// Entrevista: Giuseppe Spadaro
Juez, presidente del juzgado de menores de Bolonia y antiguo presidente de la sección penal del tribunal de Lamezia Terme, Italia
JT: ¿Podría hablarnos de su participación en la lucha contra la delincuencia organizada en Italia? ¿Cómo ha llegado Su Excelencia a tener escolta?
GS: La pregunta se refiere al cargo anterior al que ocupo actualmente. Hablando sin rodeos: puedo decir que he dejado huella como presidente de la sección penal del tribunal de Lamezia Terme en Calabria.
Mientras ocupé este cargo, conseguí juzgar a docenas de mafiosos. Obviamente, todavía recuerdo bien las tensas audiencias, las miradas feroces de los padrinos, los durísimos enfrentamientos con los abogados de los patrones, las condenas ejemplares que han infligido duros golpes a las bandas locales.
Como se puede imaginar, todavía no me resulta fácil, ni siquiera desde el punto de vista emocional, recordar los días en que tuve conciencia del complot de muerte que se había urdido contra mí. Nunca supe si iba en serio, pero parece que todo estaba listo: falsos policías me detendrían en un puesto de control en la carretera de Catanzaro a Lamezia Terme y cuando el conductor hubiera bajado la ventanilla, se preveía que… no lo sé, créame, ni siquiera quiero pensar en ello…. ¡porque estábamos en Nochebuena y en el coche blindado también viajaban mis dos hijas!
Es un capítulo cerrado, ahora me dedico con más ímpetu y convicción a los chicos que cometen errores para ayudarles a empezar de nuevo, así como a tratar de proteger a los más jóvenes e indefensos de la violencia y del maltrato de los adultos, que a menudo son muy irresponsables.
JT: ¿Cuál es el grado estimado de acción e influencia de la ‘Ndrangheta, y qué la caracteriza?
GS: La ‘Ndrangheta calabresa no goza de la fama de la Cosa Nostra ni de la Camorra, pero hoy tiene ramificaciones en todas las regiones italianas y en los cinco continentes; puede presumir de mantener relaciones con organizaciones criminales y terroristas extranjeras del más alto nivel y es uno de los principales responsables del inmenso río de cocaína que ha invadido las ciudades italianas, y no solo en los últimos años.
Según estimaciones recientes, su facturación total asciende a más de 40 000 millones de dólares. Un resultado que es el fruto de una extraordinaria capacidad de adaptación a cada necesidad del mercado, de combinar tradición y modernidad sin borrar, sin embargo, la presencia de rituales antiguos, quizás reajustados, pero nunca completamente extinguidos. Un universo simbólico que puede parecer extraño o delirante, pero que en realidad sirve para preservar una identidad que debe afirmarse en todo lugar y ocasión.
En el que quizás sea su libro más conocido, Hermanos de sangre, mi apreciado colega el Dr. Gratteri, actual Fiscal de la República de Catanzaro, mi ciudad, reconstruye y describe, desde el punto de vista histórico y contextual, de una manera extraordinaria, un universo criminal de sorprendente omnipresencia y brutalidad.
En comparación con otras mafias, la ‘Ndrangheta es probablemente más rica que la Cosa Nostra; es poderosa, eficaz, tiene ramificaciones internacionales, pero no aparece en los titulares. Esta organización ha logrado fortalecerse en secreto, sin renunciar a sus propias características, reglas y valores, como el silencio y los lazos de sangre.
Durante algunas décadas, ha sido el líder indiscutible del tráfico de cocaína proveniente de Sudamérica y con destino a Europa, pero para muchos sigue siendo una versión arcaica de la mafia siciliana, un fenómeno típico del atraso, encerrado en Calabria y centrado exclusivamente en azuzar enemistades.
JT: ¿Existe un paralelismo entre los hijos de la mafia y los jóvenes yihadistas?
GS: En el libro Reniega de tu padre, que tuve la oportunidad de presentar en Bolonia, Giovanni Tizian – un importante periodista italiano que a su vez fue víctima de la ‘Ndrangheta – recopiló historias de adolescentes que habían entrado en el proyecto conocido a nivel internacional Libres de escoger, y que se habían alejado de los patrones de ’Ndrangheta gracias a la intervención del juzgado de menores de Reggio Calabria.
La degradación educativa a la que están sometidos estos niños ha sido entendida como la transmisión de los valores mafiosos y, por lo tanto, se aborda como un abuso físico en el sentido de que constituye una dejación de la responsabilidad parental.
Sus historias recuerdan a las biografías de muchos jóvenes que conocí en mi trayectoria como juez de menores en Calabria, que se internaron en el limbo del honor desviado de la organización criminal: jóvenes a los que se les enseñó a usar armas, a esconder cocaína, adolescentes a los que se les pide que eliminen al enemigo.
Los varones reciben formación como soldados del ISIS, que oscila entre el lavado de cerebro y el entrenamiento militar, mientras que las chicas deben quedarse en casa y prepararse para su papel de criadas, madres y sirvientas.
Muchos jóvenes han salido de esta pesadilla también gracias a sus madres, a las “viudas blancas” y a las mujeres solteras porque sus maridos están en la cárcel, como las madres solteras y las viudas de ISIS. Hace apenas unos años no confiaban en el Estado, no sabían que existía esa opción, y ahora ven los resultados.
[Sobre los hijos de la mafia] Los varones reciben formación como soldados del ISIS, que oscila entre el lavado de cerebro y el entrenamiento militar, mientras que las chicas deben quedarse en casa y prepararse para su papel de criadas, madres y sirvientas.
JT: ¿Puede explicar en detalle cómo funciona la “desradicalización” en el entorno mafioso que también podría aplicarse a las familias yihadistas?
GS: Sabemos que, primero en Francia y luego en Inglaterra, la llamada desradicalización fue concebida como un camino reeducativo guiado en el seno de la experiencia religiosa islámica, con la ayuda del imán, para comprender las verdaderas raíces de esta creencia religiosa y permitir que el sujeto se alejara conscientemente de cualquier lógica y uso distorsionados de la religión islámica y sus preceptos de comportamiento. A pesar de los resultados poco alentadores, el compromiso de la Unión Europea en este sentido, con programas de desradicalización en clave intercultural e interreligiosa, es bien conocido.
En nuestro país, esta solución da pie a reflexiones y propuestas también sobre la compatibilidad de este sistema “catequista” con el principio de la laicidad del Estado, teniendo en cuenta, sin embargo, que a los sujetos que optan por su inclusión en la estructura terrorista internacional no siempre les impulsa la creencia religiosa.
El paralelismo con la mafia, no obstante, puede establecerse en relación con las categorías de pertenencia familiar de los menores y la responsabilidad parental, y es objeto de un proceso de investigación exhaustiva. La referencia principal sigue siendo el proyecto ya mencionado anteriormente Libres de elegir, que financia cursos de educación individual dirigidos a los menores, con el fin de proporcionarles una alternativa válida al contexto social muy impregnado de una cultura mafiosa. Contempla la activación de equipos especializados para prestar a los receptores el apoyo necesario con el fin de favorecer opciones de vida ajenas a la dinámica criminal de las regiones de nacimiento.
JT: En cuanto a la delincuencia juvenil vinculada a la delincuencia organizada, ¿en qué consiste el sistema penitenciario italiano?
GS: Considerando la especialización en el campo penitenciario de esta importante revista, quisiera retomar (además de profundizar en él) el anuncio realizado por la jefa del Departamento de Justicia Juvenil y Comunitaria, la Dra. Tuccillo, en su entrevista sobre la aprobación de la ley relativa al nuevo sistema penitenciario para menores, aprobada en octubre del año pasado.
La perspectiva que ofrece la reforma es la de una justicia penal “a medida de la infancia”, de acuerdo con las Reglas de Beijing, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y la Convención Europea sobre el Ejercicio de los Derechos del Niño.
Por primera vez en Italia, de hecho, la innovadora ejecución de sentencias contra condenados (por delitos cometidos cuando eran menores de edad) se ha regulado de forma orgánica y respecto de algunos perfiles, lo que introduce importantes innovaciones, especialmente en lo que concierne a las medidas alternativas a la detención, y que tiene en cuenta la formación de su personalidad.
El reconocimiento de que cada niño tiene su propia historia, que debe evaluarse caso por caso, que el acceso a las medidas comunitarias, a la concesión de permisos y al trabajo externo ha de ser independiente del tipo de delito y del alcance de la sentencia, es un resultado significativo que permite al juez dar a los niños una oportunidad adicional para que puedan cambiar, y es nuestro deber llevarlo a la práctica.
Señalo que, con el uso del término “comunidad” por parte del legislador en lugar de “alternativa”, la comunidad está directamente involucrada en el proyecto de recuperación e inclusión de la persona condenada con la creación de un sistema de aplicación abierto e inclusivo hacia los menores.
En particular, me gustaría destacar, desde mi punto de vista, la novedad de permitir las vías de la justicia reparadora y de mediación con las víctimas de delitos, cuya importancia se ha descuidado a menudo en la legislación anterior, también debido a su muy difícil aplicación o, a lo sumo, se ha delegado a actividades optativas dejadas a la buena voluntad de los delincuentes juveniles, como uno de los principios clave de todo el marco regulador.
Otra novedad importante es la regulación de las entrevistas y la tutela de la afectividad, que amplía enormemente las posibilidades de contacto con el mundo exterior y, en particular, con las figuras, cuando las hay, que representan una referencia sólida y positiva para el menor, tanto desde el punto de vista afectivo como educativo. Esta mayor protección del derecho a la afectividad se consigue, en la práctica, mediante el establecimiento de visitas prolongadas con familiares u otras personas con las que existe un vínculo emocional significativo en espacios bien equipados de las instituciones, que permiten la preparación y el consumo de comidas y reproducen, en la medida de lo posible, un entorno de vida familiar. Me parece que esto ofrece una visión de la vida familiar cotidiana en un entorno en el que las relaciones personales luchan por granjearse espacios de normalidad.
Si el detenido, aunque sea por delitos graves de delincuencia organizada, ha realizado un viaje interior de arrepentimiento y alejamiento del mundo del hampa (…) ¿por qué no reevaluar su posición?
JT: ¿Cuál es su opinión sobre la detención de elementos de la delincuencia organizada, qué papel tienen las condenas a prisión?
GS: Bueno, quizás suene extraño y excesivo, pero creo que incluso el sistema penitenciario para adultos debería ser revisado por el legislador, proporcionando nuevas herramientas al poder judicial de vigilancia y a la administración penitenciaria.
Años más tarde, por ejemplo, si el detenido, aunque sea por delitos graves de delincuencia organizada, ha realizado, gracias al personal altamente cualificado de las prisiones, un viaje interior de arrepentimiento y alejamiento del mundo del hampa, rechazando ese modelo de vida basado en valores erróneos, incluso de desvalorización social, ¿por qué no reevaluar su posición, tal vez permitiéndole dar testimonio en proyectos legales o emprender vías de mediación penal con las víctimas de delitos y sus familias? ¿Por qué no ofrecer apoyo social a su familia para evitar que sus hijos, hermanos y esposas sigan los pasos de la ilegalidad trazados por el detenido?
Solo así los jóvenes de su contexto social, pienso en las regiones de Aspromonte, Crotonese, Vibonese, etc., en lugar de considerar que se trata de “mitos” de los que dar ejemplo emprendiendo caminos de ilegalidad y afiliación a la ‘Ndrangheta, se darán cuenta de que son hombres normales que reconocen haber cometido errores gravísimos.
Solo así las víctimas de extorsión u otros delitos graves verán a sus “verdugos” cara a cara, pero, precisamente, con una cara diferente, ¡el resultado de años de prisión, y asimismo el reconocimiento del sufrimiento causado a las víctimas!
En última instancia, solo así la pena desempeñará un papel eficaz en la reeducación y, al mismo tiempo, la cárcel no será un lugar para “quedar aparcado” a la espera del retorno a la libertad y luego, tal vez, de hecho, a menudo, repetir la conducta delictiva con una profundidad criminal aún mayor. Y, sobre todo, ¡únicamente de esta manera podremos devolver a la sociedad civil a personas diferentes y mejores después de la expiación de la pena!
Creo que ofrecer oportunidades, ocasiones de arrepentimiento efectivo, de reelaboración de la propia conducta ilícita, por muy grave que sea, son verdaderas “ocasiones de vida” que no digo todo el mundo, pero que probablemente muchos hombres de la ‘Ndrangheta no dejarían escapar…. y ciertamente no por razones de oportunidad, como sucede a menudo con los llamados colaboradores de la justicia o arrepentidos, que, en la primera fase de las investigaciones preliminares, una vez detenidos, “colaboran” para obtener reducciones de pena porque serían personas que, solo después de un período sustancial de privación de libertad, no “se harían” los arrepentidos, sino que “se arrepentirían” efectivamente.
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Giuseppe Spadaro asumió el cargo de presidente del juzgado de menores de Emilia-Romagna, en Bolonia, en septiembre de 2013. Accedió al sistema judicial en 1990; fue juez de menores en Catanzaro, su ciudad natal, durante nueve años. En julio de 2007 fue nombrado presidente de la sección penal del tribunal de Lamezia Terme, en Calabria. En este último puesto, recibió amenazas presuntamente de miembros de la mafia ’Ndrangheta. El juez Spadaro es descrito como muy sensible con el derecho de familia y los asuntos de justicia juvenil.