Exploración con rayos X en prisiones: garantía de seguridad y efectividad
Exploración con rayos X en prisiones: garantía de seguridad y efectividad
Las drogas entran en nuestros sistemas penitenciarios de forma regular, por lo que tenemos que abordar este “secreto a voces” que es la seguridad de la exploración con rayos X.
Históricamente, los métodos de detección han pasado de cacheos y registros invasivos y humillantes sin ropa y de las cavidades corporales, a varios tipos de tecnología electrónica y de exploración. Cada método tiene su propio nivel de efectividad, pero la realidad de las prisiones requiere una efectividad total, no parcial.
Desde 1993, cuando se permitió el uso de la tecnología de rayos X con fines no médicos, existe una preocupación respecto a su seguridad, incluso por parte de las autoridades penitenciarias.
El Consejo estadounidense de protección y medidas sobre la radiación (NCRP, por sus siglas en inglés) recomendó que el límite anual de exposición continua/frecuente para el público general no debe exceder una dosis efectiva de 1 mSv (excluyendo la radiación natural y la médica). Esa dosis equivale a unos 1000 registros con Soter RS, por persona y por año. Eso son 3 exploraciones al día para alcanzar las recomendaciones de la NCRP. Esto significa que no hay ningún riesgo para la salud si la dosis acumulada es inferior a 1000 microsieverts (uSv). Más tarde, el NCRP afirmó que se pueden utilizar 250 uSv, dentro de los 1000 uSv, para el cribado de seguridad sin que ello suponga un riesgo para la salud.