Mark Inch

La retribución, la incapacitación, la disuasión, la rehabilitación y la restauración…

Entrevista

Mark S. Inch

Secretario del Departamento Correccional de Florida (FDC),
Estados Unidos de América

 JT: Los Estados Unidos de América tienen la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, con 2.121.600 detenidos/reclusos, de los cuales 1.228.800 están en prisiones estatales. El sistema correccional de Florida es el tercero más grande del país. Cuenta con casi 94.000 reclusos, encarcelados en 145 instalaciones en todo el estado, y casi 164.000 delincuentes bajo supervisión comunitaria activa (libertad condicional). Florida tiene una de las tasas de encarcelamiento más altas de los Estados Unidos, con más de 500 reclusos por cada 100.000 personas; además, las proyecciones de la población carcelaria apuntan a que habrá un crecimiento en los próximos años, llegando a casi 97.000 presos en 2025.

¿Qué hace el Departamento Correccional de Florida para abordar la realidad que muestran estas cifras?

MI: Gracias por darme la oportunidad de contribuir a su revista. He disfrutado leyéndola a lo largo de los años. Hace dos años, hubiera pensado que hablaríamos sobre la Agencia Federal de Prisiones de los Estados Unidos, pero aquí estamos ahora, hablando del Departamento Correccional de Florida. La vida está llena de sorpresas. Como uno de los nuevos ciudadanos de Florida, sonrío al pensar en responder a su primera serie de observaciones estadísticas y preguntas. Veamos cuánto he aprendido sobre mi nuevo estado en un año.

Es cierto que el Departamento Correccional de Florida es el tercer sistema penitenciario más grande de los Estados Unidos, pero Florida es también el tercer estado más grande y está en crecimiento.  Dadas las dimensiones de nuestro estado, el tamaño de la población carcelaria no es un caso excepcional. Las tasas por cada 100.000 personas son engañosas, ya que Florida es un maravilloso destino vacacional y, lamentablemente, algunos de los 126,1 millones de visitantes que recibimos cada año infringen nuestras leyes. Una mejor estadística para ponderar es que el 80 % de los 164.000 delincuentes bajo supervisión comunitaria nunca han estado encarcelados en nuestras prisiones, lo que demuestra que los tribunales tienden a buscar alternativas comunitarias al encarcelamiento. Pero al final, el FDC no controla quién es enviado a prisión; esa decisión recae únicamente en los tribunales, de acuerdo con nuestras leyes y estatutos. Y aunque al estado llegan 900 nuevos ciudadanos al día desde los estados del norte, más fríos y con mayores impuestos, tanto nuestra población carcelaria como la de libertad condicional han disminuido en los últimos cinco años.

Por nuestra parte, la prioridad número uno del FDC es la seguridad pública. Como cualquier otro sistema correccional, apoyamos la seguridad pública y el sistema de justicia penal en general a través de los términos reconocibles de retribución, incapacitación, disuasión y rehabilitación. En esa misión, añado y hago hincapié en la recuperación, que es el acto intencional de los organismos penitenciarios de trabajar con las comunidades para facilitar el reingreso y restaurar en sus comunidades a los ciudadanos que regresan. En nuestro sistema, aproximadamente el 85 % de los reclusos que están con nosotros hoy en día, regresarán a sus comunidades a la larga. Nos tomamos muy en serio la misión de prepararlos para este regreso.

En el año transcurrido desde mi nombramiento como Secretario, el FDC ha priorizado la expansión de la educación académica, profesional y técnica dentro de las prisiones de Florida.  Sin duda, tenemos nuestra capacidad demostrada, comprobable a través de nuestra serie de programas excepcionales, aunque en el futuro tendremos que abordar el tema de nuestra capacidad global. Equipar a los reclusos con las capacidades que necesitan para tener éxito después de salir de la custodia del estado es la clave para reducir la reincidencia, la revictimización de las comunidades de Florida y los costes asociados con el encarcelamiento. Pero no olvidemos que las tasas de reincidencia son más una medida de la voluntad de una comunidad de aceptar, integrar y proporcionar empleo a los ciudadanos que regresan, y no una crítica a los programas de la agencia penitenciaria o al sistema de justicia penal en general.

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Es cierto que el Departamento Correccional de Florida es el tercer sistema penitenciario más grande de los Estados Unidos, pero Florida es también el tercer estado más grande y está en crecimiento. Dadas las dimensiones de nuestro estado, el tamaño de la población carcelaria no es un caso excepcional.

 JT: En el año fiscal 2017-2018, el 3,4 % del presupuesto del Departamento Correccional se gastó en educación y programas para los reclusos, frente a un 66,8 % de gasto en seguridad y operaciones institucionales.  Florida ha reducido iniciativas penales como los servicios de rehabilitación de drogas, la atención médica, las viviendas de transición y los programas de reingreso. Además, parece haber un problema sustancial de personal, sobre todo la falta de funcionarios de prisiones y el agotamiento de los que trabajan en tareas de custodia.

¿Cómo ha sido para usted la gestión del presupuesto y los recursos del Departamento, en concreto, de personal? ¿Y qué se necesita para implementar una reforma?

MI: Una de las tareas importantes que tuve durante mi primer año como secretario fue evaluar el impacto que los niveles de recursos financieros pasados y las decisiones de gestión de personal tuvieron en la agencia, y proponer un nuevo camino a seguir. Mi predecesor había trabajado duro para estabilizar el sistema después de repetidas reducciones de recursos. Hubo consecuencias tanto predecibles como no deseadas. El resultado de mi revisión y análisis se refleja en la recomendación de presupuesto que nuestro gobernador envió a la Legislatura del Estado. Este año estamos trabajando para abordar cuatro áreas principales y mejorar nuestras operaciones: reducir las tasas de desgaste y vacantes del personal; reducir la violencia de los reclusos, abordar la adicción y la inactividad de los reclusos; frenar el aumento de los costes de atención médica y abordar el deterioro de la infraestructura.

Las recomendaciones para 2020 incluyen primas de retención específicas para los funcionarios de prisiones y de libertad condicional, a fin de reducir las elevadas tasas de rotación actuales e incentivar al personal experimentado a continuar su carrera en el ámbito de la seguridad pública. Además hemos solicitado autoridad y fondos para iniciar un programa piloto para que un tercio de las instalaciones correccionales de Florida pasen a tener turnos de 8,5 horas en vez de 12 horas. Los oficiales de las correcciones del FDC han estado haciendo turnos de 12 horas durante casi ocho años. Numerosos estudios nacionales hablan del efecto perjudicial de los turnos de 12 horas en el rendimiento y la salud del personal. Con los turnos de 8,5 horas (que permiten el solapamiento de turnos), procuro tener en cuenta tanto la fatiga como el bienestar de los oficiales, y crear condiciones más seguras tanto para el personal como para los reclusos. Si se aprueba, procederíamos a la conversión de las instalaciones restantes en los próximos años.

Los departamentos correccionales de todo el país tienen muchos de los mismos problemas en cuanto al personal. Actualmente, la tasa de desgaste del FDC es insostenible. En 2019, el gobernador DeSantis firmó una ley que amplía nuestra base de solicitantes de funcionarios de prisiones para hacer frente a la escasez de personal, y cambió el requisito de edad mínima para funcionarios de prisiones de 19 a 18 años. En mi carrera de treinta y cinco años en el ejército, lideré a hombres y mujeres de 18 años en ambientes muy difíciles, así que me siento muy cómodo con esa decisión. El FDC tiene un excelente programa de entrenamiento de nuevos oficiales y líderes excepcionales. Si cambiamos el entorno laboral y los incentivos salariales, confío en que reduciremos las vacantes de personal a un ritmo constante, incluso en este período de bajo desempleo y prosperidad económica general.

Florida: overview of the correctional system

¿Hasta qué punto los esfuerzos del sistema correccional del estado de Florida conducen a la rehabilitación y la reintegración social de los delincuentes (tanto en custodia como en la comunidad), incluyendo el impacto en las tasas de reincidencia y rencarcelación?

MI: Ciertamente estoy de acuerdo con las opiniones predominantes que sostienen que proporcionar tratamiento y planificación a los reclusos y delincuentes es uno de los componentes más importantes para reducir la reincidencia. Es esencial  para el funcionamiento seguro de nuestras instituciones. Estamos absolutamente comprometidos con la expansión de los programas que ofrecemos dentro de nuestras prisiones y esto es una prioridad clave para nuestra agencia. Permítame dar algunos ejemplos de programas ampliados en la recomendación presupuestaria que el gobernador envió este año a la Legislatura de Florida.

El gobernador DeSantis propuso 4 millones de dólares para ampliar la educación profesional y técnica. Esto proporciona fondos para un aumento de los colegios técnicos/estatales locales y de las asociaciones de capacitación de la industria, ampliando las oportunidades profesionales de los reclusos mediante 40 programas adicionales. Estos programas proporcionarán varios certificados vocacionales e industriales. El gobernador también ha recomendado que se destinen 1,4 millones de dólares y 17 puestos de trabajo para ampliar los programas académicos en todo el estado. El énfasis principal de esta expansión será la educación básica para adultos y la compleción del certificado equivalente a la escuela secundaria. Específicamente, esto permitirá que más de 1500 reclusos adicionales accedan a programas educativos en cualquier momento.

Este año, el FDC se asoció con éxito con 19 universidades y colegios para ampliar las oportunidades de programas educativos para los reclusos. Estos programas incluyen: agricultura, negocios, construcción y arquitectura, hospitalidad y turismo, artes culinarias y otras actividades. Un programa que me entusiasma especialmente es el Programa de Becas Pell de Segunda Oportunidad. El programa es una asociación entre el FDC y el Florida Gateway College, con fondos federales. En mayo de 2019, 47 reclusos se graduaron de este programa de nivel universitario en la Institución Correccional de Columbia. De los 47 participantes del programa, 43 se graduaron con honores.

Nuestra división de servicios correccionales en la comunidad implementó un programa de actividades basadas en el mérito, que recompensa y apoya el comportamiento positivo de los delincuentes sentenciados al control comunitario. El programa ofrece actividades para motivar a los delincuentes a cumplir con las condiciones de supervisión y aceptar la responsabilidad de cambiar. El personal de los servicios correccionales en la comunidad también organizó 92 ferias de recursos y carreras para ayudar a los delincuentes en libertad condicional a conseguir empleo.

Hace poco, el gobernador DeSantis anunció la formación de la Florida Foundation for Correctional Excellence [Fundación de Florida para la Excelencia Correccional]. El propósito específico de esta fundación es vincular las organizaciones privadas y las empresas que ven a los ciudadanos anteriormente encarcelados como parte de su futuro, para que así financien y desarrollen programas, capacitación y esfuerzos de reingreso. Nuestro gobernador dijo específicamente: “Tenemos que hacer más para que los presos estén listos para ser liberados, listos para ser empleados y para ser miembros productivos de nuestras comunidades. La Florida Foundation for Correctional Excellence reunirá a socios del sector público y privado para llevar nuestros esfuerzos al siguiente nivel”. Es bueno tener un gobernador que lo entienda.

Enumero estos ejemplos para expresar aún más lo centrados que estamos en crear las condiciones que ayuden a reducir la reincidencia y preparar a los individuos que regresan a sus familias y vecindarios. Pero otra vez insisto en que, aunque las tasas de reincidencia se utilizan a menudo como una medida para calificar a los organismos correccionales, en realidad son una medida de la voluntad de la comunidad de aceptar a los ciudadanos que regresan. Los ciudadanos anteriormente encarcelados tienen una tasa de desempleo cinco veces superior a la media nacional. Debe existir una voluntad de proporcionar servicios continuos de tratamiento e integración y, lo que es más importante, una oportunidad de empleo significativo, para devolver al ciudadano que regresa al camino del éxito.

Florida: overview of the probation system
Florida: overview of the probation system

¿Qué papel puede desempeñar el Departamento Correccional en la aplicación de esas recomendaciones? Y, ¿cuál es su opinión, específicamente, con respecto a los delitos relacionados con las drogas; hasta qué punto cree que la disminución del enjuiciamiento de las drogas, los delitos menores relacionados con las drogas (con la adopción de enfoques más centrados en lo social, la salud y la prevención) y los delitos no violentos sería beneficiosa para el sistema de justicia penal de Florida?

 MI: Apreciamos el arduo trabajo de la Legislatura y los socios que reconocen la misión única y los desafíos que el FDC y nuestro estado enfrentan al abordar los trastornos de adicción y dependencia. Nuestro deber como profesionales de los correccionales es mantener seguras las comunidades de Florida y proporcionar a los reclusos las herramientas necesarias para una transición exitosa de vuelta a sus comunidades. Las adicciones y los trastornos de las drogas y el alcohol tienen un impacto significativo en el ambiente de una prisión. Es un tema complejo que estudiamos y abordamos con bastante diligencia. De las 28.000 nuevas admisiones del año pasado, más de la mitad necesitaron algún tipo de tratamiento por consumo de sustancias. En la actualidad estamos desarrollando nuestra capacidad para tratar con mayor rapidez y eficacia el uso de sustancias y emplear las mejores prácticas.

A menudo, el abuso de sustancias y los trastornos de la salud mental van de la mano. El porcentaje de concurrencia con trastornos de salud mental en nuestro sistema es de alrededor del 25 %, por lo que estamos viendo qué tratamiento define una continuidad aceptable de cuidados. Parte de eso es la expansión y el refinamiento de nuestros recursos de tratamiento de salud mental, incluyendo la construcción de un nuevo hospital de salud mental en la Institución Correccional de Lake, en el centro de Florida. Pero permítame ofrecer una perspectiva personal sobre el tema. Por lo general, me inclino hacia el enfoque de la víctima para abordar lo que es un nivel de castigo justo para los delitos relacionados con las drogas. Nuestro sistema raramente encarcela a los reclusos por mera posesión o por delitos menores relacionados con las drogas. La mayoría de los encarcelados están involucrados en la distribución o posesión de grandes cantidades de drogas, junto con armas u otros cargos de delitos graves. Una parte integral de esta categoría de delito es el hecho de que hay una víctima al final de la cadena de suministro. Es difícil hablar con el padre de un niño que ha sufrido una sobredosis de drogas, o con la víctima de un robo a mano armada relacionado con la compra de drogas, y no sentir la gravedad del delito. Pero el enfoque de la víctima no es tan simple, porque en el balance de lo que es una justa retribución hay un reconocimiento a las víctimas olvidadas del delito: los familiares de los encarcelados. Luego, se suma la experiencia de vida del delincuente. He hablado con muchos reclusos a lo largo de los años y me han contado historias personales donde eran las víctimas, y el impacto del trauma en su desarrollo emocional personal y en sus habilidades para la vida, o la falta de ellas. No es un tema muy fácil de tratar en términos sencillos cuando mantenemos a las víctimas en el centro en la discusión.

Prison tower

De las 28.000 nuevas admisiones del año pasado, más de la mitad necesitaron algún tipo de tratamiento por consumo de sustancias. En la actualidad estamos desarrollando nuestra capacidad para tratar con mayor rapidez y eficacia el uso de sustancias y emplear las mejores prácticas.

 JT: El Plan Estratégico del Departamento Correccional de Florida 2018-2022 establece el objetivo de emplear la tecnología y la innovación para mejorar la eficiencia operativa.

¿Qué tecnologías serían útiles y ventajosas en el sistema penitenciario del estado y en qué áreas?

MI: Yo no estaba aquí cuando se redactó ese plan en particular, pero verdaderamente aprecio la innovación y las estrategias basadas en soluciones que provienen del sector empresarial. Como somos la mayor agencia estatal de Florida, las mejoras tecnológicas y de infraestructura son, en esencia, grandes proyectos. El desembolso de fondos a menudo puede dar lugar a ahorros en el futuro y a mejoras a corto plazo en las operaciones y la seguridad. El desafío es el establecer prioridades. Ese desafío requiere una planificación y evaluación detallada.

Este año, nos alegró que el gobernador DeSantis incluyera la financiación del equipo de mejora de la seguridad y el mantenimiento y las reparaciones de las instalaciones en las recomendaciones presupuestarias enviadas a la Legislatura. Su objetivo es la compra de equipo fundamental, como sistemas de redes para el lanzamiento de contrabando, detectores de metales, radios, sistemas de seguimiento de la ubicación, intercomunicadores para unidades de salud mental, detectores de teléfonos móviles, sistemas de detección de drones, sistemas de verificación de identificación, sistemas de inspección de rayos X de almacenes, cámaras perimetrales, luces de movimiento perimetral y Rapid ID para visitantes.

Más allá de estas emocionantes mejoras tecnológicas, también estamos enfocando considerables recursos en el mantenimiento y reparación de las instalaciones. El FDC es responsable de las necesidades de reparación y renovación de 145 instalaciones en todo el estado, lo que equivale a más de 22 millones de metros cuadrados de espacio.

El FDC es responsable de las necesidades de reparación y renovación de 145 instalaciones en todo el estado, lo que equivale a más de 22 millones de metros cuadrados de espacio.

¿Cuál es su expectativa para el futuro con respecto al sistema correccional de Florida?

MI: Teniendo el privilegio de servir a nuestro estado y a esta agencia, e interactuando con el personal del FDC a diario, estoy orgulloso de dirigir esta organización hacia lo que anticipo será un futuro muy brillante. Este primer año ha sido personal y profesionalmente satisfactorio. Aunque tenemos mucho que hacer y algunas cuestiones importantes que abordar, estamos en la trayectoria correcta y contamos con un gran apoyo de nuestro nuevo gobernador y de la Legislatura. Las mujeres y los hombres de nuestra agencia muestran carácter, competencia y compromiso, y son profesionales del sistema penitenciario. He estado en esta profesión desde 1986 y he trabajado en muchas organizaciones grandes y complejas en entornos difíciles. ¡Sé lo que está bien, y veo mucho de eso! Esperamos poder aprovechar los logros obtenidos este año y seguiremos mejorando nuestras operaciones y medidas de rendimiento y eficacia en los próximos años.

Florida tiene una prestigiosa tradición correccional y ha liderado la contribución a la creación de estándares de acreditación nacional de excelencia correccional. Fuimos uno de los primeros estados en recibir la acreditación de todo el sistema de la Asociación Americana de Prisiones en 1981. ¡Todavía mantenemos esa acreditación hasta el día de hoy!

Como exoficial militar, fue un orgullo servir con los valores del Ejército de los EE. UU. durante 35 años. Aquí, como secretario de correccionales, estoy igualmente orgulloso de servir junto a los oficiales correccionales, los oficiales de libertad condicional correccional y el personal de nuestra agencia, todos gente de principios. Durante el último año, he visto hombres y mujeres de carácter, oficiales que demuestran respeto, integridad, coraje, servicio desinteresado y compasión.

Mark S. Inch

Secretario del Departamento Correccional de Florida (FDC), Estados Unidos de América

Mark S. Inch fue nombrado Secretario de Correcciones en enero de 2019. El General de división Inch (jubilado), sirvió anteriormente como oficial de la Policía Militar por 35 años, ocupó otros puestos clave, incluyendo, Jefe de regimiento/Comandante del Cuerpo de Policía Militar de la Escuela de Policía Militar. Al finalizar su carrera militar, Inch fue el noveno director de la Agencia Federal de “Federal Bureau of Prisons” en 2017-2018. Obtuvo una licenciatura en Arqueología Bíblica, un Máster en Geografía y un Máster en Artes y Ciencias Militares en Estudios de Arte y Ciencias Operacionales Militares. Completó su certificación profesional con la “American Correctional Association” y fue el primer miembro de la asociación en obtener la designación de ejecutivo correccional certificado con honores. También recibió el más alto galardón el reconocimiento “E.R. Class Award, por el logro de toda una vida en el ámbito de Correcciones.

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