Artículo
Pia Puolakka
Antecedentes del proyecto
En 2015, la legislación finlandesa permitió a los reclusos obtener acceso digital a los servicios sociales, educativos y sanitarios y hacer videollamadas para ponerse en contacto con sus familiares y amigos. Esta legislación tenía como objetivo garantizar los mismos servicios que todos los demás ciudadanos, de acuerdo con los principios de normalidad e igualdad. Entre 2015 y 2017, la Agencia Finlandesa de Sanciones Penales proporcionó a todas las unidades estaciones de trabajo de uso conjunto con acceso limitado a Internet y Skype. Los reclusos también tuvieron acceso al servidor de Moodle con fines educativos.
A pesar de los avances logrados entre 2015 y 2017, los servicios digitales siguieron siendo limitados y aún no brindaban acceso personal ni apoyaban plenamente la rehabilitación y reintegración de los reclusos. Por ello, empezamos a buscar una solución que denominamos «concepto de prisión inteligente». El objetivo era crear un concepto que apoyara a los presos en el seguimiento de sus planes de condena y los propósitos estratégicos generales de la Agencia Finlandesa de Sanciones Penales, para reducir la reincidencia y fomentar la reintegración de los presos en la sociedad.
Concepto de prisión inteligente
En 2016, la Agencia Finlandesa de Sanciones Penales puso en marcha un proyecto para construir una nueva prisión para mujeres, que se abriría el 1 de noviembre de 2020. La idea era crear «la mejor prisión del mundo para mujeres delincuentes» y diseñar la prisión de acuerdo con un nuevo concepto de prisión, que incluía el concepto de prisión inteligente: la prisión como un entorno de aprendizaje verdaderamente digital. Se suponía que la nueva prisión de mujeres sería una unidad piloto para probar este tipo de solución inteligente, para ver si podíamos implementarla en todas nuestras unidades y digitalizar toda la cultura carcelaria.
El proyecto «Smart Prison» (prisión inteligente) en sí comenzó el 1 de octubre de 2018. La intención era proporcionar a las reclusas dispositivos móviles personales, incluido un sistema inteligente en la nueva prisión de mujeres de Hämeenlinna. Este dispositivo móvil personal fue diseñado para integrar, por ejemplo, servicios digitales sociales, psicológicos, educativos y sanitarios que pudieran utilizarse directamente desde cada celda de la prisión (100 celdas de la prisión).
Otro objetivo era desarrollar servicios digitales a escala nacional para delincuentes en todas nuestras unidades, utilizando estaciones de trabajo de uso conjunto y preparando las unidades para los futuros dispositivos personales.
Proceso y solución
Comenzamos el proyecto analizando otros sistemas inteligentes utilizados en prisiones en Europa. También realizamos una encuesta, tanto para el personal como para los reclusos, sobre las necesidades con respecto a los servicios digitales. Además, en 2019, organizamos varios talleres en las instalaciones de la antigua prisión de mujeres de Hämeenlinna. También tuvimos dos periodos de prueba de concepto (POC, por sus siglas en inglés), en dos prisiones, para probar las soluciones de dispositivos de autoservicio digital de dos proveedores diferentes.
Basándonos en las encuestas, los talleres y los POC, definimos los requisitos funcionales y de seguridad para los dispositivos móviles y decidimos elegir un modelo de ordenador portátil para la primera implementación de la prisión inteligente, en Hämeenlinna. Para preparar a nuestro personal para la prisión inteligente, organizamos una formación a escala nacional en orientación digital, por ejemplo, en cómo apoyar a los delincuentes en el uso de servicios digitales.
Después de un largo proceso de contratación pública en 2019-2020, finalmente elegimos nuestro proveedor de soluciones de prisión inteligente. Desarrollamos el sistema en colaboración con el proveedor y lo auditamos, para garantizar el cumplimiento de los requisitos de seguridad y el RGPD. Tanto el personal como las reclusas recibieron formación sobre el uso del nuevo sistema, que se completó e implementó en la prisión de mujeres de Hämeenlinna el 3 de marzo de 2021.
Las reclusas tienen ordenadores portátiles en sus celdas y pueden usar el sistema para mensajes, solicitudes y videollamadas para contactar al personal y comunicarse con familiares y amigos. El terminal tiene acceso restringido a Internet (lista blanca), lo que permite estudiar a través de Moodle, hacer compras en línea y acceder a varios sitios web seleccionados que apoyan su rehabilitación y gestión de su vida cotidiana, incluidos los servicios sociales y sanitarios y las ONG. Las reclusas también tienen acceso en línea a libros electrónicos, audiolibros y a herramientas de oficina esenciales para estudiar. Además, pueden ponerse en contacto con los servicios penitenciarios de salud y otras autoridades y socios cooperadores, como las ONG, a través de videollamadas.
Hemos tenido varios socios en el proceso de desarrollo de la «Smart Prison» y sus servicios. En febrero de 2021, las reclusas de Hämeenlinna comenzaron a aprender habilidades digitales básicas asistiendo a un curso llamado «Digital Leap» (salto digital), organizado por Kalliola Settlement Activities (una ONG). Los terminales móviles también brindan acceso al sitio web de un curso sobre inteligencia artificial organizado por la Universidad de Helsinki y Reaktor.
Aprender inteligencia artificial como parte del concepto de prisión inteligente también nos ha atraído la atención internacional: fuimos presentados en un documental de Business Insider. Otros socios clave son la Fundación Finlandesa para el Apoyo a los Exdelincuentes (Krits), que proporciona asesoramiento por vídeo en línea, y la Universidad de Tampere, que ha suministrado un entorno de realidad virtual que apoya el bienestar de los delincuentes.
Los resultados de la prisión inteligente y el futuro
Hasta ahora, hemos recibido comentarios positivos y buenas ideas de desarrollo, tanto del personal como de las reclusas que utilizan el nuevo sistema inteligente. La nueva prisión de mujeres es una unidad piloto donde probamos cómo la digitalización puede apoyar la rehabilitación y una cultura carcelaria moderna.
Esperamos que los resultados muestren que el concepto de prisión inteligente es una forma rentable y rehabilitadora de reducir la reincidencia y de fomentar la reintegración con la ayuda de la última tecnología.
La Universidad Laurea de Ciencias Aplicadas llevará a cabo una investigación sobre la digitalización y el cambio cultural en la nueva prisión, como parte del proyecto de investigación DigiIn del Instituto Finlandés de Salud y Bienestar. Si las experiencias y los resultados son positivos, la Agencia Finlandesa de Sanciones Penales considerará ampliar el concepto de prisión inteligente a otras prisiones cerradas y digitalizar aún más la cultura carcelaria.
A medida que el año 2020, con el brote de la COVID-19, ha generado necesidades cada vez mayores de servicios digitales en las prisiones, el proyecto «Smart Prison» continuará y ampliará su alcance en el futuro. Las consecuencias de la pandemia y los resultados preliminares de la modernización y digitalización de la rehabilitación y gestión de delincuentes han afectado a la estrategia de la Agencia Finlandesa de Sanciones Penales: nuestra Estrategia de Datos y Digitalización se redefinirá como parte del cambio organizativo que comenzará el 1 de enero de 2022.
Se puede decir que la prisión inteligente supone un gran salto en nuestro sistema penitenciario, tanto tecnológica como culturalmente. Esperamos que en el futuro veamos más cárceles inteligentes y servicios digitales de apoyen a la rehabilitación de los delincuentes.
El último subproyecto del proyecto «Smart Prison» se llama «RISE AI», y proporcionará una solución de inteligencia artificial para la gestión de delincuentes. Confiamos en que el concepto de prisión inteligente y nuestra Estrategia de Datos y Digitalización darán resultados en el futuro.
Pia Puolakka
Pia Puolakka es la directora del proyecto Smart Prison, de la Agencia Finlandesa de Sanciones Penales. Lleva trabajando para este organismo desde 2012, tras comenzar como psicóloga en prisiones. Desde 2017, ha estado trabajando en la administración central, donde primero trabajó como especialista sénior en servicios de rehabilitación, incluida la programación, el trabajo familiar y los servicios psicológicos y espirituales en las cárceles. En cuanto a su educación, Pia es psicóloga forense y psicoterapeuta. También ha realizado estudios en inteligencia artificial. Es miembro de la junta del Grupo de Expertos en TIC, de EuroPris.