Mejora de la eficacia de las cárceles mediante comunicaciones seguras y el uso de tecnologías de aprendizaje automático

Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos establecen que los reclusos tienen derecho a comunicarse periódicamente con sus familiares y amigos [1]. Además, indican que los reclusos deben poder comunicarse y mantener correspondencia “por escrito y utilizando, cuando sea posible, medios de telecomunicación, electrónicos, digitales y de otros tipos”.

En los contextos penitenciarios, debe prestarse especial atención al mantenimiento y la mejora de las relaciones sociales de los delincuentes con el mundo exterior, y estas proceden principalmente de la comunicación. Tales relaciones son beneficiosas para los reclusos y sus familias (Holt y Miller, 1972; Flanagan, 1995; Segrin y Flora, 2011; Fontaine, Gilchrist-Scott, Denver y Rossman, 2012; Condry y Smith, 2018) y, en última instancia, para la sociedad.

Las pruebas demuestran el papel positivo que puede tener la comunicación entre los reclusos y las personas importantes para ellos [2] que están fuera de la cárcel en cuanto a la rehabilitación social de los reclusos. Las formas de comunicación con los prisioneros incluyen visitas y cartas. Las llamadas telefónicas controladas, ya sea a través de teléfonos en los pasillos o de dispositivos personales privados en las celdas, han demostrado ser beneficiosas. Otras formas de comunicación incluyen el correo electrónico o chat seguros, la videollamada, etc.

Todas estas formas de comunicación contribuyen a mantener los lazos sociales y emocionales y se puede inferir que tienen el potencial de contribuir a una rehabilitación exitosa y a reducir la reincidencia (Hairston, 1991; Bales y Mears, 2008; Mills y Codd, 2008; Cochran, 2012 y 2013).

Sin embargo, existen riesgos; el terrorismo y la delincuencia organizada, por ejemplo, están asociados con el uso de herramientas de comunicación más avanzadas. Estos riesgos a menudo plantean un dilema: la rehabilitación social frente al uso de herramientas de comunicación. Sin embargo, ahora es posible proteger la comunicación a través de herramientas con tecnologías avanzadas de aprendizaje automático, incluyendo la identificación de idiomas, la transcripción, la traducción y la detección de palabras.

Las soluciones de impresión de voz [3] de Telio (biometría de voz) permiten a los funcionarios de seguridad rastrear si una parte B identificada y en la lista blanca (la que está al otro lado del teléfono del recluso) es realmente la parte B verificada. Esto se hace comparando una o más voces conocidas, verificadas y registradas. De esta manera, la impresión de voz también puede identificar la relación entre los delincuentes y las personas reales (no solo los números de teléfono), al mismo tiempo que se rastrea el comportamiento de comunicación.

Con las últimas tecnologías de procesamiento del habla (aprendizaje automático, redes neuronales), las llamadas de voz y vídeo pueden ser analizadas con precisión, incluso cuando los reclusos están usando un lenguaje que no es familiar para el personal de seguridad.

Asimismo, la detección de palabras (analizando la transcripción de las llamadas con algoritmos inteligentes) puede reducir significativamente la necesidad de monitoreo humano en tiempo real.

Además, el procesamiento del habla transcribe y convierte, en cuestión de segundos, una llamada de un idioma de origen a otro de destino. El software puede incluso detectar jerga carcelaria. La detección de palabras permite la realización de análisis de llamadas totalmente automatizados y puede identificar palabras críticas de interés para la seguridad.

Todas estas funciones crean un cuadro de seguridad valioso que ayuda a mejorar la eficiencia y la seguridad en la prisión, al tiempo que reducen la carga de trabajo de los funcionarios de seguridad.

La digitalización genera oportunidades para que los servicios penitenciarios mejoren la seguridad, al tiempo que aumentan la eficacia y abordan los derechos humanos y la dignidad de los ciudadanos detenidos. En Telio trabajamos todos los días para apoyarle en este camino.

 

 

[1]Reglas 43, 58 y 106. Asamblea General de las Naciones Unidas, Reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos (Reglas de Nelson Mandela): Resolución aprobada por la Asamblea General, 8 de enero de 2016, A/RES/70/175, disponible en bit.ly/2NnE7HZ

[2] La persona o personas cuya relación cercana con un individuo afecta el comportamiento y las actitudes de ese individuo. Una persona importante es generalmente un miembro de la familia, cónyuge, hijo, empleador, compañero de trabajo, amigo o amante, que sirve como modelo a seguir o cuya aceptación y aprobación se busca.

[3] La identificación de la impresión de voz se puede definir como una combinación digital de comparación auditiva (escucha) y espectrográfica (instrumental) de una o más voces conocidas con una voz desconocida con el propósito de identificación o eliminación.

 

Referencias

Bales, W. and Mears, D. (2008). Inmate Social Ties and the Transition to Society: Does Visitation Reduce Recidivism? <em>Journal of Research in Crime and Delinquency</em>, (Volume: 45 issue: 3), pp.287-321.

Cochran, J. (2012). The ties that bind or the ties that break: Examining the relationship between visitation and prisoner misconduct. <em>Journal of Criminal Justice</em>, (Volume 40, issue 5), pp.433-440.

Cochran, J. (2013). Breaches in the Wall: Imprisonment, Social Support, and Recidivism. <em>Journal of Research in Crime and Delinquency</em>, (Volume: 51, issue 2), pp.287-321.

Condry, R. and Smith, P. (2018). <em>Prisons, Punishment, and the Family: Towards a New Sociology of Punishment?</em> Oxford: Oxford Univ Press UK.

Flanagan, T. J. (Ed.). (1995). Long-term imprisonment: Policy, science, and correctional practice. Thousand Oaks, CA, US: Sage Publications, Inc.

Fontaine, J.; Gilchrist‐Scott, D.; Denver and M.; Rossman, S.B. (2012). <em>Families and Reentry: Unpacking How Social Support Matters</em>. [online] Available at: <a href=”https://urbn.is/326Zmpy”>urbn.is/326Zmpy</a> [Accessed 6 Jun. 2019].

Hairston, C. F. (1991) “Family Ties During Imprisonment: Important to Whom and For What?,” <em>The Journal of Sociology &amp; Social Welfare</em>: Vol. 18 : Issue 1 , Article 6.

Holt, N. and Miller D., (1972) Explorations in Inmate-family Relationships, Research report no. 46. Sacramento: Research Division. Department of Corrections.

Mills, A. and Codd, H. (2008). Prisoners’ families and offender management: Mobilizing social capital. <em>Probation Journal</em>, (Volume: 55 issue 1), pp.9-24.

Segrin, C. and Flora, J. (2011). Family Communication Second Edition. In Family Communication (pp4–5). Abingdon, Oxon: Routledge.

 


Telio JT5

 

 

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