Colaboración internacional y rehabilitación de extremistas en un Servicio Correcional reformado

Entrevista

Haliru Nababa

Director General del Servicio Correccional de Nigeria

En 2019 se promulgó la Ley Penitenciaria de Nigeria, que introdujo cambios significativos en el sistema penal del país. Esa nueva ley transformó el Servicio de Prisiones de Nigeria (NPS) en el actual Servicio Correccional de Nigeria e introdujo un cambio transformacional en su marco político, incluida la introducción de servicios que se encargan de las penas no privativas de libertad. En esta entrevista, el Director General Haliru Nababa analiza los efectos de este cambio y los retos y logros del Servicio Penitenciario de Nigeria.

¿Cuáles fueron los principales cambios introducidos por la Ley Penitenciaria de 2019, y qué avances se han logrado, bajo su liderazgo, hacia la visión que respalda dicha Ley?

HN: Hemos sido testigos de avances sustanciales en el Servicio Correccional de Nigeria tras la promulgación de la Ley Penitenciaria de 2019. Esta legislación fundamental marcó el comienzo de una serie de cambios transformadores.

La ley institucionalizó las funciones de Servicio Correccional de Nigeria (NCoS, por su sigla en inglés) delimitando sus responsabilidades y adoptando un cambio de paradigma desde una perspectiva punitiva hacia un enfoque más de rehabilitación y reinserción social.

Esto está en consonancia con las mejores prácticas que estipulan que el encarcelamiento es, en sí mismo, un castigo suficiente para el delincuente.

La inclusión de las medidas no privativas de libertad es otro gran hito para nuestro organismo. A los delincuentes menores, que antes estaban en prisión preventiva, ahora se les condena a realizar trabajos comunitarios.

Este cambio ha reportado múltiples beneficios, desde aliviar el hacinamiento en nuestros centros penitenciarios hasta reducir los costes operativos, crear un entorno de vida más saludable para los reclusos y aliviar las tensiones derivadas del hacinamiento.

Además, la ley permite conceder la libertad condicional y la libertad vigilada a determinados reclusos, lo que les otorga el cumplimiento de una parte de sus condenas fuera de los centros penitenciarios.
Esto ha contribuido significativamente a descongestionar nuestras instalaciones.

Otra medida proactiva de gestión, que ayuda a abordar el problema persistente del hacinamiento, está consagrada en el artículo 12(8), que faculta a los superintendentes de los centros penitenciarios a suspender los ingresos en prisión siempre que los centros penitenciarios no dispongan de plazas.

Además, en su sección 14(5), la Ley nos otorga la autoridad para emitir certificados de buena conducta a los reclusos que hayan demostrado una conducta positiva, incluidos aquellos que hayan adquirido habilidades a través de programas de educación formal e informal destinados a facilitar su reinserción y minimizar su estigmatización.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta actualmente el Servicio Correccional de Nigeria y cómo los está abordando?

HN: El Servicio se enfrenta a una plétora de retos que exigen nuestra atención, a saber: escasez de mano de obra, financiación inadecuada, falta de equipos operativos, infraestructuras deterioradas, estigma contra los ex delincuentes e inadecuación de los servicios de reinserción social post-penitenciaria.

Nuestra administración está tomando varias medidas para hacer frente a estos retos. En primer lugar, hemos solicitado al Gobierno Federal los puestos de trabajo que deben cubrirse. Estamos esperando la aprobación para llevar a cabo un ejercicio de contratación.

En segundo lugar, desde la promulgación de la Ley, en 2019, nuestro departamento de penas no privativas de libertad sigue enfrentándose a problemas de financiación, así que estamos haciendo unos esfuerzos tremendos para asegurar la aprobación y liberación de fondos para su plena implementación.
En un esfuerzo proactivo, ya hemos iniciado una aplicación parcial de estas medidas mediante la activación de la Junta de Libertad Condicional y las disposiciones de los trabajos en beneficio de la comunidad.

En tercer lugar, la aplicación efectiva de la libertad condicional y la libertad vigilada requiere dispositivos de control, que actualmente no existen, por lo que espero que nuestra cooperación con las distintas partes interesadas del sector penal dé buenos resultados en este frente. En cuarto lugar, la mayoría de nuestros edificios tienen casi un siglo. Para remediarlo, estamos renovando las estructuras existentes y construyendo otras nuevas cuando el espacio lo permite.

Además, el rechazo de los ex delincuentes por parte del público tras su puesta en libertad supone una importante carga para el Servicio nuestra institución. Por lo tanto, urge eliminar la cláusula que prohíbe a los organismos públicos contratar a ex delincuentes.

También es necesaria una amplia campaña para animar a la sociedad a aceptar a los individuos que regresan como personas rehabilitadas y que tienen mucho que aportar al desarrollo socioeconómico de la comunidad.

 JT: Nigeria se enfrenta a la presencia y las actividades de organizaciones terroristas, como Boko Haram y el Estado Islámico de África Occidental (ISWA). En 2022, militantes islamistas atacaron la prisión de Kuje, cerca de Abuja, liberando a cientos de presos, entre ellos 60 miembros de Boko Haram.

Estos eventos han llevado a la implementación de procedimientos especiales de prevención y seguridad dentro del sistema penitenciario? ¿Cuáles son los desafíos específicos en la gestión de los presos afiliados a grupos extremistas?

HN: Aunque no puedo revelar los detalles de estas medidas, que son confidenciales por razones de seguridad, ese incidente ha provocado algunos cambios significativos en la forma de enfocar la seguridad y la prevención en nuestro sistema penitenciario.

Los retos a los que nos enfrentamos en el tratamiento de los reclusos vinculados a grupos extremistas son múltiples. Estamos abordando activamente estos retos para aumentar la eficacia de nuestro programa de desradicalización y mejorar la gestión de esta población concreta dentro del sistema penitenciario.

En primer lugar, hemos reconocido la necesidad de una formación más completa para nuestros nuevos funcionarios de prisiones que participan en nuestro nuevo programa de tratamiento. Esto incluye talleres especializados de capacitación para diversos grupos profesionales implicados en el proceso de rehabilitación. Estos talleres están diseñados para dotar a nuestros profesionales de las habilidades y conocimientos necesarios para proporcionar un apoyo eficaz a la rehabilitación de las personas que regresan a la sociedad.

Otro aspecto que estamos abordando es la configuración de ubicaciones del programa. Hay algunas deficiencias en cuanto a la existencia de oficinas para desarrollar este programa específico en determinadas zonas, lo que puede obstaculizar nuestros esfuerzos. Disponer de salas de asesoramiento y entornos adecuados para la rehabilitación es fundamental. Algunas de las sedes de nuestros programas tienen problemas en este sentido, y estamos trabajando activamente para mejorarlos. También hemos reconocido una falta de recursos cruciales para una rehabilitación eficaz, que incluyen materiales educativos, recursos religiosos, equipamiento deportivo, suministros médicos y herramientas vocacionales en ciertas ubicaciones.

La reinserción y la atención postpenitenciaria son retos increíblemente complejos. Estamos trabajando continuamente para mejorar nuestra capacidad de reintegrar con éxito a los delincuentes extremistas violentos y proporcionarles los mejores servicios de reinserción social. También nos estamos centrando en el desarrollo de capacidades relacionadas con cuestiones específicas de género y en el establecimiento de un componente juvenil dentro del programa para abordar los retos específicos asociados a los delincuentes jóvenes.

Estamos ampliando el desarrollo de nuestras capacidades en una amplia gama de otros ámbitos, a saber: gestión de datos y procesos de seguimiento y evaluación, procedimientos de admisión efectivos, evaluación inicial y otras herramientas de evaluación, contranarrativas teológicas, técnicas de terapia deportiva para mejorar las habilidades de afrontamiento en la vida, y comprensión de la doctrina y las prácticas chiíes.

Finalmente, también necesitamos soluciones robustas de tecnología de la información y comunicación para mejorar la comunicación y la colaboración a través de videoconferencias y reuniones de revisión con equipos en el campo.

 JT: Hemos tenido conocimiento de que el NCoS ha estado trabajando con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y el Gobierno alemán para reforzar su capacidad de rehabilitar eficazmente a los presos vinculados a Boko Haram.

¿Qué avances han logrado estos esfuerzos de colaboración? ¿Qué opina de la importancia de la cooperación y el apoyo internacionales?

HN: Tenemos una sólida sinergia con una plétora de organizaciones locales, nacionales e internacionales, tanto privadas como gubernamentales, como la ONUDD, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Prisoners’ Rehabilitation And Welfare Action (PRAWA) y muchas otras.

No se puede exagerar la importancia de la cooperación y el apoyo internacionales para el Servicio Correccional de Nigeria. Realmente nos han ayudado a ampliar el horizonte de nuestra institución y a adoptar procedimientos internacionales estándar en el campo de la gestión de delincuentes.

Por ejemplo, este año junto con la ONUDD, hemos llevado a cabo un programa destinado a fomentar la reinserción efectiva de los ex delincuentes en la sociedad de la región nordeste de Nigeria. Este programa incluyó reuniones con líderes comunitarios y religiosos, para concienciar a la sociedad sobre la necesidad de acoger y apoyar a los ex delincuentes en su proceso de reinserción en la vida normal de la comunidad.

Un logro notable de las iniciativas de cooperación es el impacto positivo en nuestros esfuerzos para gestionar a los individuos con riesgos identificados de reincidencia. Gracias a las intervenciones financiadas por donantes internacionales, hemos observado una tendencia significativamente a la baja en los riesgos asociados con algunos de esos delincuentes a lo largo de los años. Además, nuestro Servicio ha asumido un papel destacado en los aspectos de desradicalización y rehabilitación de las actividades de la Operación Corredor Seguro (OPSC) en el estado de Gombe. La OPSC es un programa diseñado para rehabilitar a elementos de Boko Haram arrepentidos que se han sometido a la autoridad del estado a través del Ejército Nigeriano. 

Uno de los logros más notables ha sido la adopción de la educación occidental por parte de los individuos con riesgos identificados de reincidencia que participan en el programa. Muchos de ellos no solo se han presentado a exámenes importantes como los del Consejo de Exámenes de África Occidental (WAEC) y el Consejo Nacional de Educación (NECO), sino que algunos también se han matriculado en la Universidad Nacional Abierta de Nigeria (NOUN). El enfoque en la educación ha sido tan exitoso que nos hizo merecedores del prestigioso Premio Confucio de Alfabetización de la UNESCO en 2018.

La reeducación y la reorientación religiosas también han sido componentes integrales del éxito del programa. Al abordar los aspectos ideológicos del extremismo, hemos logrado avances significativos en la rehabilitación de individuos con creencias radicales.
También hemos establecido alianzas con actores y organizaciones clave en áreas como la capacitación y el desarrollo del personal, la salud y el saneamiento en los centros de detención, el fortalecimiento de capacidades y la promoción de soluciones para los desafíos que enfrentamos actualmente, como el hacinamiento.

Este planteamiento de abrir nuestras puertas a colaboraciones y asociaciones fructíferas y significativas ha reportado numerosos beneficios tanto a nuestra organización como a la nación en su conjunto. Gracias a estas asociaciones, hemos mejorado el bienestar de los reclusos, proporcionándoles un entorno más limpio y propicio en nuestros centros penitenciarios. Nuestro personal también ha podido desarrollar sus capacidades y ahora está mejor preparado para desempeñar sus funciones. Además, esta iniciativa ha contribuido a que el público conozca mejor el funcionamiento de nuestra organización. 

En el futuro, espero que estas sinergias y asociaciones se refuercen y desarrollen para incluir otras áreas que aún no se han abordado, especialmente en el ámbito de la opinión pública, la investigación y el campo emergente de las penas alternativas. También espero que la cooperación permita mejorar el respeto por los derechos humanos de los reclusos en los centros penitenciarios, así como mejorar la gestión del Servicio para cumplir con los estándares internacionales y las mejores prácticas a nivel mundial.

Haliru Nababa

Director General del Servicio Correccional de Nigeria

Haliru Nababa es el Director General del Servicio Correccional de Nigeria desde el año 2021. Ingresó al Servicio en 1990, cuando aún se llamaba Servicio de Prisiones, ocupando el cargo de Superintendente Adjunto de Prisiones. Antes de su actual designación, desempeñó varios roles directivos en la organización, incluyendo el de Jefe de la Dirección de Finanzas y Contabilidad, así como el de Director General Adjunto de Instituciones Penitenciarias. Posee una licenciatura en Historia y un diploma en Criminología de la Universidad Usman Danfodiyo de Sokoto.

 

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