Capacitación del personal penitenciario: la perspectiva de los especialistas de todo el mundo

Hoy más que nunca, los administradores penitenciarios deben comprometerse a invertir en la formación de sus funcionarios.

Peter Severin, Presidente, Asociación Internacional de Prisiones (ICPA)

Peter Severin

Presidente, Asociación Internacional de Prisiones (ICPA)
En los servicios penitenciarios actuales, los funcionarios son cada vez más gestores de reclusos que observadores pasivos de estos y personas que responden a incidentes relacionados con la seguridad, con una responsabilidad importante en lo que se refiere a protección y seguridad estática.

El papel del funcionario ha evolucionado de modo proactivo, lo que es muy positivo. Pero el cambio en el papel implica la necesidad de adecuar la formación del personal y centrarse en su bienestar.
 
Si bien las habilidades básicas del funcionario son importantes y deben continuar siendo parte del currículo de estudios, cada vez es más acuciante la necesidad de incluir, en los programas de formación, habilidades comunicativas, gestión de casos, manejo de conductas difíciles de un modo centrado y pensado para la desescalación y técnicas de autocuidado.
 
Se ha visto desde hace tiempo que solo un 30%, aproximadamente, del papel del funcionario de prisiones tiene que ver con aspectos racionales y procedimentales de sus responsabilidades, mientras que el 70% restante tiene que ver con acciones no racionales, como construir y apoyar relaciones prosociales, proporcionar orientación y consejo a los reclusos para ayudarles a mejorar la conciencia de sí mismos, algo esencial para su rehabilitación e implicación constructiva y selectiva.
 

El antiguo estereotipo del funcionario duro que no necesita preocuparse por su bienestar ha demostrado ser obsoleto y equivocado. En los centros penitenciarios de nuestros días es necesaria la formación continua centrada en la resiliencia y el bienestar. Hoy más que nunca, los administradores penitenciarios deben comprometerse a invertir en la formación de sus funcionarios. Así conseguirán mejores resultados y se asegurarán una fuerza de trabajo bien dotada y eficaz.

Ayudamos a las escuelas penitenciarias a actualizar el currículo, modernizar los materiales didácticos para el aprendizaje a distancia o traducir a las lenguas locales el manual de aprendizaje a distancia de la ONUDD sobre las Reglas de Nelson Mandela y otros manuales.
El CICR tambien está interesado en el potencial enorme de la realidad virtual como vector para el aprendizaje y para cambiar conductas.

Peter Maurer, Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)

Peter Maurer

Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)

Contribuir a la formación y al desarrollo del personal que trabaja en la prisión es uno de los componentes clave de los esfuerzos invertidos por el CICR para la mejora de los sistemas de detención.

Como complemento a sus actividades de vigilancia y diálogo más amplio sobre los aspectos de la detención con las autoridades competentes, el CICR apoya a estas de muchas formas, incluso mediante la formación ad hoc para los responsables y el personal dedicados a las detenciones, en aras de una resolución creativa de los problemas humanitarios que observa durante sus visitas.
En diversos casos ayudamos a las escuelas penitenciarias a actualizar el currículo, modernizar los materiales didácticos para el aprendizaje a distancia o traducir a las lenguas locales el manual de aprendizaje a distancia de la ONUDD sobre las Reglas de Nelson Mandela y otros manuales.

Además, el CICR está interesado en el potencial enorme de la realidad virtual como vector para el aprendizaje y para cambiar conductas.

Hemos utilizado la RV para desarrollar herramientas de formación poderosas e innovadoras que se han utilizado en diversas áreas relacionadas con nuestro trabajo. En los entornos de detención, el CICR empezó en 2017 a utilizar la tecnología de la RV como herramienta de campaña ante el sistema judicial para concienciarlo haciéndole ver las consecuencias de la sobrepoblación y la forma en qué sus decisiones judiciales podían surtir un efecto positivo.

Aprovechando un desarrollo inicial de una prisión virtual y vídeos de formación al inicio de la pandemia de COVID-19, avanzamos en el desarrollo de una simulación para múltiples jugadores de prisión virtual.

La herramienta se ha diseñado para la formación, y permite sesiones de acompañamiento y mentoría dirigidas a los profesionales que desempeñan un papel en las detenciones, incluidos representantes del CICR, personal de las sociedades nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, mecanismos preventivos nacionales, escuelas penitenciarias y academias.

Quienes reciben la formación pueden asistir a una visita completa en un entorno de prisión casi real, con lo que pueden evaluar las condiciones de la detención y el trato dispensado a los detenidos; y pueden también interactuar con personas que desempeñan los papeles de detenidos y personal que trabaja en la prisión.

Para resolver las brechas digitales y de conexión a la red y llegar a una audiencia más amplia, están en preparación versiones web. Estas permitirán al personal que trabaja en prisiones tener una experiencia inmersiva 2D en un entorno de detención.

Además, nos proponemos desarrollar otros productos de RV que aborden vulnerabilidades específicas y otras cuestiones, además de la gestión de la cadena de alimentos, la sobrepoblación y la asistencia sanitaria en la detención.

Cada vez son más las organizaciones que se dan cuenta de que necesitan ir más allá de la formación en habilidades administrativas.

James Bonta, Doctor (Psicología Clínica), coautor de «The Psychology of Criminal Conduct» (Modelo RNR), Canadá

James Bonta

Doctor (Psicología Clínica), coautor de «The Psychology of Criminal Conduct» (Modelo RNR), Canadá
Los funcionarios de libertad condicional dedican mucho tiempo a labores administrativas y a la aplicación de la ley, para ver si los clientes cumplen las condiciones. Así que el personal no sigue los principios del modelo RNR sin haber tenido un entrenamiento específico.
 
El primer paso radica en reconocer que si el personal puede seguir nuestro modelo (RNR) más estrictamente, puede conseguirse una diferencia notable en la seguridad de la comunidad. El mejor ejemplo que tengo hasta ahora sobre una organización que sigue este enfoque de tres pasos lo encontramos en la provincia de Columbia Británica, donde aplicamos STICS.
 
Se trata de un programa formativo para enseñar a los funcionarios de libertad condicional cómo seguir el principio del riesgo, abordar las necesidades criminogénicas y hacer que el pensamiento delictivo pase a ser más tendente a la vida en sociedad. No se puede aprender cómo hacer reestructuración cognitiva después de asistir a una formación. Un taller puede revitalizar a la gente, y esta aprende algo.
 

Con todo, necesitan continuar con el desarrollo profesional para mejorar sus habilidades. Veo un incremento positivo en la atención a la formación para los funcionarios de libertad condicional en «What Works». Cada vez son más las organizaciones que se dan cuenta de que necesitan ir más allá de la formación en habilidades administrativas, y forman a sus funcionarios para que adquieran habilidades que realmente marquen la diferencia. El gran reto es la aplicación a gran escala. En la implementación de nuevos programas formativos, lo difícil se encuentra en la fidelidad a la intención del programa.

Priorizamos la inversión en nuestro personal para que sea el gran transformador en el día a día de las unidades penitenciarias.

Leandro Lima, Secretario de Estado de Administración Penitenciaria y Socioeducativa, Santa Catarina, Brasil

Leandro lima

Secretario de Estado de Administración Penitenciaria y Socioeducativa, Santa Catarina, Brasil

La formación y desarrollo de nuestros funcionarios es el pilar que sustenta el sistema penitenciario. Nuestra Academia es el gran transformador del potencial humano y es nuestra mayor inversión. La capacitación fortalece el papel de los agentes y el compromiso del equipo con la actividad, para beneficio de todo el sistema.

Recientemente lanzamos SAPCiencia, un programa interno que ofrece 650 plazas para estudios de posgrado, máster y doctorado, íntegramente financiado por el Estado y exclusivamente para empleados de la Secretaría. Con esta iniciativa acercamos cada vez más el mundo académico al profesional. El interés fue tal que tendremos una segunda edición del proyecto, todavía con más plazas.

Priorizamos la inversión en nuestro personal para que sea el gran transformador en el día a día de las unidades penitenciarias. El sistema es cada vez más abierto y transparente, por lo que tenemos cada vez menos casos de corrupción y violencia.

La formación, tanto la inicial como la continua, es esencial para el correcto desempeño de las funciones que el personal penitenciario tiene que desarrollar.

Ángel Luis Ortiz, Secretario General Instituciones Penitenciarias, España

Ángel Luis Ortiz

Secretario General Instituciones Penitenciarias, España
Nuestra hoja de ruta pasa por potenciar la formación que se imparte al personal de la Administración Penitenciaria. Estamos trabajando, además, para mejorar las condiciones laborales de nuestros profesionales. La formación, tanto la inicial como la continua, es esencial para el correcto desempeño de las funciones que el personal penitenciario tiene que desarrollar.

España cuenta con unas renovadas instalaciones. Sin embargo, hasta ahora carecía de un centro de formación acorde con la calidad de esas instalaciones. Es por eso que este año hemos decidido crear el Centro de Estudios Penitenciarios, con sede en Cuenca. Durante los próximos años se harán las reformas necesarias para su puesta en funcionamiento. De momento, ya se ha comenzado a trabajar en esa ciudad en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha y se están impartiendo clases en el campus de la ciudad.
 
Esta formación inicial para quienes comienzan a trabajar en Instituciones Penitenciarias consiste en dos fases: un curso teórico en el Centro de Estudios y un programa práctico en las prisiones. Por otro lado, cerca de 6.000 personas reciben cada año formación continua en tres modalidades: presencial, en línea, y descentralizada, en los centros penitenciarios.

Como miembro del personal del Servicio Sueco de Prisiones y Libertad Condicional, es necesario creer en la capacidad de cada persona para introducir cambios positivos en su vida.

Martin Holmgren, Director general, Servicio Sueco de Prisiones y Libertad Condicional

Martin Holmgren

Director general, Servicio Sueco de Prisiones y Libertad Condicional

Uno de los factores más importantes para un servicio de prisiones y libertad condicional exitoso es disponer de miembros del personal que sean bien educados, con buenas actitudes y un compromiso firme con su labor. Priorizamos mucho la selección, la formación y la conservación del personal.

Para ser funcionario de prisiones, es necesario haber superado la educación secundaria no obligatoria. Como funcionario de libertad condicional, se requiere un título universitario. Como miembro del personal del Servicio Sueco de Prisiones y Libertad Condicional, es necesario creer en la capacidad de cada persona para introducir cambios positivos en su vida. Además, es necesario que a uno le guste trabajar con personas en un entorno estructurado y basado en la seguridad.

Ofrecemos a los empleados amplia formación interna centrada en habilidades prácticas y comprensión de los factores subyacentes a la conducta delictiva. Para los profesionales que ya forman parte del SPPS, ofrecemos formación en el propio establecimiento y fuera de este para todos los aspectos prácticos del trabajo.

Además, tenemos en funcionamiento un currículo de formación en línea para mantener los niveles de competencia del personal. Y ofrecemos formación adicional para la aplicación de nuevas herramientas y métodos.

El desarrollo de nuestra fuerza laboral es una de mis máximas prioridades y esencial para el 'Hōkai Rangi'.

Jeremy Lightfoot, Director ejecutivo, 'Ara Poutama Aotearoa' - Departamento de Servicios Penitenciarios, Nueva Zelanda

Jeremy Lightfoot

Director ejecutivo, Ara Poutama Aotearoa – Departamento de Servicios Penitenciarios, Nueva Zelanda
La idea central de nuestra estrategia reside en el concepto del bienestar. “Kotahi anō te kaupapa: ko te oranga o te iwi” – Nuestra labor persigue un único propósito: la salud física y mental y el bienestar de las personas. Si nuestro personal no está bien, no podemos lograr un cambio positivo para las personas a las que tratamos y de las que cuidamos.
 
En consecuencia, las personas que trabajan para nosotros son una de mis máximas prioridades, y es esencial para nosotros cumplir los compromisos asumidos en el Hōkai Rangi. He ahí el motivo por el que invertimos en aumentar la capacidad de recursos humanos a largo plazo mediante la formación continua y el desarrollo de habilidades.
 
Debemos implementar los apoyos adecuados, asegurándonos de que nuestro personal, principalmente los miembros que están en primera línea, cuenten con las habilidades y la capacidad que necesitan para desempeñar sus funciones.
 
Por lo tanto, nos enfocamos en impartir una formación adecuada y atractiva. Hemos hecho mucho trabajo de base, pero nos queda un buen trecho por recorrer en los próximos años.

Vemos en la formación un elemento esencial de los centros penitenciarios modernos y de las buenas prácticas del sector. Nuestro centro de formación actúa como centro de excelencia.

Raphael T. Hamunyela, Comisario General, Servicio Penitenciario de Namibia

Raphael T. Hamunyela

Comisario General, Servicio Penitenciario de Namibia
Vemos en la formación un elemento esencial de los centros penitenciarios modernos y de las buenas prácticas del sector. Tenemos una Dirección de Desarrollo de Recursos Humanos y Formación, del que el centro de formación Lucius Sumbwanyambe Mahoto (LSMCS) constituye el componente más importante.
 
Nuestro centro de formación actúa como centro de excelencia. Es uno de los centros de formación profesional de diseño más moderno en África y, para nuestro Departamento y el Ministerio, constituye un motivo de orgullo.
 
La función principal de Dirección de Desarrollo es trazar la estrategia y diseñar la política para asegurar el desarrollo de la capacidad del personal. Esta estructura coordina y supervisa los diversos cursos según el programa de formación del Departamento y gestiona los funcionarios que realizan estudios superiores y otros estudios.
 
Hasta el momento, el centro de formación profesional LSMCS ha impartido aproximadamente treinta cursos de Formación Penitenciaria Básica. Tiene por objetivo preparar a los funcionarios penitenciarios para trabajar en un entorno de alto riesgo. Estos necesitan, al mismo tiempo, habilidades interpersonales y estar en forma para abordar las situaciones.
 
En colaboración con la Asociación Africana de Servicios Correccionales (ACSA), existen planes para convertir el centro en una Academia Africana de Servicios Penitenciarios.

La Unión Europea, el Servicio sueco de Prisiones y Libertad Condicional, la UNICEF y la UNFPA han desempeñado un papel principal a favor nuestro a lo largo de los años.

Ahmed Najmaddin Ahmed, Jurista y director general de Reforma Social, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, región del Kurdistán, Iraq

Ahmed Najmaddin Ahmed

Jurista y director general de Reforma Social, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, región del Kurdistán, Iraq

Como institución penitenciaria, carecemos de experiencia previa en lidiar con algunos temas específicos. En relación con la formación y el desarrollo del personal, hemos logrado poner en marcha varios cursos, seminarios y talleres para nuestros empleados con el fin de mejorar su trabajo.

 Además, hemos podido participar en muchas conferencias, cursos y talleres de formación, a escala tanto regional como internacional. La Unión Europea, el Servicio sueco de Prisiones y Libertad Condicional, la UNICEF y la UNFPA han desempeñado un papel principal a favor nuestro a lo largo de los años. Recientemente, los talleres organizados por la ONUDD en Erbil, durante noviembre y diciembre de 2021, aumentaron nuestra esperanza y aspiración. Y realmente mejoraron las habilidades de nuestro personal. La iniciativa fue un gran punto de partida.

A medida que avancemos, aunaremos esfuerzos con la ONUDD para continuar contribuyendo al cambio positivo en el marco del derecho internacional y de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos.

En lo que se refiere a desarrollo profesional, cuanto más nos expongamos a sistemas diferentes, más conocimiento adquiriremos de los diferentes enfoques.

Douglas Dretke, Director ejecutivo, Instituto de Gestión Penitenciaria de Texas, Universidad Estatal Sam Houston, Estados Unidos de América

Douglas Dretke

Director ejecutivo, Instituto de Gestión Penitenciaria de Texas, Universidad Estatal Sam Houston, Estados Unidos de América

En particular, desarrolla e imparte programas de formación profesional y sobre aspectos específicos, además de conferencias para profesionales de la justicia penal que actúan en el vasto espectro penitenciario. Además, cooperamos estrechamente con diversos grupos asesores. Recurrimos a profesionales de primera línea que representan los diferentes componentes de nuestra profesión en el ámbito penitenciario, para que se fijen en los aspectos esenciales que debe integrar cada programa. También recurrimos a experiencia y conocimiento de todo el Estado o del país, para integrarlos en nuestra reserva docente.

Nuestros programas formativos se basan en la evidencia, el elemento principal que muestra que lo que hacemos puede marcar la diferencia. Tenemos por objetivo principal hacer que quienes participan en nuestros programas salgan del liderazgo en el statu quo y avancen hacia un liderazgo transformador. Nos centramos en facilitar un desarrollo del liderazgo que pueda surtir un efecto muy positivo en los organismos de ejecución de penas y las comunidades.

A medida que construimos programas de formación para los diferentes países en los que trabaja el Departamento de Estado de EE. UU., cooperamos estrechamente con los países, organismos y departamentos de Estado para llevar allí nuestro currículo y hacerlo muy específico para sus necesidades.

En lo que se refiere a desarrollo profesional, cuanto más nos expongamos a sistemas diferentes, más conocimiento adquiriremos de los diferentes enfoques. Y estos pueden ser muy útiles en las diferentes dificultades a las que nos enfrentamos en el sector correccional y la justicia penal.

Deberíamos centrarnos en contratar funcionarios que crean que las personas pueden cambiar. Deberíamos pensar menos en las habilidades técnicas y más en las habilidades interpersonales. Entonces podemos entrenar y desarrollar sus habilidades profesionales en torno a intervenciones orientadas al cambio. Por este motivo, la formación es esencial para el éxito.

Brian Lovins, Presidente de la Junta Directiva de la Asociación Estadounidense de Libertad Vigilada y Libertad Condicional (APPA), Estados Unidos

Brian Lovins

Presidente de la Junta Directiva de la Asociación Estadounidense de Libertad Vigilada y Libertad Condicional (APPA), Estados Unidos
La formación y el desarrollo del personal son un componente importantísimo. Entre 100 000 y 120 000 funcionarios de libertad condicional/vigilada de los Estados Unidos de América pasarían a depender exclusivamente de sus dispositivos y trabajarían aislados, de no ser por la formación y el desarrollo.
 
Deberíamos centrarnos en contratar funcionarios que crean que las personas pueden cambiar. Deberíamos pensar menos en las habilidades técnicas y más en las habilidades interpersonales. Entonces podemos entrenar y desarrollar sus habilidades profesionales en torno a intervenciones orientadas al cambio. Por este motivo, la formación es esencial para el éxito.
 
Me alegro de que estemos empezando a ver más en torno a los enfoques orientados al cambio, apoyo a largo plazo, equipos de aprendizaje y creación de espacios en los que las personas puedan fomentar sus habilidades.
 

No podemos formar al personal en el vacío. La formación y el desarrollo del personal no surtirán efecto a menos que dispongamos de una organización basada en el aprendizaje y la curiosidad.
Lo que he visto, en la mayoría de nuestros escenarios, es un modelo jerárquico vertical descendente que a menudo no consigue implementar con eficacia las prácticas basadas en la evidencia.

Si queremos hacerlo mejor y tener intervenciones consistentes que sean positivas y ayuden, debemos replantearnos cómo formamos y desarrollamos a los funcionarios de libertad condicional/vigilada.
 
Empezamos a cambiar en la forma en que formamos a las personas, en parte debido a la pandemia. Con más conexiones virtuales vemos que la accesibilidad es mayor, lo que permite más interacción, retroalimentación y entrenamiento en tiempo real si lo comparamos con lo que hemos tenido hasta ahora.
 
Durante la pandemia de la COVID, adoptamos el modelo virtual, y con él ampliamos el alcance de nuestros eventos permitiendo que algunos participantes nuevos de todo el país y de otras partes del mundo pudiesen asistir a nuestro instituto virtual. Además, ofrecemos asistencia técnica y oportunidades de formación continua tanto a funcionarios individuales como a departamentos de penas y medidas en la comunidad.
 

Centrándonos en el trabajo en red, también pusimos en marcha una plataforma en línea que permite a las personas interactuar y conectar entre ellas, para aprender del excelente trabajo que están llevando a cabo en todo el mundo.

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