// Entrevista: Francisco Alberto Caricati
Director General del Departamento Penitenciario del Estado de Paraná, Brasil
JT:¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta el sistema correccional de Paraná y qué medidas se están avanzando para hacerles frente?
FAC: El hacinamiento es una realidad en todo el país. En Paraná, para solucionar esta situación, tenemos catorce proyectos de construcción y ampliación de unidades penales en marcha, que generarán cerca de siete mil nuevas plazas en el sistema penitenciario. Además, tenemos seis nuevos proyectos de Casas de Custodia para albergar presos provisionales, que generarán otras tres mil vacantes. La creación de esas plazas es fundamental para que podamos acabar con el cuadro de presos en comisarías en el Estado.
Además, estamos invirtiendo en tecnologías, como el aumento del monitoreo electrónico, la automatización de las unidades penales – éstas ofrecen más seguridad para los trabajadores que actúan en el sistema penitenciario – y un nuevo sistema de identificación y seguimiento de la gestión penitenciaria. Por último, estamos empeñados en aumentar los programas que efectúen la resocialización de los individuos privados de libertad.
Para solucionar esta situación, tenemos catorce proyectos de construcción y ampliación de unidades penales en marcha, que generarán cerca de siete mil nuevas plazas en el sistema penitenciario.
JT: El Estado de Paraná dispone de un Centro de Observación Criminológica y Clasificación. ¿Podría por favor explicarnos en qué consiste este establecimiento penal y qué importancia asume para el funcionamiento del sistema penitenciario?
FAC: El Centro de Observación Criminológica y Clasificación funciona hoy en el mismo espacio de la Casa de Custodia de Piraquara, unidad de entrada del sistema penitenciario en la región de Curitiba. El local recibe presos provenientes de comisarías que son identificados y encaminados a otras unidades penitenciarias.
En todo el Estado, en cada oficina regional del Departamento Penitenciario (DEPEN), existe una unidad responsable de hacer este trabajo de identificación y clasificación.
Su papel es de extrema importancia, ya que es en este lugar donde el preso es clasificado por tipo de crimen, situación procesal, si posee o no implicación con pandillas, entre otros, para que sea encaminado a una unidad penitenciaria de acuerdo con su perfil.
JT: En cuanto a la ejecución penal en medio abierto, se creó el Programa Patronato (Programa de Municipalización de la Ejecución Penal en Medio Abierto), que preconiza la corresponsabilidad entre los poderes públicos respecto a la resocialización de los delincuentes. ¿En qué consisten estos Patronatos, cuál es su estado de desarrollo y qué impacto tienen en la práctica?
FAC: Los Patronatos Penitenciarios atienden a quienes salen del sistema penitenciario y también a los beneficiarios de penas y medidas alternativas a la prisión; tienen una doble función: la fiscalización y la resocialización de los asistentes. Creado en 2013, el Programa Patronato está presente en todas las regiones del Estado, por medio de convenios con municipios y universidades.
Este convenio comprende la formación de equipos multidisciplinares que actúan en el acceso de los asistentes a la enseñanza formal, a la cualificación profesional, a la inclusión digital, así como a la inserción en el mercado de trabajo.
Por medio del programa, se ofrece – a los asistentes y sus familiares– atención psicosocial y jurídica, además de formación básica y cualificación profesional. Este trabajo es fundamental para el acompañamiento del expresidiario y el cumplimiento de la pena, para que de hecho tengamos éxito en la resocialización, y consecuentemente, en la disminución de la reincidencia.
El monitoreo electrónico es una alternativa a la superpoblación carcelaria y al coste del mantenimiento de presos, a la vez que ahorra a los individuos los efectos del encarcelamiento y favorece la resocialización.
JT: Desde 2010 se viene creando nueva legislación para agilizar la utilización del monitoreo electrónico. ¿Cuál es la situación relativa al monitoreo electrónico y qué resultados ha tenido?
FAC: El monitoreo electrónico en Paraná comenzó en octubre de 2014. Actualmente son 7000 los monitoreados en todo el estado. Es la tecnología más avanzada que tenemos disponible hoy en día en el mercado, en términos de vigilancia. Los individuos son monitoreados las 24 horas del día por agentes penitenciarios capacitados que actúan en la Central de Monitoreo del DEPEN y también en el Centro Integrado de Mando y Control (CIMC), de la Secretaría de Seguridad Pública y Administración Penitenciaria.
El individuo que recibe el beneficio de la tobillera electrónica es monitoreado día y noche y no puede quitarse el equipo, ni para dormir, ni para bañarse. Tampoco puede sobrepasar un área restringida determinada por la Justicia, pues de hacerlo, el dispositivo con tecnología GPS vibra, emite sonidos de alerta y comunica la transgresión a la central de monitoreo.
Cada vez que la tobillera deja de funcionar, se queda sin batería o se rompe, se emite una notificación a través del sistema a la Central de Monitoreo Electrónico del DEPEN y al CIMC en tiempo real. Inmediatamente, la judicatura es informada de la infracción. El juez entonces analiza la situación y, dependiendo del caso, puede incluso decidir por la regresión del régimen y enviar una orden de detención al beneficiario.
Los criterios son establecidos por el Poder Judicial: es el juez responsable el que evalúa si la persona tiene condiciones o no de recibir el beneficio del monitoreo electrónico y es también el juez quien determina lo que el monitoreado puede hacer o no (horario y local).
En general, el monitoreo electrónico se utiliza en el caso de presos provisionales que no cumplen requisitos que conducen a prisión preventiva, arresto domiciliario, o aún, el régimen semiabierto armonizado, con arresto domiciliario y liberación para el trabajo y estudio.
En el Paraná predominan los casos de semiabierto armonizado y presos provisionales. El monitoreo electrónico es una alternativa a la superpoblación carcelaria y al coste del mantenimiento de presos, a la vez que ahorra a los individuos los efectos del encarcelamiento y favorece la resocialización.
El futuro está en proyectos que rescatan la ciudadanía, que ofrezcan oportunidades de calificación profesional y educativa (…) proyectos que ofrezcan un nuevo horizonte para el encarcelado.
JT: Recientemente divulgó la intención de extender a todos los establecimientos penitenciarios del Estado las condiciones para la celebración de audiencias por videoconferencia. ¿Cuál es el volumen de audiencias que ya se realizan virtualmente y qué impacto tiene la utilización de las tecnologías en el Departamento Penitenciario de Paraná?
FAC: La audiencia por videoconferencia es una iniciativa bastante reciente en Paraná. En Curitiba y Región Metropolitana esta práctica comenzó hace poco más de un año. En el interior del Estado, comenzó en mayo de 2018.
El DEPEN de Paraná está invirtiendo en esa tecnología por entender que esa es una herramienta que reduce los riesgos en el transporte de presos, reduce el número de profesionales de seguridad y vehículos involucrados en el proceso, o sea, ahorra tiempo y recursos públicos. El número de audiencias por videoconferencia viene creciendo, cada semana hay registros en la región de Curitiba, donde la tecnología está disponible hace más tiempo. En Cascavel, son cerca de 3-4 audiencias por semana.
El DEPEN proporciona la estructura, pero la adopción o no de la tecnología depende de cada juicio responsable. Tenemos un convenio con el Tribunal de Justicia de Paraná, que también apoya la práctica, por eso creo que la tendencia es al aumento del uso de este recurso tecnológico.
JT: ¿Cómo ve el futuro del sistema correccional de Brasil, en general, y del Estado de Paraná, en particular?
FAC: Creo que el futuro está en la recuperación de esas personas privadas de libertad a partir de proyectos que rescatan la ciudadanía, que ofrezcan oportunidades de calificación profesional y educativa, es decir, que ofrezcan un nuevo horizonte para el encarcelado.
La prisión por sí sola no es capaz de recuperar a nadie, hay que ofrecer herramientas de cambio. En Paraná, estamos buscando la participación de todos los sectores de la sociedad para que juntos podamos transformar la realidad del sistema penitenciario.
Hoy tenemos las oficinas sociales que hacen el seguimiento, fuera del medio penitenciario, de los individuos bajo monitoreo electrónico, y, además, la implantación de las unidades de progresión que trabajan arduamente con reclusos del régimen cerrado que están a punto de ser liberados, preparándolos para el retorno de la convivencia en sociedad. Todas estas acciones necesitan de la participación y el compromiso de todos para que efectivamente puedan traer resultados eficaces.
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La carrera de Francisco Caricati se ha desarrollado en la Policía Civil donde, durante sus casi 30 años como funcionario, ocupó diversos cargos en varias divisiones, incluidas el Centro de Operaciones Policiales Especiales, la Oficina de Robos, o la Unidad de Delitos Económicos. También fue director del Departamento de Inteligencia del Estado de Paraná. Antes de asumir el Departamento Penitenciario de Paraná – en mayo de 2018 – fue jefe de la División de Policía de la Capital.