendizaje Schoolhouse.
Incentivar el cambio positivo
Mejorar la comunicación y la conectividad
Las visitas por video a través de las tabletas pueden hacerse desde el interior de las celdas u otras zonas de las unidades de alojamiento, garantizando la privacidad del usuario.
Es un faro de esperanza para quienes creen en las segundas oportunidades y en el poder de la educación para romper el ciclo de la reincidencia.
Craig Storer es el Director de Marketing de NCIC Inmate Communications. Craig tiene un gran interés en la economía asociada a los programas de comunicaciones con reclusos y le gusta trabajar con las agencias penitenciarias para ayudar a fomentar la comprensión de sus entornos de comunicaciones con reclusos, incluidas las tarifas, los ingresos y la participación en los ingresos de vuelta a la agencia. Ha ayudado a los organismos penitenciarios a identificar comisiones devengadas pero no pagadas asociadas a sus acuerdos de comunicaciones con reclusos por valor de varios millones de dólares, al tiempo que ha mejorado los entornos de comunicaciones en muchas comunidades, haciendo que las llamadas sean más asequibles.