Ricardo Guzmán Guatemala Government

Política Nacional de Reforma Penitenciaria: Principales Desafíos del Sistema Penitenciario de Guatemala

// Entrevista: Ricardo Guzmán Loyo

Primer Viceministro de Seguridad del Ministerio de Gobernación de Guatemala

Contexto:

Ante la crisis penitenciaria guatemalteca – dónde está sembrado el caos debido a innúmeras carencias de todas índoles – en 2014, el Viceministro del Interior, como presidente de la CONASIP, exigió la elaboración de una Política Nacional de Reforma del Sistema Penitenciario, cuyo principal objetivo fuera transformar progresivamente el sistema carcelario en un modelo fiable y seguro, que lograra la rehabilitación eficiente propuesta, en la teoría, por la Constitución de la República de Guatemala.

En la consecución del documento de la Política Nacional de Reforma Penitenciaria guatemalteca estuvieron involucrados muchos stakeholders nacionales e internacionales, nombradamente la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB) y los equipos del programa EUROsociAL de la Comisión Europea.

Así, y como resultado de la ejecución del documento de la reforma, en el sistema penitenciario de Guatemala están ocurriendo varias transformaciones, apoyadas en la voluntad del Gobierno de turno, en cumplir con la reforma planteada, y en los programas de cooperación internacional. No obstante, el camino de transición a un nuevo modelo se vislumbra todavía largo y lleno de desafíos.

La Política Nacional de Reforma Penitenciaria deberá ser implementada por completo hasta el año 2024 e incluye 10 áreas estratégicas que proponen 40 estrategias generales y 209 acciones específicas.



JT: En los últimos años, Guatemala ha estado haciendo un esfuerzo de controlo y modernización de su sistema de justicia. Aun así, el camino es largo y los desafíos parecen ser muchos.
¿Cuáles son los principales retos que se colocan al sistema de justicia de Guatemala y cuáles son las principales medidas que desea aplicar?

RG: Resolver los problemas que tenemos en el sistema penitenciario es un verdadero reto.

Tenemos un hacinamiento de 300%, recibimos, en el año 2016, 18 900 privados de libertad, con espacio para 6800 y en este momento vamos con casi 22 000 privados de libertad. Ante ese hacinamiento, cualquier acción que se haga – la que sea – el resultado sería insuficiente.

El documento de la nueva política es un excelente instrumento y en realidad lo que empezamos a hacer desde que llegamos fue enterarnos que existía, ver cuál era el espirito y que se podría comenzar a implementar… Es un proceso de mediano plazo.

El primer problema que tenemos es el hacinamiento pero el tema del control es la mayor de las complicaciones. Por eso empezamos por cosas sumamente básicas, por ejemplo: los guardas penitenciarios, por motivos de supervivencia – voy a decirlo así – cometen actos de corrupción como ingresar, sobretodo, teléfonos celulares, que es una de las formas como se comunican los privados de libertad que quieren continuar delinquiendo desde adentro.

Para poder implementar la política de la reforma penitenciaria también contamos con el apoyo de representantes del sistema penitenciario y de la escuela nacional penitenciaria de Republica Dominicana. Tuvimos la oportunidad de conocer este nuevo modelo y la idea es implementarlo tal cual lo tienen en República Dominicana, pero está finalmente escrito y fundamentado para la realidad de Guatemala.

De hecho, la mera realidad es que empezamos de cero con la implementación de la reforma. Se hizo un reclutamiento en áreas del país que no son las más violentas, entonces buscamos personas que tienen el perfil de vivir en un ambiente bastante tranquilo, poco hostil en el tema de delitos graves y eso, pues la idea es darles formación a personas que no estén acostumbradas a entornos de crimen ni de violencia. Después de pasar todo el proceso de evaluación (académica, psicológica, etc.), se hizo un ejercicio de tres semanas con dos instructores dominicanos que vinieron a Guatemala. Perdimos a 70% de los alumnos en las primeras semanas, se tuvo que hacer otra vez el reclutamiento. Logramos completar un grupo de 89 personas, 85 para el sistema penitenciario y 4 para centros para menores en conflicto con la ley penal que pertenecen a otra dependencia en el Estado de Guatemala. Ellos estuvieron tres meses en Republica Dominicana con el patrocinio del Gobierno americano y con la orientación académica y formación de la Escuela Penitenciaria dominicana. En estos tres meses tuvieron la formación del comportamiento o actuación dentro de los centros penitenciarios, pero no solo enfocado en el tema de la seguridad – que es algo que estaban acostumbrados o formados los guardias actuales en el sistema penitenciario Guatemalteco – sino para ser agentes de tratamiento de privados de. Ese fue el primer ejercicio, luego vinieron a Guatemala, y recibieron formación jurídica. Recientemente logramos inaugurar el primer centro penitenciario [del nuevo sistema] y en este momento se está perfilando a los privados de libertad que van a integrar ese nuevo centro.

La idea es que el centro de privación de libertad sea solo eso, solo se les priva de la libertad, dándoles la oportunidad de academia y de trabajo, teniendo ocupado su tiempo desde las 6 de la mañana hasta las 22 horas. Estamos haciendo las búsquedas con el sector privado para ubicar a los privados de libertad en el entorno laboral para que puedan ganarse medios de supervivencia para cuando salgan del sistema penitenciario. La diferencia por relación a los dominicanos es que ellos hablan de una tasa de reincidencia de unos 5% y nosotros estamos exactamente al revés.

JT: ¿Cuál es la reacción de las instituciones que están involucradas en la reforma penitenciaria, al ver lo que se está produciendo y si están participando también en la implementación del plan de reforma?

RG: El año pasado se hizo un ejercicio de revisión de la política y ver como se hacían los pasos. Vinieron todas las cooperaciones que apoyan el sistema penitenciario guatemalteco, las ONGs e instituciones públicas, sobretodo del sistema de Justicia.

En realidad, están al expectativa ahora de cómo está la implementación y dicen que están a la orden para poder acompañar y todos han sido invitados a observarnos, pero sobretodo nuestro mayor árbitro, o un juzgador, digamos – en mis palabras – es el patronato.

En Guatemala son las personas que hicieron una selección súper idónea, son personas sumamente legitimadas que nos estarán acompañando y supervisando para que esto permanezca en el tiempo, para que no sea solamente un ejercicio, un ensayo de error, porque nosotros [el Gobierno] somos transitorios y esto debe de permanecer durante el tiempo.

Ellos son, en el espacio de la sociedad civil, los que están acompañando todo este proceso; y las otras instituciones que estuvieron involucradas en la políticas están también observando, no tan de cerca pero si están muy pendientes de lo que hagamos.

En realidad ahorita todos están con la expectativa de si vamos a avanzar o no y creo que eso va a hacer que poco a poco se van acercando y van a hacer parte de este proyecto. No es lo mismo participar en la creación de un documento a involucrarse en toda la “carpintería” del proceso.

En este momento siempre les decimos “obsérvennos, acompáñennos y lo están haciendo aunque un poco de lejos, pero estoy seguro que mientras empecemos nosotros a mostrar resultados que sean más hechos que dichos todos se van a empezar a acercar, eso esperamos.

El hacinamiento ya no es controlable en nuestro país, cualquier cosa podría pasar... Vivimos constantemente en una agonía y las medidas penales alternativas que sirven a desahogar el sistema son bienvenidas.

JT: ¿Cómo ve la posibilidad de implementar medidas de diversión a las penas de encarcelamiento como por ejemplo prisión domiciliaria con tobillera electrónica y otras medidas para los que representan un menor riesgo para la sociedad?

RG: El [poder] legislativo, en los últimos meses de 2016, creó la ley de control telemático, con el objetivo de apoyar en la resolución de los problemas del sistema carcelario, especialmente el del hacinamiento.

No sé si vamos a lograr des hacinar pero por lo menos no hacinar más a los futuros procesados. Es una excelente medida, es una opción más, los controles siempre deberían de existir.

No hemos sido lo más exitosos en la realidad, en Guatemala, en los centros penitenciarios, así, no sé qué tan distinto sería estar en su hogar, pero posiblemente lo que se garantizaría con el control telemático es que no se movilicen a las áreas prohibidas.

Y si es una oportunidad para que las personas procesadas que no hayan cometido un delito de los vayan a poner en riesgo la vida de otras personas, y si pueden continuar trabajando pues primero siempre es útil seguir su vida mientras el proceso avanza, segundo no genera más carga al Estado y no suma en este hacinamiento que ya no es controlable en nuestro país.

Cualquier cosa podría pasar… vivimos constantemente en una agonía y precisamente estas otras medidas que sirven a desahogar el sistema penitenciario van a ser bienvenidas.

La discusión sigue siendo sobre la cuestión económica. La ley dice que el procesado que pueda pagar pagará [los dispositivos de control telemático], el que no puede pagar se hará cargo el Estado.

No nos dijeron esa parte pero estamos evaluando entre los posibles proveedores – que son una docena – cuáles van a ser los precios para saber cuál sería el impacto financiero que generaría en este Ministerio.

JT: El apoyo de organismos externos ha sido muy importante en el pasado y sigue siéndolo actualmente. Pero hay críticas que son frecuentes cuanto a la debilidad institucional en Guatemala y en otros países en la región.
¿Cómo piensa que se pueden ultrapasar esas debilidades con el objetivo de garantizar que los cambios en el sistema penitenciario sean sostenibles en el futuro?

RG: El patronato es fundamental… Creo que el nuevo modelo penitenciario puede permanecer en el tiempo en la medida que empecemos a mostrar resultados de la implementación de la política de reforma de acuerdo con lo que nos muestran los dominicanos – ellos afortunadamente han permanecido en el tiempo.

Desde los puestos que ocupamos lo que tenemos que hacer es correr para empezar a dar resultados, desde ese momento vamos a encontrar el patrocinio de todos estos órganos externos, de sociedad civil y de cooperaciones que van a querer continuar la inversión. Entre otras cooperaciones también esta SEJUST que nos está patrocinando en centros para madres [privadas de libertad] acompañadas con niños de 0 a 4 años que la ley les permiten que estén, y estamos por inaugurar a mediados de este ano un espacio para 40 madres.

De nuevo, se va a inaugurar con personal del nuevo modelo penitenciario. Es la combinación del cambio del modelo y de la metodología, de conseguir que las personas si tengan educación y trabajo porque en la medida que tengan educación y trabajo significa que estamos llevando por primera vez la oportunidad que posiblemente no tuvieron afuera; la idea debería de ser, más que reeducarles, empezar a educarles porque posiblemente nunca fueron educados y sobretodo darles un oficio que los tenga entretenidos, algo que les genere dinero porque la mayoría de los que delinquen lo hacen por dinero.

Entonces lo que debemos nosotros buscar es que tengan esa oportunidad de empleo. El mayor reto que veo es conseguir a los maestros y conseguir a los empleadores porque nadie se va a acercar por el tema de la confianza.

JT: En términos de cooperación internacional ¿qué tipo de apoyo Guatemala quisiera obtener?

RG: Creo que ese apoyo que nos están dando es y ha sido el ideal porque nos han dado el patrocinio económico – porque capacitar costó dinero – eso lo tenemos claro; la construcción del centro para madres – que nos está patrocinando SEJUST- más protocolos de actuación dentro del nuevo sistema y, adicional, una plataforma tecnológica en la que se empiece por primera vez, a ingresar el expediente de los privados de libertad para que tengamos la claridad de cuando empieza y termina el computo de su pena (porque a la fecha no lo sabemos con claridad o posiblemente lo sepa el privado de libertad, pero no lo sabe el sistema penitenciario).

Estos son los patrocinios idóneos que nos están funcionando, no pensaría en otro en este momento porque empezamos a tener resultados de los apoyos que vamos viniendo a tener. Lo fantástico de las personas que vinieron con la cooperación es que no solamente nos dieron dinero sino que vinieron con su personal técnico y así estamos enfocados en que cada centavo se invierte en lo que va a tener, en el futuro, resultados positivos para las personas que están detenidas en los centros penitenciarios.

En una supervisión en un centro penitenciario – que es el COF – Centro de Orientación Femenina – hemos estando revisando los expedientes y se concluyó que no constaba la información necesaria, ni la sentencia, ni el computo de la pena, entonces el expediente en realidad es bastante inútil y lo que documenta no nos sirve.

Hicimos el acercamiento para empezar a documentar la información de que necesitamos para empezar a hacer más eficiente el sistema. Esto también es resultado del apoyo que hemos estado teniendo y que espero que nos sigan apoyando y dando seguimiento.
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JT: Los desafíos son innúmeros especialmente cuando se trata de poner en práctica un documento extenso que dice respecto a un total cambio de paradigma, siendo que en el sistema tradicional vigente los canales de comunicación y la veracidad de la información son muy falibles…
¿En qué estado de avance se encuentra la implementación de las primeras medidas reformatorias?

RG: Esos problemas de la falta de la información correcta continúan, en realidad, pero estamos empezando a mejorar. Para administrar este cambio de modelo de gestión penitenciaria, se creó administrativa y financieramente, desde el Ministerio de Gobernación, una unidad que tenga poder financiero y poder de control para administrar el personal que está trabajando en este nuevo modelo.

Una inquietud que tenía el representante en Guatemala del Gobierno Americano es que nosotros estamos apoyando la implementación de esta nueva política con nueva gestión y nuevo personal, pero ¿qué íbamos a hacer con los guardias carcelarios que tenemos para cambiar esa mentalidad, para cambiar esa metodología y para enfrentar un poco el exceso de corrupción instalada en el viejo sistema?

Yo le dije dos cosas que estamos a hacer: empezamos a seleccionar pequeños grupos de guardias a quiénes capacitamos para desarrollar su labor de acuerdo con los protocolos de actuación del nuevo modelo, lo hicimos en pequeños centros; adicional, se les mejoró su ingreso salarial en el año pasado, porque otro de los reclamos era que tenían un salario de hambre, y es una realidad; y, adicional, algo que observamos que es una debilidad real que es la que no permite en absoluto generar las depuraciones administrativas, es que no existe, en el sistema penitenciario, un reglamento interior de sanciones y, por lo tanto, alguien [algún guardia] a quien se le sorprende ingresando bebidas alcohólicas o cualquier otra cosa que genere desorden dentro de la cárcel es consignado, el juez le da libertad y al otro día llega a trabajar porque no está normado que eso es prohibido aunque en general esto ocasiona mucho desorden.

Se le apoyó al sistema, al equipo de esta oficina, haciendo un reglamento interior, se le trasladó al equipo técnico del sistema penitenciario para que ellos dijeran que cambios necesitaba y está por implementarse ahora. En la medida en que no existe un sistema de sanciones, pues esto va a ser una anarquía.

También estamos trabajando para igualar, tanto en el sistema actual como en el nuevo sistema penitenciario, una verdadera carrera penitenciaria… El agente “x” es el agente “x” hasta que se jubile dentro de veinte años, no tiene una escala de ascensos y por lo tanto no tiene un futuro y tiene el mismo sueldo desde que ingrese hasta que se jubile ni tiene un crecimiento institucional, eso no existía y se está trabajando, todavía no se ha concluido y esperamos que se tenga en un futuro cercano.

JT: ¿Qué le gustaría resaltar, para finalizar esta entrevista?

RG: Quisiera saludar a nuestros patrocinadores, en especial SEJUST y el apoyo de la Unión Europea, son fantásticos en realidad. Y acabamos de tener la visita de una experta que buscó acercar los guardas penitenciarios a los equipos multidisciplinarios.

Adicional, saludar también a nuestros patrocinadores americanos que nos han apoyado con muchas sinergias. Avanzamos con un centro en mucho poco tiempo a donde hemos trasladado a privados de libertad que estaban haciendo mucho daño desde ahí y en dos semanas hemos logrado reducir el 50% la incidencia delictiva.

A Roberto (Santana) y a Ysmael (Paniagua) son fantásticos porque en todo momento nos responden todas las inquietudes que nos surgen y siempre están abiertos a apoyarnos con información práctica desde su ejemplo de reforma en República Dominicana.

Con la nueva reforma penitenciaria, un día estamos trabajando para llevarlos (a los infractores de la ley penal) al centro penitenciario y otro estamos trabajando para que salgan mejores ciudadanos. Ahorita es un verdadero honor estar en este ejercicio (de reforma penitenciaria).

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H.E. Mr. Ricardo Guzmán Loyo es el I Viceministro de Seguridad del Ministerio de Gobernación de Guatemala. Es licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad de San Carlos de Guatemala; abogado y notario, tiene también estudios superiores en Criminología por la misma Universidad de dónde es egresado. Desde 2007 es Especialista.

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