El 27 de febrero de 2018, la Comisión Europea (CE) y la presidencia búlgara del Consejo de la Unión Europea, con el apoyo de EuroPris y la Confederación Europea de Libertad Condicional, organizaron en Bruselas una conferencia de alto nivel sobre la “Radicalización en las cárceles”.
La conferencia, que reunió a 150 representantes de las administraciones penitenciarias y de libertad condicional, jueces, fiscales, académicos y ONG pertinentes de todos los Estados miembros de la UE, fue la continuación de una primera reunión similar, organizada por la Comisaria de la Justicia de la UE, Věra Jourová, en 2015.
En la conferencia, Jourová recalcó la necesidad de desarrollar soluciones y acciones europeas ante el hecho de que “los autores de actos terroristas son cada vez más endógenos, incluidos algunos que se radicalizaron en las cárceles europeas”.
La comisaria añadió que los líderes de ISIS y Al-Qaeda también han recibido “su educación en materia del terror” durante sus penas de prisión. Por lo tanto, Jourová reconoció que, si bien las políticas de encarcelamiento son prerrogativa de los gobiernos nacionales, llegar al fondo del problema de la radicalización violenta en las cárceles requiere esfuerzos concertados a nivel europeo y no puede ser realizado solo por los gobiernos.
De este modo, la UE puede ayudar, y está ayudando, a mejorar esta situación, en particular mediante la financiación de diecinueve proyectos relacionados con la radicalización en el marco del Programa Justicia. Además, la comisaria ha revelado que la CE ha decidido ampliar el redireccionamiento de parte de la financiación del Programa Justicia al tema de la radicalización por otros dos años.
El objetivo principal del evento era hacer un balance del estado de desarrollo de los proyectos en el ámbito de la radicalización – proyectos que cuentan con el apoyo y la cofinanciación de la Comisión Europea –, por lo que se seleccionaron un total de tres proyectos, siendo el proyecto R2PRIS (Prevención de la Radicalización en las Cárceles) el primero en presentarse.
Pedro das Neves (Portugal), director general de IPS_Innovative Prison Systems, en nombre del consorcio del proyecto R2PRIS, presentó el trabajo desarrollado durante los últimos tres años por un destacado equipo de profesionales – de ocho jurisdicciones diferentes – en el marco del proyecto R2PRIS, centrándose principalmente en las herramientas de evaluación de la radicalización resultantes y en los módulos de formación para el personal penitenciario.
Esta presentación fue seguida por las intervenciones de los Dres. Nils Duits (Países Bajos) y Samantha Enderlin (Francia), que presentaron la Base de Datos y la Evaluación del Riesgo de los Extremistas Violentos (DARE, por sus siglas en inglés) y la Investigación e Intervenciones sobre los Delincuentes Extremistas Violentos (RIVE, por sus siglas en inglés), respectivamente.
DARE se centra en la creación de criterios comunes para los diferentes profesionales del sistema penitenciario, con el fin de identificar y abordar la radicalización en las prisiones y evaluar las experiencias en las diferentes prisiones. Los objetivos del proyecto son difundir el conocimiento de la herramienta de evaluación de riesgos VERA 2R y crear una base de datos europea de expedientes judiciales de extremistas violentos condenados y fallecidos.
El proyecto RIVE, por su parte, está dirigido a personas en libertad condicional, acusadas o condenadas por actos terroristas o identificadas por los servicios de libertad condicional como radicalizadas, en la fase previa o posterior a la sentencia. Los objetivos son la retirada del extremismo violento y la reinserción social mediante la intervención de un equipo multidisciplinar que incluye psicólogos, psiquiatras y un árbitro religioso.
En una intervención de la Oficina del Coordinador de la UE de la Lucha Contra el Terrorismo, se recalcó que los sistemas judiciales tienen muchos más sospechosos de terrorismo que antes y que la penalización se ha extendido a las fases preparatorias, en la última actualización de la Directiva de la UE en relación con la lucha contra el terrorismo.
Los programas de rehabilitación y reintegración son importantes, especialmente en estas situaciones y también para los jóvenes y para las personas contra quienes no hay pruebas suficientes para el enjuiciamiento. Por lo tanto, se necesitan alternativas a la detención, algo que todavía no existe en todos los Estados miembros. La rehabilitación y la reintegración también son críticas después de haberse cumplido una sentencia de prisión.
Se realizaron sesiones plenarias para debatir sobre los proyectos presentados y compartir experiencias. Los temas que destacaron en esas sesiones incluyeron la necesidad de encontrar respuestas europeas en el sector de la justicia penal, prestando especial atención a la desradicalización, la desvinculación, los programas de rehabilitación, las herramientas de evaluación de riesgos y las alternativas a la detención.
Además, se ha observado que los Estados miembros podrían utilizar otros fondos de la Comisión – no solo los del Programa Justicia –, como el Fondo Social Europeo o ERASMUS+, para llevar a cabo proyectos destinados a encontrar soluciones al problema de la radicalización y especialmente para desarrollar programas de rehabilitación en las cárceles.
Julian King, Comisario Europeo para la Unión de Seguridad, clausuró la conferencia señalando que no es fácil encontrar una solución al fenómeno de la radicalización porque hay muchas preguntas y variables que considerar. Así, subrayó la necesidad de llevar a cabo evaluaciones de riesgo especializadas y de pensar qué modelos de régimen penitenciario serían más adecuados.
Por encima de todo, una cuestión transversal a lo largo de toda la conferencia fue el reconocimiento de los beneficios del intercambio de experiencias, entre los Estados miembros, para conseguir desarrollar políticas y prácticas coherentes y cohesivas que aborden el problema, cada vez mayor, de la radicalización en los países de la UE.
Proyecto relacionado: R2PRIS Prevención de da Radicalización en las Prisiones
