Uniendo a las prisiones y a la comunidad para lograr una rehabilitación holística de los delincuentes

Entrevista

Shie Yong Lee

Comisaria del Servicio Penitenciario de Singapur

Con una marcada disminución en las tasas de encarcelamiento y de la reincidencia, y un creciente ecosistema de apoyo comunitario, el Servicio Penitenciario de Singapur (SPS) ha venido empleando la tecnología para revolucionar sus operaciones y esfuerzos de resocialización.

El servicio se compromete a cultivar una cultura de tutoría, a fin de dotar al personal de las habilidades necesarias para afrontar los retos del trabajo penitenciario, con la salud mental y el bienestar como una prioridad principal.

En esta entrevista, examinamos más de cerca las estrategias e iniciativas innovadoras que dan forma al panorama penitenciario de Singapur.

¿Cuáles son actualmente los principales retos y prioridades del Servicio Penitenciario de Singapur?

SYL: El Servicio Penitenciario de Singapur contribuye a la seguridad pública garantizando la custodia segura de los delincuentes. Impulsamos la resocialización y la reinserción para evitar la reincidencia. Mis funcionarios y yo también somos conocidos como Capitanes de Vidas, comprometidos con “Resocializar, Renovar, y Reiniciar” las vidas de los reclusos a nuestro cargo, tratando de inspirar a todos en cada oportunidad. Una de las prioridades clave del SPS es garantizar que nuestras prisiones sigan siendo seguras. Sólo cuando nuestras instituciones son seguras, podemos llevar a cabo las actividades de rehabilitación que pueden ayudar a reducir la reincidencia.

Nuestra población reclusa ha disminuido de más de 17.500 a principios de la década de 2000 a alrededor de 10.500 en 2022. Del mismo modo, nuestra tasa de encarcelamiento se ha reducido a la mitad, pasando de 438 reclusos por cada 100.000 habitantes en 2003 a 154 en 2021. Nuestra tasa de reincidencia de 2 años¹ ha disminuido de forma constante desde un máximo del 40% para la cohorte liberada en el año 2000 a una tasa baja y estable de alrededor del 20% para las dos últimas cohortes liberadas.

Si bien nuestra tasa a 2 años es baja, la tasa de reincidencia a 5 años es más alta, en torno al 40% para las cohortes liberadas en 2012 y 2016. La tasa de 2 años es una medida del resultado de nuestros esfuerzos durante la detención y a corto plazo tras la puesta en libertad. La tasa de 5 años es una medida del grado de desistimiento definitivo de la delincuencia, y para reducirla necesitamos un ecosistema sostenible de apoyo comunitario. Evitar la reincidencia a largo plazo y mantener el desistimiento son nuestros principales retos en este momento.

La investigación internacional y local nos informa sobre las formas en que podemos promover el desistimiento. Una de las estrategias clave es aumentar el apoyo comunitario de los empleadores, los voluntarios y la sociedad civil. En primer lugar, el apoyo de los empleadores y un empleo estable y sostenido son fundamentales para el desistimiento. Nuestros datos muestran que las personas que trabajan durante al menos un año tienen menos probabilidades de reincidir.

Junto con Yellow Ribbon Singapore (YRSG)², ayudamos a los reclusos a conseguir trabajo antes de su puesta en libertad. Este mismo año, el Gobierno ha introducido un nuevo Crédito para la Mejora del Empleo para compensar los salarios de los empresarios que contraten a exconvictos, subvencionando hasta el 20% de sus ingresos mensuales durante nueve meses. Este es un ejemplo del apoyo a la contratación inclusiva que ofrece el Gobierno.

Sin embargo, muchos exconvictos no permanecen en sus puestos de trabajo. Por eso trabajamos para ampliar las vías de mejora de las cualificaciones y aumentar la satisfacción profesional y el crecimiento salarial.

El apoyo prosocial es otro elemento clave para mantener el desistimiento. Contamos con unos 4.500 voluntarios que se ocupan principalmente de los reclusos en la fase de custodia, así como de ayudar a las familias de los reclusos. Llamamos a nuestros voluntarios “voluntarios de atención continuada” porque queremos que sigan ayudando a los reclusos y a sus familias después de la puesta en libertad.

Nuestra estrategia consiste en reclutar más voluntarios de atención permanente y formarlos en áreas como conocimientos penitenciarios generales, desarrollo de relaciones, autoayuda y trabajo individual y familiar. Se convierten en una red de apoyo sostenible para los exconvictos y sus familias.

Por último, es vital implicar al público para que apoye las segundas oportunidades. El Yellow Ribbon Project (YRP)3 se creó con ese fin: concienciar, generar aceptación e inspirar la acción de la comunidad.

A lo largo del año celebramos eventos del YRP, como el Concurso Culinario, la Exposición de Arte y la Carrera Yellow Ribbon. En estos actos participan reclusos, exdelincuentes, socios de la comunidad y el público en general.

En febrero de 2023, 23 estudiantes internos recibieron sus certificados NITEC en Servicios Empresariales. Lanzado en 2021, el programa NITEC ofrece a los internos la oportunidad de mejorar su educación mientras cumplen su condena en prisión.

¿Qué otras iniciativas con participación de la comunidad apoyan la misión de rehabilitación y reinserción del Servicio?

SYL: En 2022, aproximadamente 3.000 delincuentes y exconvictos, que constituyen aproximadamente el 30% de nuestra población total del sistema penitenciario, fueron gestionados en la comunidad por el SPS. Esta cifra se ha más que duplicado en la última década.

Las investigaciones realizadas por el SPS han demostrado que los programas basados en la comunidad (CBP por su sigla en inglés) son eficaces para reducir la reincidencia. Tenemos varios tipos de CBP para delincuentes con diferentes riesgos y necesidades. Entre ellos está el arresto domiciliario, en el que los supervisados residen en su casa y van a la escuela o al trabajo. Tienen que cumplir ciertas condiciones, como la vigilancia electrónica y el regreso a su residencia en un plazo estipulado.

Los delincuentes que no cuentan con un buen apoyo familiar pueden ser ubicados en el plan de Preparación para el Empleo, en el que participan en programas de trabajo, estudios o formación en la comunidad y regresan a un centro de supervisión comunitario al final del día. También colaboramos con organizaciones no gubernamentales, como Casas de Transición, donde los supervisados se alojan y reciben programas de resocialización estructurados.

Nuestro personal presta apoyo adicional a los supervisados en el CBP remitiéndolos a organismos comunitarios para que se alojen y reciban ayuda económica, y poniéndolos en contacto con amigos cuando es necesario. El SPS también colabora con el YRSG para ofrecerles formación, asistencia para el empleo y orientación profesional.

La aceptación y el apoyo de la comunidad son fundamentales para la reinserción de los exconvictos en la sociedad. El año que viene se celebrará el 20th aniversario de nuestro Yellow Ribbon Project. Hemos sensibilizado a la opinión pública sobre la importancia de las segundas oportunidades y el papel que desempeñan el gobierno, el sector privado y la comunidad en la creación de una sociedad más integradora.

Las encuestas de percepción pública muestran que 9 de cada 10 ciudadanos creen que, con la orientación adecuada, los exconvictos pueden reintegrarse.

También hemos redoblado los esfuerzos para asociarnos con la comunidad y capacitarla para que se implique de forma proactiva con los exconvictos y sus familias. Una de estas iniciativas es el Yellow Ribbon Community Project (YRCP), que comenzó en 2010 como una iniciativa por la que voluntarios de base visitan a las familias de los delincuentes recién ingresados y las remiten a las fuentes de asistencia social disponibles.

El YRCP se ha ampliado y tenemos más de 1.100 voluntarios de base (que son voluntarios en las respectivas comunidades y barrios) a bordo y más de 19.000 familias comprometidas. Incluyendo el YRCP, el SPS y el YRSG, nuestro grupo global de voluntarios ha crecido significativamente, pasando de 1.400 en 2010 a más de 4.000 voluntarios a finales de 2022, para apoyar nuestro trabajo de resocialización y reintegración. Esta cifra es casi el doble de la plantilla total de SPS, y supone un sólido complemento a nuestra escasa mano de obra.

El SPS está creando una red de exdelincuentes, formada por exconvictos que han permanecido libres de delitos durante un largo periodo de tiempo. Esta red conecta a los exdelincuentes a través de eventos y grupos de interés. Los exdelincuentes son una poderosa fuente de inspiración, ya que pueden identificarse mejor con los reclusos y exconvictos e inspirarlos en su proceso de reinserción. Cada vez son más los exdelincuentes que participan en nuestros programas de resocialización y reinserción.

Nuestros socios y voluntarios comunitarios son fundamentales para complementar nuestros esfuerzos, y proporcionan un apoyo prosocial crucial a los exconvictos cuando son puestos en libertad en la comunidad.

La salud mental y el bienestar del personal son una prioridad para el SPS, lo que le ha llevado a ganar el Premio a la Excelencia Penitenciaria ICPA 2022 por el Bienestar y el Desarrollo del Personal.

¿Qué iniciativas de formación y apoyo ofrece a su personal y cómo contribuyen a hacer realidad el papel del funcionario en la visión del Servicio “Capitanes de vidas”?

SYL: Los Capitanes de Vidas son el corazón de nuestra organización y están en el centro de la onda expansiva para efectuar cualquier cambio. Para lograr nuestros ambiciosos objetivos en medio de limitaciones de recursos y desafíos, es fundamental garantizar que nuestro personal esté alineado con nuestra misión, bien equipado, preparado para el cambio y con energía para trabajar no sólo con los reclusos, sino también con sus familias, socios y la comunidad en general. Nuestro personal vela por la seguridad y la protección y, al mismo tiempo, actúa como agente de cambio y orientador.

Destinamos recursos a la formación de nuevos funcionarios de prisiones, a su desarrollo a través de cursos en diferentes etapas de su carrera y a garantizar su bienestar. Los nuevos funcionarios siguen un programa residencial de 18 a 22 semanas de duración que incluye clases teóricas y formación basada en situaciones reales sobre seguridad y resocialización. También hay jornadas de aprendizaje práctico en las que los nuevos agentes se emparejan con agentes experimentados y observan cómo se desarrollan las operaciones durante un turno normal. A esto le siguen de 12 a 16 semanas de formación en el puesto de trabajo, bajo una estrecha tutoría.

A medida que los funcionarios avanzan en su carrera, se imparten cursos clave de desarrollo para dotarles de nuevos conocimientos y habilidades funcionales, así como de competencias de liderazgo. El personal seleccionado también recibe patrocinio para cursar estudios superiores y aprovechar las oportunidades de aprendizaje.

También necesitamos actualizar y perfeccionar periódicamente a nuestro personal para prepararlo para nuevos retos. En los últimos años, hemos ampliado los correccionales comunitarios y ahora supervisamos a unas 3.000 personas en la comunidad, lo que supone un aumento respecto a las 1.700 de 2017. Hemos tenido que volver a formar a nuestros funcionarios en competencias correccionales comunitarias.

Recientemente, también hemos introducido prácticas restaurativas en nuestro compromiso con los reclusos y hemos formado a nuestros funcionarios en este tema para que a su vez puedan formar a los reclusos. Para apoyar mejor el desistimiento, nuestro personal también necesita nuevos conocimientos para implicar a los socios familiares y comunitarios. El personal también recibe formación en conocimientos y habilidades digitales para aprovechar mejor el uso de la tecnología, los datos y la automatización robótica de procesos para trabajar de manera más eficiente.

En SPS valoramos mucho el poder del coaching. Dado nuestro entorno operativo único y la naturaleza desafiante de nuestro trabajo, nos comprometemos a fomentar una sólida cultura de coaching que impregne toda la organización. Nuestro objetivo es cultivar una mentalidad de tutoría, una comunicación similar a la del mentor y estilos de liderazgo para lograr el éxito a todos los niveles. Estamos intensificando la formación en los próximos tres años para ayudar a nuestro personal a contextualizar y aplicar las habilidades de tutoría en sus relaciones diarias con los demás. Creemos que cuando nuestros funcionarios experimenten positivamente la tutoría, lo aplicarán también con los reclusos y los supervisados.

El trabajo penitenciario es duro y emocionalmente agotador. De ahí que la salud mental y el bienestar de nuestro personal sean fundamentales.

Durante el inicio de la pandemia de COVID-19 pusimos en marcha una iniciativa para mejorar el bienestar mental del personal conocida como Marco “WeWorkWell”. Hemos tomado medidas significativas para mejorar la concienciación de nuestro personal sobre la salud mental, incluida la creación de un entorno seguro y de apoyo para que las personas compartan sus luchas y mejoren las estrategias de afrontamiento existentes. 

Como parte de nuestra iniciativa WeWorkWell, compartimos periódicamente programas y guías de bienestar por correo electrónico para dotar a nuestro equipo de las habilidades y los conocimientos necesarios para hacer frente al estrés y apoyar a los demás. También hemos creado un canal WeWorkWell en Telegram para aumentar la accesibilidad a la información sobre bienestar mental, incluidos vídeos. Nuestros psicólogos internos imparten talleres curados de bienestar mental para los equipos de trabajo que lo soliciten.

Para hacer frente a las barreras a las que puede enfrentarse el personal a la hora de buscar ayuda, llevamos a cabo una campaña de desestigmatización #HereWithYou en la que el personal de SPS de todos los puestos directivos compartió sus retos. Para complementar la campaña, hemos puesto a disposición de los empleados vías de asesoramiento externo, en caso de que no se sientan cómodos acudiendo a un psicólogo en el lugar de trabajo.

¿Puede decirnos más sobre cómo el Servicio Penitenciario de Singapur ha aprovechado la tecnología para apoyar las operaciones penitenciarias y los esfuerzos de rehabilitación?

SYL: Los datos y la tecnología son elementos clave para mejorar la eficacia y la eficiencia operativas. Por ejemplo, estamos instalando progresivamente una cobertura de CCTV del 100% en todas las celdas y zonas comunes de nuestras prisiones. Para aprovechar todas estas imágenes en directo, hemos puesto a prueba el uso de análisis de vídeo en una de nuestras instituciones más nuevas para detectar y responder rápidamente a comportamientos irregulares como peleas y autolesiones. Esto mejora la seguridad y añade un efecto disuasorio.

También estamos ampliando el uso de la telesalud, en la que las consultas entre los reclusos y los especialistas médicos de los hospitales se realizan virtualmente cuando es conveniente. No comprometemos la seguridad de los reclusos, y la teleconsulta ofrece una opción adicional para mejorar la seguridad al tiempo que se optimizan los recursos. Proporcionamos tabletas electrónicas a los reclusos para complementar nuestros esfuerzos tanto operativos como de resocialización.

La introducción de cartas electrónicas en tabletas permite aumentar la comunicación entre los reclusos y sus seres queridos, y reduce el riesgo de que se introduzcan objetos y sustancias ilegales en las prisiones a través del correo tradicional.

Las tabletas también sirven de plataforma para atender las necesidades de resocialización de los reclusos.

Además de las clases presenciales y las sesiones físicas de asesoramiento, ahora los reclusos pueden aprovechar al máximo su tiempo en la celda accediendo a vídeos, libros electrónicos y charlas motivacionales.

Sin embargo, los programas electrónicos son un complemento y no pueden sustituir a las interacciones humanas con nuestro personal y nuestros socios.

Para mejorar la supervisión y la reintegración en la comunidad de las personas que cumplen el último tramo de su condena, también estamos desarrollando una aplicación móvil que ofrece a los supervisados una lista de empleos, recursos comunitarios y material de autoayuda. A través de esta plataforma, además de las reuniones presenciales, nuestro personal podrá interactuar con los supervisados y seguir sus progresos.

El Servicio Penitenciario de Singapur facilita consultas médicas virtuales para los internos que requieren servicios especializados de hospitales.

 JT: Singapur es miembro de la Conferencia de Administradores Penitenciarios de Asia y el Pacífico (APCCA) y presidió el consejo de administración en 2022. Desde 1980, la conferencia celebra una reunión anual para promover la cooperación entre los funcionarios gubernamentales responsables de la administración penitenciaria o correccional en la región.

¿En qué medida ha influido la cooperación regional a la hora de compartir ideas y buenas prácticas?

SYL: La APCCA es un foro que cada año pone en contacto a los profesionales del sector penitenciario de la región de Asia y el Pacífico. Actualmente hay 34 miembros de la APCCA procedentes de 27 países y regiones.

La Junta de Gobierno (JD) toma las decisiones clave relativas a la APCCA, y cada año se nombra a un miembro diferente como Presidente de la JD. Como anfitrión de la APCCA 2022, el SPS fue el Presidente del CA en 2022. El Departamento de Gestión Penitenciaria de Vietnam es el actual Presidente y acoge el evento este año.

La conferencia anual es una plataforma clave para compartir las mejores prácticas y establecer contactos entre los miembros de la APCCA. Hemos organizado y acogido en línea la conferencia de 2022, a la que asistieron más de 1.000 participantes de 22 países y regiones.

Las conversaciones mantenidas en la conferencia anual de la APCCA continúan una vez que regresamos a nuestros países. A través de un sitio web específico de la APCCA, podemos crear y enviar encuestas personalizadas a todos los miembros de la APCCA, así como compartir materiales de investigación y publicaciones. También se publica semestralmente un boletín digital de la APCCA para que los miembros compartan sus iniciativas, y anualmente se recopilan estadísticas relevantes que se comparten entre los miembros.

De vez en cuando, los miembros organizan programas de formación conjuntos y se reciben mutuamente para visitas de estudio. También nos invitamos mutuamente a eventos. Por ejemplo, en 2018, SPS invitó a los miembros de APCCA a asistir a la Conferencia Yellow Ribbon y a la formación conjunta con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en Singapur.

Durante la pandemia, el SPS también organizó un seminario web titulado “Responder al desafío del COVID-19 en los centros penitenciarios”. El seminario web permitió a los miembros de la APCCA aprender de las mejores prácticas de los demás a la hora de abordar los retos que la pandemia sin precedentes plantea a los centros penitenciarios. En 2022, el Departamento de Prisiones de Malasia invitó a los países a asistir a la 2nd National Security Asia Conference celebrada en Kuala Lumpur.

SPS tiene el privilegio de formar parte de APCCA para aprender de sus homólogos y compartir nuestra experiencia en correccionales.

Shie Yong Lee

Comisaria del Servicio Penitenciario de Singapur

La Comisaria Shie Yong Lee se unió a la SPS en 1995, convirtiéndose en Subcomisaria en 2015 y asumiendo el cargo de Comisaria desde septiembre de 2020. A lo largo de su tiempo en la SPS, Yong Lee ha ocupado posiciones operativas y de mando en las prisiones, roles de liderazgo en la investigación, planificación y desarrollo de programas de rehabilitación, y ha llevado a cabo revisiones de políticas y cambios legislativos para facilitar la rehabilitación y reinserción de los delincuentes. Fue Jefa de Operaciones de la Prisión de Mujeres de Changi, Jefa de Investigación y Planificación, Jefa de Programa, Subdirectora de Defensa Civil y Rehabilitación en el Ministerio de Asuntos Internos y Comandante de un conjunto de cinco prisiones.

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