Desmond Chin Singapore prisons

Planificación y acción para enfrentar cambios sin precedentes

// Entrevista: Desmond Chin

Comisionado del Servicio Penitenciario de Singapur

JT: ¿Cómo se ha transformado el SPS a través de los años y cuál ha sido el impacto como resultado de esta transformación?

DC: Hace veinte años, el Servicio Penitenciario de Singapur (SPS, por sus siglas en inglés) se enfrentó a dos cuestiones apremiantes: un sistema penitenciario superpoblado y una escasez de personal debido a las dificultades en el reclutamiento y la retención. Los oficiales de prisiones estaban sobrecargados de trabajo y tenían la moral baja.

También había una percepción pública deficiente del trabajo penitenciario y de la organización. A pesar de que la rehabilitación siempre había sido parte de nuestra misión, los esfuerzos de reinserción para los reclusos a menudo estaban fragmentados y eran ad-hoc. Los deberes de los funcionarios penitenciarios se mantuvieron en gran medida relacionados con la custodia. Tomados en conjunto, estos obstáculos dificultaron severamente nuestra misión de rehabilitar a los delincuentes.

Para sortear los problemas, galvanizamos a todo nuestro personal para crear una nueva visión que subrayara nuestras aspiraciones. El ejercicio de visualización, realizado en 2001, fue un llamado de atención para que el SPS marcara una diferencia positiva en las vidas de los delincuentes. Nuestros oficiales querían ser instrumentales en el proceso de guiar a los delincuentes a ser ciudadanos responsables, con la ayuda de sus familias y la comunidad. Después de nueve largos meses, nació nuestra nueva visión y nos autodenominamos “Capitanes de Vidas”.

El sentimiento de orgullo entre los oficiales con respecto al trabajo realizado creció, y la experiencia positiva reforzó los deseados cambios de mentalidad y fortaleció el compromiso de nuestros oficiales con la nueva visión. Nuestros problemas de mano de obra disminuyeron gradualmente a medida que más oficiales y voluntarios calificados fueron reclutados para servir con significado y propósito. Nuestra situación de hacinamiento también mejoró significativamente. La población reclusa disminuyó de más de 18 000 en 2002 a alrededor de 12 000 en 2017. Nuestra tasa de reincidencia (durante dos años) también ha disminuido constantemente: de más del 40 por ciento en 2002 al 25,9 por ciento para la cohorte puesta en libertad en 2015.(1)

 

El personal de SPS con voluntarios de la comunidad

 

 

Debido a que la comunidad desempeña un papel importante para ayudar a los reclusos a reintegrarse a la sociedad, fortalecimos el apoyo postratamiento para nuestros exdelincuentes con el lanzamiento del Proyecto Yellow Ribbon (YRP, por sus siglas en inglés) (2) en el ámbito de la Red de Acción Comunitaria para la Rehabilitación de Exdetenidos (CARE, por sus siglas en inglés).(3)

Desde 2004, el YRP ha creado conciencia, generado aceptación e inspirado acción comunitaria con relación a las segundas oportunidades para los exdelincuentes y sus familias. Trabajamos estrechamente con la comunidad para reducir la reincidencia y reintegrar a los exdelincuentes a la sociedad. Nuestro movimiento Yellow Ribbon se ha extendido más allá de Singapur a otros países, como la República Checa y Fiji. Nuestro cambio fundamental fue el de dar un paso más allá de la seguridad y la protección, hacia la rehabilitación y reintegración efectiva de los delincuentes.

El SPS también ha ido más allá del trabajo dentro de los muros de la prisión para proporcionar una reintegración comunitaria estructurada para los delincuentes y exdelincuentes. En 2017, más de 2000 presos fueron sentenciados a cumplir penas alternativas. A través de nuestro Proyecto Comunitario Yellow Ribbon, también hemos capacitado voluntarios para visitar a las familias de los reclusos recién admitidos y derivarles a las rutas disponibles de asistencia social.

De menos de 60 voluntarios de base en 2010, la cantidad de voluntarios ha crecido constantemente hasta llegar a cerca de 900 en la actualidad. Han llegado efectivamente a más de 5000 familias de delincuentes. Estos resultados son un testimonio del buen trabajo realizado por nuestros funcionarios, en estrecha cooperación y colaboración con nuestros grupos de interés, socios de la comunidad y voluntarios.

Nuestro cambio fundamental fue el de dar un paso más allá de la seguridad y la protección, hacia la rehabilitación y reintegración efectiva de los delincuentes.

JT: ¿Qué considera que es necesario hacer en el futuro y qué papel puede desempeñar la administración penitenciaria en un proyecto de reforma?

DC: Aunque nuestra población carcelaria general ha disminuido, vemos un aumento en reincidentes y delincuentes con antecedentes de drogas. Aproximadamente el 50% de la población reclusa actual ha sido encarcelada más de cinco veces, y aproximadamente cuatro de cada cinco reclusos de nuestra población carcelaria local tienen antecedentes de drogas. En el futuro, nos enfrentaremos a un cambio sin precedentes en materia de edad, debido a nuestra disminución de las tasas de natalidad.

Para 2030, más de una cuarta parte de la población ciudadana de Singapur alcanzará la tercera edad: 60 años de edad o más. Para nuestra población reclusa, esto se traduce en una mayor demanda de infraestructura y servicios médicos aptos para los ancianos. Una reducción de la fuerza de trabajo también significaría que tenemos que mejorar nuestro personal para garantizar que tenga las competencias pertinentes. La infraestructura antigua del Complejo Penitenciario de Changi (CPC), en pie desde 2004, deberá actualizarse en un futuro cercano.(4)

En vista de estos desafíos, estamos trabajando para transformar el panorama correccional de Singapur para el año 2025. Nos hemos embarcado en nuestras estrategias paralelas clave de “Prisiones sin guardias” (PWG, por sus siglas en inglés) y “Prisiones sin muros” (PWW, por sus siglas en inglés). Con la reducción de la mano de obra residente, operaremos a un nivel de personal más bajo sin comprometer nuestra efectividad operativa. Al mismo tiempo, ampliaremos nuestras operaciones más allá de las cárceles, hacia el ámbito comunitario de las correccionales y la supervisión.

En PWG, utilizaremos tecnologías como la comunicación de campo cercano, quioscos de autoservicio y reconocimiento facial para automatizar las tareas rutinarias y dejar libre al personal para que participe en trabajos de rehabilitación de orden superior. Estas tecnologías, implementadas en la actualidad como un banco de pruebas en nuestra prisión para mujeres, actuarán como un modelo para las otras instituciones dentro del CPC.

Siempre debemos recordar que la tecnología es solo un facilitador, y que la interacción de nuestro personal y su trabajo con nuestros delincuentes es lo que producirá resultados efectivos de rehabilitación. En PWW, aspiramos a ser una agencia correccional que no opere únicamente dentro de los límites tradicionales del entorno penitenciario, sino que también se comprometa a proporcionar una reintegración comunitaria estructurada para los delincuentes. Esta es un área que es crucial para reducir la reincidencia.

En sentido ascendente, colaboraremos con los organismos encargados de hacer cumplir la ley y con los Tribunales en el ámbito de las opciones de penas alternativas.  En sentido descendente, adoptaremos más medidas de encarcelamiento reducido y ampliaremos el uso de los correctivos alternativos con el apoyo de los socios de la comunidad. Nuestro enfoque para PWW será un enfoque calibrado e incluirá un riguroso proceso de evaluación y selección, así como controles sólidos de monitoreo y supervisión.

La introducción de PWG y PWW cambiará fundamentalmente el trabajo de nuestros oficiales.

 

 

Nuestra visión y nuestra misión siguen siendo las mismas. Queremos romper el ciclo de reincidencia, reducir aún más la reincidencia y seguir manteniendo Singapur como un hogar seguro para todos.

Si bien aprovechamos la tecnología y avanzamos en nuestra transformación correccional, no nos engañamos: reconocemos que nuestra gente, es decir, nuestro personal, los socios de la comunidad y los voluntarios son quienes tienen las llaves del éxito. El SPS depende de la calidad de su gente.

Como “Capitanes de Vidas”, vemos nuestro trabajo como un efecto dominó. Si podemos inspirar a un preso a cambiar, esto también tendrá un impacto indeleble en su familia, en la comunidad y en la sociedad en general.

 

Oficial realizando un control de seguridad con el escáner Milimetre Wave Body

 

JT: Alrededor del 10% de la población penitenciaria de Singapur son mujeres, una cifra sustancialmente más alta que el promedio mundial. ¿Cómo enfrentan los desafíos y las necesidades especiales de las mujeres en prisión?

DC: Somos conscientes de que los programas de rehabilitación en función del género pueden abordar mejor los riesgos y las necesidades de las mujeres delincuentes, mejorando así su capacidad de tener éxito después de la liberación. Por ejemplo, en el área de empleo, las mujeres delincuentes se enfrentan a dificultades agravadas (por ejemplo, salarios más bajos) y problemas específicos (por ejemplo, responsabilidades de crianza o de cuidado) que dificultan el progreso para alcanzar la estabilidad económica.

 

 

Como tal, el SPS ofrece programas de atención en materia de alfabetización y formación vocacional personalizada para mujeres. También hemos introducido un programa destinado a impartir habilidades de crianza a mujeres delincuentes antes de su liberación, ayudándolas a hacer frente a las futuras responsabilidades de cuidado en la comunidad. Este programa alienta a las mujeres delincuentes que son madres a establecer vínculos positivos con sus hijos, ayudándolas a modelar valores prosociales para sus hijos tras abordar sus conductas delictivas.

Nos hemos embarcado en nuestras estrategias paralelas clave de “Prisiones sin guardias” y “Prisiones sin muros” (…) operaremos a un nivel de personal más bajo sin comprometer nuestra efectividad.

JT: Hemos leído varias historias de éxito sobre cómo se rehabilitan los presos en Singapur, especialmente en lo que respecta a la educación vocacional. La Corporación de Empresas de Rehabilitación de Singapur (SCORE) es la entidad responsable de mejorar el potencial de empleabilidad de los delincuentes. ¿Podría hablarnos más sobre qué programas existen en este nivel, cómo funcionan y qué resultados han tenido?

 DC: Además de aspirar a mejorar el potencial de empleabilidad de los reclusos y exdelincuentes, SCORE también obtiene apoyo de la comunidad a través del Proyecto Yellow Ribbon. Para ayudar a los delincuentes a reintegrarse a la fuerza de trabajo, SCORE adopta un enfoque integral que cubre cuatro áreas principales: participación del empleador, capacitación, servicios de colocación laboral y apoyo para la retención de empleos.

SCORE se enfoca en las industrias y trabajos que son económicamente resilientes y ofrecen salarios atractivos de tasa de mercado. Actualmente, hay más de 5000 empleadores asociados. SCORE también garantiza que los reclusos estén equipados con las habilidades necesarias para asegurar un trabajo, a través de la oferta de cursos de capacitación que están acreditados a nivel nacional en el marco de las competencias laborales de Singapur (Workforce Skills Qualifications, WSQ).

El marco se clasifica en tres niveles, comenzando con las habilidades generales de empleabilidad, el amplio conocimiento de la industria y habilidades ocupacionales. Esta alineación les permite a los delincuentes dedicarse a cultivar nuevas habilidades, ascendiendo bajo el marco de WSQ luego de su liberación. Cerca de 5000 delincuentes fueron entrenados en más de 22 900 lugares de capacitación.

Se ha introducido una herramienta de perfil de trabajo autorizada para crear mejores combinaciones de reclusos y trabajos adecuados para ellos. A los empleadores se les insta a realizar entrevistas dentro de las cárceles, y el 96% recibieron ayuda para asegurar trabajos antes de su liberación.

Tras la puesta en libertad, los entrenadores de SCORE mantienen contacto regularmente con los exdelincuentes a través del entrenamiento laboral y las visitas al sitio de trabajo, para ayudarlos a desarrollar objetivos conductuales simples y abordar así los desafíos de adaptación y retención del puesto de trabajo. Alrededor del 79% permanece en el puesto de trabajo durante tres meses y, el 60%, durante 6 meses.

 

Quioscos de autoservicio

 

 

JT: Desde hace varios años, se han evitado cientos de condenas de prisión a través de una condena alternativa llamada Orden de notificación diaria (Day Reporting Order) (Fuente: “The Strait Times”, 07/02/2018). ¿Cuál es la intervención del SPS en condenas no privativas de libertad y en qué medida dependen de la tecnología de monitoreo electrónico?

DC: Las condenas alternativas se introdujeron en 2011 e incluyen la Orden de notificación diaria (DRO, por sus siglas en inglés) administrada por el SPS. Los delincuentes sin antecedentes penales que han cometido ofensas menores pueden ser sentenciados a DRO; se presentarán ante nuestros oficiales en la comunidad en fechas estipuladas para recibir programas de orientación y rehabilitación.

Los delincuentes bajo DRO también son monitoreados de cerca a través de nuestro Sistema de Monitoreo Electrónico (EMS, por sus siglas en inglés), lo que ocasiona el cumplimiento de las horas de toque de queda impuestas. La DRO facilitada por el EMS ha impulsado nuestro trabajo en sentido ascendente sin incluir el encarcelamiento.

Tal régimen proporciona justicia individualizada, mientras que minimiza la interrupción de la vida de estos delincuentes, facilitando su reintegración en la sociedad. Desde su inicio, más del 90 por ciento de la cohorte de cada año completó sus condenas bajo DRO. La alta tasa de finalización muestra que la DRO es una opción de condena alternativa viable.

 

JT: ¿Cómo ha sido su experiencia como miembro de la junta de la ICPA y cómo le ayuda este rol a llevar a cabo su trabajo en el SPS?

 DC: El SPS está realmente honrado de poder ser parte de la ICPA. Nos brinda la gran oportunidad de aprender de expertos correccionales de todo el mundo. Esperamos desarrollar lazos fuertes y fomentar una estrecha cooperación y colaboración para la mejora continua. También esperamos contribuir con nuestro aprendizaje y experiencias a otras jurisdicciones que buscan transformar la vida de los delincuentes, sus familias y su comunidad.

Notes:
(1) Publicación estadística anual del Servicio Penitenciario de Singapur – www.sps.gov.sg/news
(2) Proyecto Yellow Ribbon – www.yellowribbon.org
(3) Esta red se estableció en 2000 para obtener un gran apoyo y participación de la comunidad en Singapur.
Ella reúne a los principales actores de la comunidad para promover la atención ininterrumpida y el apoyo
postratamiento para los exdelincuentes. www.carenetwork.org.sg
(4) Actualmente hay un total de 13 instituciones en el SPS, la mayoría de las cuales están ubicadas en el Complejo
Penitenciario de Changi (CPC), en la parte oriental de Singapur. El CPC cubre un área de aproximadamente
48 hectáreas y comprende tres grupos de prisiones, a saber, los grupos A y B, y el grupo Tanah Merah.

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Desmond Chin se unió al Servicio Penitenciario de Singapur (SPS) en 1990 y ha sido nombrado Comisionado en octubre de 2016. A lo largo de su carrera, ocupó importantes cargos, como el de superintendente de la prisión de Changi, jefe de operaciones conjuntas y planificación de emergencias en el Ministerio del Interior, comisionado adjunto y jefe de gabinete del SPS. De 2005 a 2010 ejerció como director ejecutivo de SCORE, la Corporación de Empresas de Rehabilitación de Singapur. Tiene un título en Trabajo Social de la Universidad Nacional de Singapur y ha completado un Programa Ejecutivo Internacional en INSEAD, en 2010.

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